8. 1.8 Jesús dice que Juan “…ην ο λυχνος ο καιομενος
και φαινων υμεις δε ηθελησατε αγαλλιαθηναι προς ωραν εν τω φωτι αυτου”, “…era la lámpara que ardía y brillaba y ustedes quisieron estar
alegres brillando en su luz”[1], pero no era la luz,
sino el testigo de la luz; sin embargo, esa lámpara que brillaba en la
oscuridad era una luz de suma importancia. Siempre se hace preparación debida para
la venida de algún rey, presidente u otro personaje importante. La importancia
del ministerio de Juan se ve en el hecho de que era necesario aclarar que él no
era el Cristo, la verdadera “…φως του κοσμου”, “…luz del mundo”[2]. Jesús mismo dijo: “ουκ εγηγερται εν γεννητοις
γυναικων μειζων ιωαννου του βαπτιστου”, “Así es, les digo que
entre los nacidos de mujer, no se ha levantado nadie mayor que Juan el
bautizador”[3]. Juan tenía muchos
seguidores[4],
y algunos creían que posiblemente Juan era el Mesías[5].
Había discípulos de Juan muchos años después de ascender Cristo a los cielos[6].
9. 1.9 Juan no dice alethes que significa verdadero, sino αληθινον, alethinos, real, genuino. Por eso, la palabra “verdadera” no contrasta la verdad con el error, sino la realidad con lo irreal, lo que no es realidad, lo substancial con lo imaginario. Lo que la Biblia dice es cierto, es realidad. Se trata de hechos, de lo que existe o existirá. Por ejemplo, Romanos 1.25: “…μετηλλαξαν την αληθειαν του θεου εν τω ψευδει…”, “…cambiaron la verdad de Dios por la mentira…”, es decir, ídolos, porque “…ουδεν ειδωλον εν κοσμω”, “…un ídolo nada es en el mundo”[7]; “επεστρεψατε προς τον θεον απο των ειδωλων δουλευειν θεω ζωντι και αληθινω”, “…se volvieron hacia Dios de los ídolos, para estar esclavizado y servir al Dios vivo y verdadero”[8].
Algunos sectarios citan este texto para probar que todo el mundo posee una “Luz interior” que le guía, pero todo texto tiene que ser interpretado a la luz de otros textos. La Biblia no enseña que todo el mundo tiene la mente iluminada espiritualmente, aunque no lo quiera. En este mismo contexto, Juan habla de los que rechazan a Cristo. El punto es que Cristo es la verdadera luz, la única fuente de toda luz moral y espiritual para toda la humanidad.
10. 1.10 Para los judíos, Jesucristo era un desconocido, un extranjero que hablaba un idioma desconocido. Ellos esperaban otra clase de Mesías, un guerrero como el rey David que vendría para quitar el yugo de Roma y hacerles independientes otra vez. Y para los gentiles la predicación de Cristo crucificado era locura[9].
11. 1.11 “A lo suyo vino” es un modismo hebreo que significa que “vino a su casa”; probablemente significa que vino a su pueblo, el pueblo escogido de Dios[10], o sea, los que lógicamente debieron recibirlo[11].
El tema de este versículo es el rechazo. No lo recibieron en su propia casa. No le dieron la bienvenida. No aceptaron o no reconocieron que era la persona que profesaba ser[12]. Jesús fue aceptado por los samaritanos[13], buscado por los griegos[14], pero rechazado por los representantes de su propio pueblo. Estos decían que eran hijos de Dios sin Cristo[15].
