Capítulo 2
II. Pablo explica el Día del Señor (2.1-17).
A. Los sucesos que anteceden el Día del Señor (2.1-12).
1. Una apostasía
2.1-3 En la sección anterior cerramos con la oración de Pablo por los tesalonicenses, y esta nueva sección comienza con un ruego, no dirigido al Señor sino a los creyentes.
El tema que se va a tratar debe ser tocado con tacto, por lo que Pablo pide que no se dejen influir fácilmente. El tema es la reunión con el Señor Jesús, algo que ya había causado problemas entre los de Tesalónica[1] y había producido que algunos comenzaran a enseñar de manera errada. Por eso Pablo les pide que no se dejen mover fácilmente, porque pueden perder el equilibrio y caer. Tampoco deben caer en alboroto. No puedo olvidar cuando en los años 80, cuando se anunció la conjunción de todos los planetas del Sistema Solar, como la gente, pensando que era el fin del mundo, acudió en cantidades inusitadas a todos los edificios de las diferentes congregaciones de todas las denominaciones, alborotados por una mala interpretación.
Dice Pablo que no deben dejarse mover por algún espíritu, no refiriéndose a algún tipo de aparición, sino a personas que decían poseer el don de profecía que vinieran en el nombre del Señor anunciando alguna catástrofe. Ni por palabra, diciendo quizá que alguno de los Enviados había dicho alguna cosa sobre el tema. Ni por carta falsa diciendo que era de Pablo, ya que es posible que hubiesen algunos que falsificaran un escrito diciendo que era de Pablo, por lo que él debe aclarar que no había escrito nada diciendo que el Señor Jesús había vuelto.
No debían dejarse seducir, es decir, que no debían permitir que les manipularan el pensamiento de tal manera que dejaran de lado la verdad. Antes de la venida del Señor tendría que llegar la apostasía, palabra que proviene del latín apostasĭa, y este del griego απoστασία, y es la negación, renuncia o abjuración a la fe en una religión. La misma palabra tiene otros significados: Es también la salida o abandono irregular de una orden religiosa o instituto; el acto del clérigo que prescinde usualmente de su condición, incumpliendo sus obligaciones clericales; o, de modo más general, el abandono de un partido para entrar en otro, o el cambio de opinión o doctrina[2]. Esto quiere decir que contrario a lo que enseñan los mileniaristas de hoy, el hombre de pecado es una persona o entidad que antes fue parte de la verdadera Iglesia, no como ellos quieren hacer ver que es un personaje político. La apostasía solo puede provenir de la Iglesia del Señor y esta comenzó cuando en el siglo IV, tras el edicto de Milán, la Iglesia comenzó el proceso que le fue cambiando hasta convertirse en la Iglesia Católica Romana en el siglo VI. Cualquier cambio que se haga en el modelo bíblico llevará a apostasía, pero presentamos una serie de cambios que se han dado a través de la historia que han sido fuente de la apostasía:
a. Los obispos ejercitan soberanía sobre los ancianos. Siglo II.
b. El “bautismo infantil” es mencionado por primera vez. 150 d.C.
c. Ritos paganos como velas, incienso, vestimentas, etc., son añadidos al culto cristiano. Siglo III.
d. El Concilio Ecuménico de Nicea redacta el primer credo. 325 d.C.
e. El cristianismo es nombrado como la religión del Estado. 394 d.C.
f. El celibato es promovido. 405 d.C.
g. Se le concede a María el título “Madre de Dios”. 431 d.C.
h. Se instituye la confesión auricular. 457 d.C.
i. La Cena del Señor se convirtió en una misa, un sacrificio. Siglo VI.
j. El nacimiento del papado. Cerca del año 606 d.C.
k. La adoración de imágenes es legalizada. 800 d.C.
l. El celibato es hecho obligatorio. 1123 d.C.
m. Se crea la doctrina de las indulgencias. 1164 d.C.
n. Se crea la doctrina de la transubstanciación. 1215 d.C.