12. 1.12 No todos lo rechazaron, porque algunos le recibieron[16]. Los que reciben a Cristo creen en Cristo; los que creen en Cristo son los que lo reciben. ¿Qué significa la frase “creen en su nombre”? “En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre…”[17], es decir, los que conocen la verdadera naturaleza de Dios. “Unos confían en sus carros armados, otros en sus caballos; mas nosotros invocaremos el Nombre del Señor nuestro Dios”[18]. Confiamos en Dios porque sabemos quién es y cómo es. Creer en el nombre de Cristo significa creer en su naturaleza, aceptar que Él es Dios y someternos a su voluntad. Creer en su nombre no significa que el hombre es justificado por la fe sola; más bien, equivale a nacer del agua y del Espíritu[19]. Significa obedecer al evangelio. “παντες γαρ υιοι θεου εστε δια της πιστεως εν χριστω ιησου οσοι γαρ εις χριστον εβαπτισθητε χριστον ενεδυσασθε”, “Todos son hijos de Dios porque creen en Cristo Jesús; porque los que fueron sumergidos, de Cristo se vistieron”[20].
¿Qué dirán los que no creen en Él? ¿Que solamente era un buen hombre? Si no es Dios, no es buen hombre, porque dice que es Dios. Los que no creen en Cristo están obligados a explicar la evidencia presentada por Juan y los otros escritores que claramente prueba la deidad de Jesús.
Εξουσιαν: “Privilegio, fuerza, capacidad, competencia, libertad, u objetivamente maestría, concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control, influencia delegada: Autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad”[21].
“ιδετε ποταπην αγαπην δεδωκεν ημιν ο πατηρ ινα τεκνα θεου κληθωμεν…”, “Vean qué clase de amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…”[22]. Todos los hombres somos “του γαρ και γενος εσμεν”, “…somos linaje de Él”[23], pero Juan se refiere a los que son hijos por haber nacido otra vez. Al nacer otra vez imitamos a Dios[24]. El hijo pródigo entendía que no era digno de ser llamado hijo, pero el padre le perdonó y lo recibió como hijo; de esta manera el Padre nos da el derecho de ser hijos si recibimos a Cristo.
Desde luego, esto es por la gracia de Dios, pues el hombre no lo merece. Dios nos da el derecho de ser sus hijos, como nos da la oportunidad para creer[25], nos da el privilegio de arrepentirnos[26], etc. Dios no está obligado a recibirnos como sus hijos[27].
13. 1.13 Este lenguaje excluye todo aspecto del proceso natural de tener hijos. Bajo la ley de Moisés los judíos llegaban a ser hijos de Dios por la generación, es decir, por el nacimiento físico, y creían que de esa misma manera, por ser hijos de Abraham, serían hijos de Dios en el Reino mesiánico[28], pero Juan enfatiza que nuestra relación con Dios no tiene nada que ver con lo físico, sino que se realiza a través del Evangelio de Cristo[29]. Todo nacimiento físico se realiza por la voluntad humana, pero no podemos hacernos hijos de Dios por nuestra propia voluntad, por nuestros propios medios o fuerzas. Muchísimas personas aceptarían ser hijos de Dios si pudieran hacerlo según su propia voluntad.
14. 1.14 “καλεσουσιν το ονομα αυτου εμμανουηλ ο εστιν μεθερμηνευομενον μεθ ημων ο θεος”, “…llamarán su nombre Emanuel, que es traducido: Dios con nosotros”[30]. Para los filósofos griegos era imposible que el Cristo fuera hecho carne, porque creían que el cuerpo es malo, pero los que dicen que Cristo no vino en carne son αντιχριστου “anticristos”[31]. Cristo es Dios y también llegó a ser hombre “γενομενον εκ γυναικος γενομενον”, “habiendo nacido de mujer”[32]. “…ος εφανερωθη εν σαρκι εδικαιωθη εν πνευματι ωφθη αγγελοις εκηρυχθη εν εθνεσιν επιστευθη εν κοσμω ανελημφθη εν δοξη”, “…Quién fue manifestado en carne, declarado recto en Espíritu, fue visto por ángeles, proclamado en las naciones, creído en el cosmos, arrebatado arriba en gloria”[33]. Juan afirma la Deidad de Jesús y la humanidad de Cristo. En Lucas 24.39 y otros textos la palabra “carne” se refiere al cuerpo, pero en este texto la palabra “carne” significa “humanidad”[34]. Al afirmar su humanidad él refuta a los gnósticos o docetistas que decían que Cristo no ocupó un verdadero cuerpo de carne sino que solamente parecía ser humano.
La humanidad de Cristo se observa en los siguientes textos: Juan 4.6-7; 6.53; 8.40; 11.33, 35; 12.27; 13.21; 19.28.
¡Cristo llegó a ser hombre para morir por nosotros! “επει ουν τα παιδια κεκοινωνηκεν αιματος και σαρκος και αυτος παραπλησιως μετεσχεν των αυτων ινα δια του θανατου καταργηση τον το κρατος εχοντα του θανατου τουτ εστιν τον διαβολον και απαλλαξη τουτους οσοι φοβω θανατου δια παντος του ζην ενοχοι ησαν δουλειας”, “Ya que los niñitos han participado en común de la sangre y la carne y Él participó de las mismas cosas, para que a través de la muerte anule la fuerza ejercida por la muerte del Calumniador, y de la libertad a los que por temor de la muerte estaban viviendo en esclavitud”[35]. Logró este propósito al morir por nosotros[36]. Cuando Pablo habla de la justicia y de la obediencia de uno[37], no se refiere a la vida perfecta de Jesús sino a su muerte, un acto de justicia, o de obediencia. Cristo no llevó una vida perfecta para que su obediencia perfecta sea atribuida al creyente, como algunos suponen, sino para ser un sacrificio perfecto para expiar nuestros pecados.
Cristo, siendo Dios, tuvo que ser hombre también para poder ser nuestro Mediador o sumo sacerdote[38]. Esta gran verdad fue enseñada por Pablo: “οτι εν αυτω κατοικει παν το πληρωμα της θεοτητος σωματικως”, “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la naturaleza divina”[39]; “γινωσκετε γαρ την χαριν του κυριου ημων ιησου χριστου οτι δι υμας επτωχευσεν πλουσιος ων ινα υμεις τη εκεινου πτωχεια πλουτησητε”, “…han conocido la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesucristo, que por nosotros llegó a ser pobre siendo rico, para que en su pobreza nosotros fuésemos ricos”[40].
Cristo llegó a ser hombre y murió por nosotros para dejarnos un ejemplo perfecto de cómo humillarnos para que Dios nos exalte[41]. “ος εν μορφη θεου υπαρχων ουχ αρπαγμον ηγησατο το ειναι ισα θεω αλλα εαυτον εκενωσεν μορφην δουλου λαβων εν ομοιωματι ανθρωπων γενομενος”, “quien tenía la forma de Dios, no lo consideró para que violentamente se despojara a él mismo y viniera a tomando forma de esclavo, haciéndose semejante a los hombres”[42]. Es importante que se entienda que la expresión “se despojara a él mismo”se refiere a la encarnación de Cristo, y que de ninguna manera dejó de ser igual a Dios.
[1] Juan 5.35.
[2] Juan 8.12; 9.5; 12.46.
[3] Mateo 11.11.
[4] Mateo 3.5; 21.26.
[5] Juan 1.19-27; Lucas 3.15.
[6] Hechos 19.1-3.
[7] 1 Corintios 8.4.
[8] 1 Tesalonicenses 1.9.
[9] 1 Corintios 1.23.
[10] Deuteronomio 7.6.
[11] Mateo 15.24.
[12] Mateo 13.57-58; 15.24; 21.33-46; 23.37; Lucas 4.28; 19.41; 20.14.
[13] Juan 4.
[14] Juan 12.20.
[15] Juan 8.42-47.
[16] Juan 4.45; Mateo 10.41; Hechos 13.48.
[17] Salmos 9.10 NBLH.
[18] Salmos 20.7 Felix Torres Amat.
[19] Juan 3.3-5.
[20] Gálatas 3.26-27.
[21] Strong 1849.
[22] 1 Juan 3.1.
[23] Hechos 17.28.
[24] Mateo 5.45; Efesios 5.1.
[25] Hechos 14.27.
[26] Hechos 11.18.
[27] Efesios 2.8.
[28] Mateo 3.8-10; Juan 8.31-44.
[29] Juan 3.1-5.
[30] Mateo 1.23.