o. Se autoriza la aspersión en lugar de la inmersión. 1311 d.C.
p. Se deja de repartir el jugo de uva al pueblo y solo es tomado por el clero. 1414 d.C.
q. Se oficializa la doctrina del purgatorio. 1438 d.C.
r. La tradición es equiparada con las Escrituras. 1545 d.C.
s. Los libros apócrifos son añadidos a la Biblia. 1546 d.C.
t. Se crea la doctrina de la predestinación. 1610 d.C.
u. Se crea la doctrina de la concepción inmaculada de María. 1854 d.C.
v. Nacimiento del adventismo del sétimo día. 1863.
w. Se crea la doctrina de la infalibilidad del Papa. 1870 d.C.
x. Nacimiento del russellismo. 1870 d.C.
y. Nacimiento del pentecostalismo. 1901 d.C.
z. Se crea la doctrina de la asunción corporal de María al cielo. 1950 d.C.
Estas son solo unas pocas de las muestras de apostasía que encontramos a través de la historia, pero son innumerables y algunas de ellas son tan escandalosas que asustan al más valiente.
La apostasía no era algo que iba a producirse en un solo momento, sino que iba a llegar paulatinamente, y que iba a producir no solo un hombre que viola la ley, como lo es el Papa, sino que iban a producirse muchos más. Ahora bien, este hombre, que en realidad es el representante de todos aquellos que han apostatado de la fe, no son el “anticristo”, ya que este nunca se ha identificado como creyente en Cristo, por lo tanto no puede ser apóstata, sino que es todo aquel que se opone a Cristo, y como representante principal tenemos a la Sociedad de Tratados, mejor conocida con el nombre de “Testigos de Jehová” y que aquí nos referimos como russellistas, quienes tratan de quitar la gloria a Cristo, bajándole a la categoría de “un dios”. Hay otros anticristos en la actualidad como los “Jesús Solo”, que enseñan que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una misma persona.
El hombre que viola la Ley se destaca porque:
a. Se opone a Dios.
b. Se levanta contra Dios.
c. Se sienta en el Templo de Dios.
d. Se hace llamar “dios”.
e. Es detenido por una Fuerza que se le oponía cuando Pablo escribió la epístola.
f. Continuará existiendo hasta el día en que el Señor regrese, por lo que no puede ser un hombre.
g. Será destruido por el Señor.
h. Manifiesta su poder con señales y milagros mentirosos.
i. Es un engañador.
2. El hombre de pecado
2.4-5 El papado manifiesta muchas de las características de este hombre que viola la Ley, porque aunque se dice ser cristiano, con sus hechos se opone directamente al cristianismo y se levanta sobre Cristo, haciendo que los hombres adoren a un hombre como si fuese Dios y él mismo se declara ser un dios, ya que se hace llamar el “vicario de Cristo”, ya que la palabra “vicario” significa “el que toma el lugar de otro”, con lo que por las mismas palabras del Papa, él tomó el lugar que le corresponde a Cristo.
Pablo lo había comentado con los de Tesalónica anteriormente porque él quería que todos estuviesen al tanto de lo que venía. En el Señor no debe haber ningún secreto o doctrina privada para solo algunos.
3. Lo que lo limita
2.6-7 Según los pentecostales y otros evangélicos, lo que retiene al hombre que viola la Ley es el Espíritu Santo, pero teniendo en cuenta que este no es el anticristo, ni que es un personaje único, podemos decir que lo único que podía detener a alguien que quisiera llenar todas las características del hombre que viola la Ley, era que el Imperio Romano se alzaba en ese momento por sobre todo; pero cuando Roma cayó con sus emperadores dioses, los obispos romanos corrieron a reclamar sus títulos y a declararse dioses a sí mismos.
4. El regreso de Cristo.
2.8-12 Curiosamente el único escritor neotestamentario que habla del “anticristo” es Juan, a pesar de todo el esfuerzo que hacen los comentaristas de tratar de calzar a este violador de la Ley con el otro personaje. Cuando Juan se refiere al anticristo, está hablando de todos los que se oponen a Cristo, no de un personaje único, mientras que cuando Pablo habla del violador de la Ley, habla de alguien que aunque se supone que es proclamador de la fe, en realidad es enemigo de esta, y que el papado llena una y otra vez.
Este violador de la Ley no tiene poder por sí solo, sino que este le será dado por el Adversario, y aquí la idea que tienen los pentecostales y carismáticos de que si hay milagros debe ser de Dios, se viene al suelo, ya que Satanás ha manifestado su poder con milagros a través de la historia, tal y como lo enseñan diversos pasaje de las Escrituras[3]. ¡No es cierto que los milagros demuestren que esa persona o esa congregación sean de Dios! Si bien es cierto que tanto Cristo como los Enviados hicieron milagros, estos se acabaron poco tiempo después de morir Juan el Enviado. En la actualidad, los milagros son hechos solo cuando Dios quiere mostrar su misericordia, ya no son hechos como lo fueron en el siglo I. Pero, ¿acaso los milagros hechos en Lourdes, Guatemala, Cartago y en México no son señal de que Dios obra a través de la Iglesia Católica? Y ¿qué de los milagros hechos a través de las campañas de sanidad que recorren el mundo? Nótese que el Espíritu Santo habla en este pasaje de las obras poderosas, las señales y los portentos que son hechos por la mano de Satanás, así que no debe extrañarnos que hoy día los milagros sigan viéndose en ciertos lugares y ejecutados por personas que han demostrado tener muy poca moral.
Aquí debemos de analizar también lo que sigue diciendo la Palabra: Estos prodigios son hechos para engañar a los que serán destruidos que prefieren la mentira a la verdad. Son para enredar más a los que aman los espectáculos a obedecer el Evangelio de verdad.
Por cuanto estas personas no desean obedecer la verdad, Dios permite que el error se multiplique, y así son muchos los que prefieren seguir la mentira. Es lamentable ver que incluso las Iglesias de Cristo se han inclinado para seguir la mentira y el error, olvidándose del amor por la verdad, resultando en apostasía. ¿Cómo ocurre esto? Cuando los miembros de la Iglesia comienzan a inclinarse por lo que la mayoría considera bueno, aunque no sea bíblico; cuando se deja del lado el estudio serio para darle campo a lo que llamo “estudio light”, simplemente porque los cristianos no quieren parecer extremistas y desean verse “normales”. Me da pesar escuchar a miembros de la Iglesia preguntando por el signo zodiacal de fulano o zutano, o construyendo su casa siguiendo los principios del fen chui, y en cuanto a los temas bíblicos son ignorantes.
Hay quienes andan enseñando que la verdad no es absoluta, por lo que hay que ser tolerantes con las enseñanzas aunque estas se opongan directamente a las Escrituras. Hay quienes consideran que los rusellistas están haciendo el bien porque salen de casa en casa propagando sus enseñanzas, aunque estas sean falsas, simplemente porque afirman que ellos por lo menos van brindando las Escrituras a la gente, sin tomar en cuenta que sus Biblias fueron alteradas y ya no dicen lo que Dios pronunció. Muchos, incluso cristianos, consideran que no es correcto rechazarles cuando llegan a dejar su literatura a nuestra puerta, pero yo pregunto: ¿Ha llegado usted a la puerta de uno de los russellistas a predicarles el Evangelio? ¿Cómo le han tratado? Yo lo he hecho, y no hay otro sectario más grosero que el russellista. He sido atendido por católicos que aunque sea de manera temerosa han recibido la literatura; los evangélicos por lo general están dispuestos a escuchar y algunos hasta aceptan estudiar algún pasaje; los pentecostales reciben todo de todos; los mormones son muy cultos y aunque no aceptan estudiar, por lo general reciben la literatura; los adventistas no tienen temor de recibirle a uno la literatura siempre y cuando uno reciba también un folleto; pero los russellistas son agresivos y groseros, ya que no solo no le reciben a uno nada, sino que son ofensivos, ellos están saturados de tanta mentira que no pueden aceptar nada que no tenga el sello de la Watchtower, se los tienen prohibido, por lo que pregunto: ¿Por qué debo tolerarles y recibirles sus falsas enseñanzas si ellos se niegan a recibir la verdad?