[31] 1 Juan 4.1-3.
[32] Gálatas 4.4.
[33] 1 Timoteo 3.16.
[34] Mateo 16.17; 24.22; Romanos 3.20; 1 Corintios 1.29; Gálatas 1.16.
[35] Hebreos 2.14-15.
[36] Juan 10.5-12.
[37] Romanos 5.18-19
[38] Hebreos 2.18; 4.15; 7.26; 1 Timoteo 2.5.
[39] Colosenses 2.9.
[40] 2 Corintios 8.9.
[41] Filipenses 2.5-11.
[42] Filipenses 2.6-7.
9. 1.9 Juan no dice alethes que significa verdadero, sino αληθινον, alethinos, real, genuino. Por eso, la palabra “verdadera” no contrasta la verdad con el error, sino la realidad con lo irreal, lo que no es realidad, lo substancial con lo imaginario. Lo que la Biblia dice es cierto, es realidad. Se trata de hechos, de lo que existe o existirá. Por ejemplo, Romanos 1.25: “…μετηλλαξαν την αληθειαν του θεου εν τω ψευδει…”, “…cambiaron la verdad de Dios por la mentira…”, es decir, ídolos, porque “…ουδεν ειδωλον εν κοσμω”, “…un ídolo nada es en el mundo”[7]; “επεστρεψατε προς τον θεον απο των ειδωλων δουλευειν θεω ζωντι και αληθινω”, “…se volvieron hacia Dios de los ídolos, para estar esclavizado y servir al Dios vivo y verdadero”[8].
Algunos sectarios citan este texto para probar que todo el mundo posee una “Luz interior” que le guía, pero todo texto tiene que ser interpretado a la luz de otros textos. La Biblia no enseña que todo el mundo tiene la mente iluminada espiritualmente, aunque no lo quiera. En este mismo contexto, Juan habla de los que rechazan a Cristo. El punto es que Cristo es la verdadera luz, la única fuente de toda luz moral y espiritual para toda la humanidad.
10. 1.10 Para los judíos, Jesucristo era un desconocido, un extranjero que hablaba un idioma desconocido. Ellos esperaban otra clase de Mesías, un guerrero como el rey David que vendría para quitar el yugo de Roma y hacerles independientes otra vez. Y para los gentiles la predicación de Cristo crucificado era locura[9].
11. 1.11 “A lo suyo vino” es un modismo hebreo que significa que “vino a su casa”; probablemente significa que vino a su pueblo, el pueblo escogido de Dios[10], o sea, los que lógicamente debieron recibirlo[11].
El tema de este versículo es el rechazo. No lo recibieron en su propia casa. No le dieron la bienvenida. No aceptaron o no reconocieron que era la persona que profesaba ser[12]. Jesús fue aceptado por los samaritanos[13], buscado por los griegos[14], pero rechazado por los representantes de su propio pueblo. Estos decían que eran hijos de Dios sin Cristo[15].
12. 1.12 No todos lo rechazaron, porque algunos le recibieron[16]. Los que reciben a Cristo creen en Cristo; los que creen en Cristo son los que lo reciben. ¿Qué significa la frase “creen en su nombre”? “En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre…”[17], es decir, los que conocen la verdadera naturaleza de Dios. “Unos confían en sus carros armados, otros en sus caballos; mas nosotros invocaremos el Nombre del Señor nuestro Dios”[18]. Confiamos en Dios porque sabemos quién es y cómo es. Creer en el nombre de Cristo significa creer en su naturaleza, aceptar que Él es Dios y someternos a su voluntad. Creer en su nombre no significa que el hombre es justificado por la fe sola; más bien, equivale a nacer del agua y del Espíritu[19]. Significa obedecer al evangelio. “παντες γαρ υιοι θεου εστε δια της πιστεως εν χριστω ιησου οσοι γαρ εις χριστον εβαπτισθητε χριστον ενεδυσασθε”, “Todos son hijos de Dios porque creen en Cristo Jesús; porque los que fueron sumergidos, de Cristo se vistieron”[20].