Veo en Pablo un hombre muy tolerante en el sentido que él acepta la ignorancia en los ignorantes, él no teme decir a los atenienses: “Atenienses, en todo os veo muy religiosos. “Porque al pasar y observar los monumentos de vuestro culto, hallé también un altar con la inscripción: “Al Dios desconocido”. A ése, que vosotros honráis sin conocerlo, os anuncio yo”[4]. Quizá más de un predicador moderno no hubiese dudado en censurar a los atenienses por sus ídolos y haberles tratado de forzar a quitarlos, pero Pablo prefiere utilizar un punto en común para poder predicarles la verdad. Y es que en eso consiste la tolerancia, no en dejar a los demás en la ignorancia, sino en que a partir de un punto en común vamos a mostrar la verdad.
¡La verdad de Dios es absoluta! La verdad de Dios no permite cambios. Cristo no estableció 4 mil iglesias diferentes para que cada cual fuese a la que más le gustara. El Evangelio no da lugar para pensar que los requisitos, preceptos y mandatos puedan ser modificados a través del tiempo. No hay un solo pasaje en el Nuevo Testamento que nos haga hacer pensar que Pablo era un machista y que por ello en el siglo XXI si es correcto tener mujeres como “pastoras”. No hay ninguna enseñanza que nos haga pensar que los cristianos de los siglos I al V no utilizaban instrumentos mecánicos para la música porque eran perseguidos, pero que luego si se podrían usar. No existe un pasaje que me enseñe que los predicadores pueden establecerse en una congregación para pasar toda su vida en ella sin haber formado un cuerpo de ancianos y diáconos.
La culpa de estar recibiendo mentiras, aunque es culpa de los que las enseñan, también lo es de quienes las reciben sin protestar. Hay 4 mil grupos más o menos haciéndose llamar la verdadera Iglesia, pero si cada persona se preguntara si cumplen con el ejemplo bíblico, no recibirían fondos y tendrían que cerrar. Pero la gente es feliz escuchando las mentiras de estos falsos, y por ello se desprenden hasta de lo que no tienen para sostener a esos apóstatas.
B. El alivio del creyente en el Día del Señor
2.13-17 Para los calvinistas este pasaje es una prueba de la doctrina de la predestinación, porque tuercen la enseñanza de que también el Evangelio era para los gentiles y que pare ellos también estará abierta la puerta al Cielo. Así Dios lo había determinado desde antes de la fundación del mundo, pero los judíos, al igual que los calvinistas, habían llegado a creer que ellos eran los elegidos de Dios y únicos merecedores de la salvación.
¿Cómo puede un ser santificado? La Palabra de Dios es el medio que utiliza Dios para comunicarse con el hombre, esta fue traída por medio del Espíritu Santo, así que es a través de ella que somos santificados, es decir, que somos apartados del pecado.
Dios nos llama por medio del Evangelio con el propósito único de darnos la salvación, que se obtiene al escuchar la Palabra de Dios, creerla, arrepentirse del pecado, confesar a Jesús como Señor y Salvador, bajar a las aguas y vivir en santidad. Esto es una oportunidad para todos los que escuchen las buenas nuevas, contrario a lo que enseñan los calvinistas quienes creen que Dios solo tiene a cierto número de elegidos, por lo que si una persona está en ese número, aunque sea un depravado, antes de morir tendrá una oportunidad para arrepentirse y se salvará, mientras que alguien que ha vivido en santidad, en el último momento pecará y se perderá.
Mantenerse firmes no significa que debo quedarme en una congregación de por vida, aunque en ella se tuerza la Palabra, sino que debo estar toda mi vida sujeto a aquello que se me enseñó de acuerdo a las Escrituras. Si bien es cierto en el siglo I las enseñanzas apostólicas eran pasadas de manera oral, más adelante fueron plasmadas en el Nuevo Testamento, por lo que no hay ninguna enseñanza fuera de este que deba ser dada a la Iglesia. Hay documentos muy antiguos a los que a sus autores se les ha llamado los “padres de la Iglesia”, y como documentos históricos tienen su valor, pero no pueden ser puestos a la misma altura que el Nuevo Testamento.
Termina el pasaje con una hermosa bendición.
[1] 1 Tesalonicenses 4.13.
[2] Wikipedia. Apostasía.
[3] Éxodo 7.11-12; Deuteronomio 13.1; Mateo 7.22, 24.24
[4] Hechos 17.23.
A. Los sucesos que anteceden el Día del Señor (2.1-12).
1. Una apostasía
2.1-3 En la sección anterior cerramos con la oración de Pablo por los tesalonicenses, y esta nueva sección comienza con un ruego, no dirigido al Señor sino a los creyentes.
El tema que se va a tratar debe ser tocado con tacto, por lo que Pablo pide que no se dejen influir fácilmente. El tema es la reunión con el Señor Jesús, algo que ya había causado problemas entre los de Tesalónica[1] y había producido que algunos comenzaran a enseñar de manera errada. Por eso Pablo les pide que no se dejen mover fácilmente, porque pueden perder el equilibrio y caer. Tampoco deben caer en alboroto. No puedo olvidar cuando en los años 80, cuando se anunció la conjunción de todos los planetas del Sistema Solar, como la gente, pensando que era el fin del mundo, acudió en cantidades inusitadas a todos los edificios de las diferentes congregaciones de todas las denominaciones, alborotados por una mala interpretación.
Dice Pablo que no deben dejarse mover por algún espíritu, no refiriéndose a algún tipo de aparición, sino a personas que decían poseer el don de profecía que vinieran en el nombre del Señor anunciando alguna catástrofe. Ni por palabra, diciendo quizá que alguno de los Enviados había dicho alguna cosa sobre el tema. Ni por carta falsa diciendo que era de Pablo, ya que es posible que hubiesen algunos que falsificaran un escrito diciendo que era de Pablo, por lo que él debe aclarar que no había escrito nada diciendo que el Señor Jesús había vuelto.
No debían dejarse seducir, es decir, que no debían permitir que les manipularan el pensamiento de tal manera que dejaran de lado la verdad. Antes de la venida del Señor tendría que llegar la apostasía, palabra que proviene del latín apostasĭa, y este del griego απoστασία, y es la negación, renuncia o abjuración a la fe en una religión. La misma palabra tiene otros significados: Es también la salida o abandono irregular de una orden religiosa o instituto; el acto del clérigo que prescinde usualmente de su condición, incumpliendo sus obligaciones clericales; o, de modo más general, el abandono de un partido para entrar en otro, o el cambio de opinión o doctrina[2]. Esto quiere decir que contrario a lo que enseñan los mileniaristas de hoy, el hombre de pecado es una persona o entidad que antes fue parte de la verdadera Iglesia, no como ellos quieren hacer ver que es un personaje político. La apostasía solo puede provenir de la Iglesia del Señor y esta comenzó cuando en el siglo IV, tras el edicto de Milán, la Iglesia comenzó el proceso que le fue cambiando hasta convertirse en la Iglesia Católica Romana en el siglo VI. Cualquier cambio que se haga en el modelo bíblico llevará a apostasía, pero presentamos una serie de cambios que se han dado a través de la historia que han sido fuente de la apostasía:
a. Los obispos ejercitan soberanía sobre los ancianos. Siglo II.
b. El “bautismo infantil” es mencionado por primera vez. 150 d.C.
c. Ritos paganos como velas, incienso, vestimentas, etc., son añadidos al culto cristiano. Siglo III.
d. El Concilio Ecuménico de Nicea redacta el primer credo. 325 d.C.