¿Qué dirán los que no creen en Él? ¿Que solamente era un buen hombre? Si no es Dios, no es buen hombre, porque dice que es Dios. Los que no creen en Cristo están obligados a explicar la evidencia presentada por Juan y los otros escritores que claramente prueba la deidad de Jesús.
Εξουσιαν: “Privilegio, fuerza, capacidad, competencia, libertad, u objetivamente maestría, concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control, influencia delegada: Autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad”[21].
“ιδετε ποταπην αγαπην δεδωκεν ημιν ο πατηρ ινα τεκνα θεου κληθωμεν…”, “Vean qué clase de amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…”[22]. Todos los hombres somos “του γαρ και γενος εσμεν”, “…somos linaje de Él”[23], pero Juan se refiere a los que son hijos por haber nacido otra vez. Al nacer otra vez imitamos a Dios[24]. El hijo pródigo entendía que no era digno de ser llamado hijo, pero el padre le perdonó y lo recibió como hijo; de esta manera el Padre nos da el derecho de ser hijos si recibimos a Cristo.
Desde luego, esto es por la gracia de Dios, pues el hombre no lo merece. Dios nos da el derecho de ser sus hijos, como nos da la oportunidad para creer[25], nos da el privilegio de arrepentirnos[26], etc. Dios no está obligado a recibirnos como sus hijos[27].
13. 1.13 Este lenguaje excluye todo aspecto del proceso natural de tener hijos. Bajo la ley de Moisés los judíos llegaban a ser hijos de Dios por la generación, es decir, por el nacimiento físico, y creían que de esa misma manera, por ser hijos de Abraham, serían hijos de Dios en el Reino mesiánico[28], pero Juan enfatiza que nuestra relación con Dios no tiene nada que ver con lo físico, sino que se realiza a través del Evangelio de Cristo[29]. Todo nacimiento físico se realiza por la voluntad humana, pero no podemos hacernos hijos de Dios por nuestra propia voluntad, por nuestros propios medios o fuerzas. Muchísimas personas aceptarían ser hijos de Dios si pudieran hacerlo según su propia voluntad.
14. 1.14 “καλεσουσιν το ονομα αυτου εμμανουηλ ο εστιν μεθερμηνευομενον μεθ ημων ο θεος”, “…llamarán su nombre Emanuel, que es traducido: Dios con nosotros”[30]. Para los filósofos griegos era imposible que el Cristo fuera hecho carne, porque creían que el cuerpo es malo, pero los que dicen que Cristo no vino en carne son αντιχριστου “anticristos”[31]. Cristo es Dios y también llegó a ser hombre “γενομενον εκ γυναικος γενομενον”, “habiendo nacido de mujer”[32]. “…ος εφανερωθη εν σαρκι εδικαιωθη εν πνευματι ωφθη αγγελοις εκηρυχθη εν εθνεσιν επιστευθη εν κοσμω ανελημφθη εν δοξη”, “…Quién fue manifestado en carne, declarado recto en Espíritu, fue visto por ángeles, proclamado en las naciones, creído en el cosmos, arrebatado arriba en gloria”[33]. Juan afirma la Deidad de Jesús y la humanidad de Cristo. En Lucas 24.39 y otros textos la palabra “carne” se refiere al cuerpo, pero en este texto la palabra “carne” significa “humanidad”[34]. Al afirmar su humanidad él refuta a los gnósticos o docetistas que decían que Cristo no ocupó un verdadero cuerpo de carne sino que solamente parecía ser humano.
La humanidad de Cristo se observa en los siguientes textos: Juan 4.6-7; 6.53; 8.40; 11.33, 35; 12.27; 13.21; 19.28.
¡Cristo llegó a ser hombre para morir por nosotros! “επει ουν τα παιδια κεκοινωνηκεν αιματος και σαρκος και αυτος παραπλησιως μετεσχεν των αυτων ινα δια του θανατου καταργηση τον το κρατος εχοντα του θανατου τουτ εστιν τον διαβολον και απαλλαξη τουτους οσοι φοβω θανατου δια παντος του ζην ενοχοι ησαν δουλειας”, “Ya que los niñitos han participado en común de la sangre y la carne y Él participó de las mismas cosas, para que a través de la muerte anule la fuerza ejercida por la muerte del Calumniador, y de la libertad a los que por temor de la muerte estaban viviendo en esclavitud”[35]. Logró este propósito al morir por nosotros[36]. Cuando Pablo habla de la justicia y de la obediencia de uno[37], no se refiere a la vida perfecta de Jesús sino a su muerte, un acto de justicia, o de obediencia. Cristo no llevó una vida perfecta para que su obediencia perfecta sea atribuida al creyente, como algunos suponen, sino para ser un sacrificio perfecto para expiar nuestros pecados.
Cristo, siendo Dios, tuvo que ser hombre también para poder ser nuestro Mediador o sumo sacerdote[38]. Esta gran verdad fue enseñada por Pablo: “οτι εν αυτω κατοικει παν το πληρωμα της θεοτητος σωματικως”, “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la naturaleza divina”[39]; “γινωσκετε γαρ την χαριν του κυριου ημων ιησου χριστου οτι δι υμας επτωχευσεν πλουσιος ων ινα υμεις τη εκεινου πτωχεια πλουτησητε”, “…han conocido la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesucristo, que por nosotros llegó a ser pobre siendo rico, para que en su pobreza nosotros fuésemos ricos”[40].
Cristo llegó a ser hombre y murió por nosotros para dejarnos un ejemplo perfecto de cómo humillarnos para que Dios nos exalte[41]. “ος εν μορφη θεου υπαρχων ουχ αρπαγμον ηγησατο το ειναι ισα θεω αλλα εαυτον εκενωσεν μορφην δουλου λαβων εν ομοιωματι ανθρωπων γενομενος”, “quien tenía la forma de Dios, no lo consideró para que violentamente se despojara a él mismo y viniera a tomando forma de esclavo, haciéndose semejante a los hombres”[42]. Es importante que se entienda que la expresión “se despojara a él mismo”se refiere a la encarnación de Cristo, y que de ninguna manera dejó de ser igual a Dios.
[1] Juan 5.35.
[2] Juan 8.12; 9.5; 12.46.
[3] Mateo 11.11.
[4] Mateo 3.5; 21.26.
[5] Juan 1.19-27; Lucas 3.15.
[6] Hechos 19.1-3.
[7] 1 Corintios 8.4.
[8] 1 Tesalonicenses 1.9.
[9] 1 Corintios 1.23.
[10] Deuteronomio 7.6.
[11] Mateo 15.24.
[12] Mateo 13.57-58; 15.24; 21.33-46; 23.37; Lucas 4.28; 19.41; 20.14.
[13] Juan 4.
[14] Juan 12.20.
[15] Juan 8.42-47.
[16] Juan 4.45; Mateo 10.41; Hechos 13.48.
[17] Salmos 9.10 NBLH.
[18] Salmos 20.7 Felix Torres Amat.
[19] Juan 3.3-5.
[20] Gálatas 3.26-27.
[21] Strong 1849.
[22] 1 Juan 3.1.
[23] Hechos 17.28.
[24] Mateo 5.45; Efesios 5.1.
[25] Hechos 14.27.
[26] Hechos 11.18.
[27] Efesios 2.8.
[28] Mateo 3.8-10; Juan 8.31-44.
[29] Juan 3.1-5.
[30] Mateo 1.23.
[31] 1 Juan 4.1-3.
[32] Gálatas 4.4.
[33] 1 Timoteo 3.16.
[34] Mateo 16.17; 24.22; Romanos 3.20; 1 Corintios 1.29; Gálatas 1.16.
[35] Hebreos 2.14-15.
[36] Juan 10.5-12.
[37] Romanos 5.18-19
[38] Hebreos 2.18; 4.15; 7.26; 1 Timoteo 2.5.
[39] Colosenses 2.9.
[40] 2 Corintios 8.9.
[41] Filipenses 2.5-11.
[42] Filipenses 2.6-7.