e. El cristianismo es nombrado como la religión del Estado. 394 d.C.
f. El celibato es promovido. 405 d.C.
g. Se le concede a María el título “Madre de Dios”. 431 d.C.
h. Se instituye la confesión auricular. 457 d.C.
i. La Cena del Señor se convirtió en una misa, un sacrificio. Siglo VI.
j. El nacimiento del papado. Cerca del año 606 d.C.
k. La adoración de imágenes es legalizada. 800 d.C.
l. El celibato es hecho obligatorio. 1123 d.C.
m. Se crea la doctrina de las indulgencias. 1164 d.C.
n. Se crea la doctrina de la transubstanciación. 1215 d.C.
o. Se autoriza la aspersión en lugar de la inmersión. 1311 d.C.
p. Se deja de repartir el jugo de uva al pueblo y solo es tomado por el clero. 1414 d.C.
q. Se oficializa la doctrina del purgatorio. 1438 d.C.
r. La tradición es equiparada con las Escrituras. 1545 d.C.
s. Los libros apócrifos son añadidos a la Biblia. 1546 d.C.
t. Se crea la doctrina de la predestinación. 1610 d.C.
u. Se crea la doctrina de la concepción inmaculada de María. 1854 d.C.
v. Nacimiento del adventismo del sétimo día. 1863.
w. Se crea la doctrina de la infalibilidad del Papa. 1870 d.C.
x. Nacimiento del russellismo. 1870 d.C.
y. Nacimiento del pentecostalismo. 1901 d.C.
z. Se crea la doctrina de la asunción corporal de María al cielo. 1950 d.C.
Estas son solo unas pocas de las muestras de apostasía que encontramos a través de la historia, pero son innumerables y algunas de ellas son tan escandalosas que asustan al más valiente.
La apostasía no era algo que iba a producirse en un solo momento, sino que iba a llegar paulatinamente, y que iba a producir no solo un hombre que viola la ley, como lo es el Papa, sino que iban a producirse muchos más. Ahora bien, este hombre, que en realidad es el representante de todos aquellos que han apostatado de la fe, no son el “anticristo”, ya que este nunca se ha identificado como creyente en Cristo, por lo tanto no puede ser apóstata, sino que es todo aquel que se opone a Cristo, y como representante principal tenemos a la Sociedad de Tratados, mejor conocida con el nombre de “Testigos de Jehová” y que aquí nos referimos como russellistas, quienes tratan de quitar la gloria a Cristo, bajándole a la categoría de “un dios”. Hay otros anticristos en la actualidad como los “Jesús Solo”, que enseñan que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una misma persona.
El hombre que viola la Ley se destaca porque:
a. Se opone a Dios.
b. Se levanta contra Dios.
c. Se sienta en el Templo de Dios.
d. Se hace llamar “dios”.
e. Es detenido por una Fuerza que se le oponía cuando Pablo escribió la epístola.
f. Continuará existiendo hasta el día en que el Señor regrese, por lo que no puede ser un hombre.
g. Será destruido por el Señor.
h. Manifiesta su poder con señales y milagros mentirosos.
i. Es un engañador.
2. El hombre de pecado
2.4-5 El papado manifiesta muchas de las características de este hombre que viola la Ley, porque aunque se dice ser cristiano, con sus hechos se opone directamente al cristianismo y se levanta sobre Cristo, haciendo que los hombres adoren a un hombre como si fuese Dios y él mismo se declara ser un dios, ya que se hace llamar el “vicario de Cristo”, ya que la palabra “vicario” significa “el que toma el lugar de otro”, con lo que por las mismas palabras del Papa, él tomó el lugar que le corresponde a Cristo.
Pablo lo había comentado con los de Tesalónica anteriormente porque él quería que todos estuviesen al tanto de lo que venía. En el Señor no debe haber ningún secreto o doctrina privada para solo algunos.
3. Lo que lo limita
2.6-7 Según los pentecostales y otros evangélicos, lo que retiene al hombre que viola la Ley es el Espíritu Santo, pero teniendo en cuenta que este no es el anticristo, ni que es un personaje único, podemos decir que lo único que podía detener a alguien que quisiera llenar todas las características del hombre que viola la Ley, era que el Imperio Romano se alzaba en ese momento por sobre todo; pero cuando Roma cayó con sus emperadores dioses, los obispos romanos corrieron a reclamar sus títulos y a declararse dioses a sí mismos.
4. El regreso de Cristo.
2.8-12 Curiosamente el único escritor neotestamentario que habla del “anticristo” es Juan, a pesar de todo el esfuerzo que hacen los comentaristas de tratar de calzar a este violador de la Ley con el otro personaje. Cuando Juan se refiere al anticristo, está hablando de todos los que se oponen a Cristo, no de un personaje único, mientras que cuando Pablo habla del violador de la Ley, habla de alguien que aunque se supone que es proclamador de la fe, en realidad es enemigo de esta, y que el papado llena una y otra vez.
Este violador de la Ley no tiene poder por sí solo, sino que este le será dado por el Adversario, y aquí la idea que tienen los pentecostales y carismáticos de que si hay milagros debe ser de Dios, se viene al suelo, ya que Satanás ha manifestado su poder con milagros a través de la historia, tal y como lo enseñan diversos pasaje de las Escrituras[3]. ¡No es cierto que los milagros demuestren que esa persona o esa congregación sean de Dios! Si bien es cierto que tanto Cristo como los Enviados hicieron milagros, estos se acabaron poco tiempo después de morir Juan el Enviado. En la actualidad, los milagros son hechos solo cuando Dios quiere mostrar su misericordia, ya no son hechos como lo fueron en el siglo I. Pero, ¿acaso los milagros hechos en Lourdes, Guatemala, Cartago y en México no son señal de que Dios obra a través de la Iglesia Católica? Y ¿qué de los milagros hechos a través de las campañas de sanidad que recorren el mundo? Nótese que el Espíritu Santo habla en este pasaje de las obras poderosas, las señales y los portentos que son hechos por la mano de Satanás, así que no debe extrañarnos que hoy día los milagros sigan viéndose en ciertos lugares y ejecutados por personas que han demostrado tener muy poca moral.
Aquí debemos de analizar también lo que sigue diciendo la Palabra: Estos prodigios son hechos para engañar a los que serán destruidos que prefieren la mentira a la verdad. Son para enredar más a los que aman los espectáculos a obedecer el Evangelio de verdad.
Por cuanto estas personas no desean obedecer la verdad, Dios permite que el error se multiplique, y así son muchos los que prefieren seguir la mentira. Es lamentable ver que incluso las Iglesias de Cristo se han inclinado para seguir la mentira y el error, olvidándose del amor por la verdad, resultando en apostasía. ¿Cómo ocurre esto? Cuando los miembros de la Iglesia comienzan a inclinarse por lo que la mayoría considera bueno, aunque no sea bíblico; cuando se deja del lado el estudio serio para darle campo a lo que llamo “estudio light”, simplemente porque los cristianos no quieren parecer extremistas y desean verse “normales”. Me da pesar escuchar a miembros de la Iglesia preguntando por el signo zodiacal de fulano o zutano, o construyendo su casa siguiendo los principios del fen chui, y en cuanto a los temas bíblicos son ignorantes.
Hay quienes andan enseñando que la verdad no es absoluta, por lo que hay que ser tolerantes con las enseñanzas aunque estas se opongan directamente a las Escrituras. Hay quienes consideran que los rusellistas están haciendo el bien porque salen de casa en casa propagando sus enseñanzas, aunque estas sean falsas, simplemente porque afirman que ellos por lo menos van brindando las Escrituras a la gente, sin tomar en cuenta que sus Biblias fueron alteradas y ya no dicen lo que Dios pronunció. Muchos, incluso cristianos, consideran que no es correcto rechazarles cuando llegan a dejar su literatura a nuestra puerta, pero yo pregunto: ¿Ha llegado usted a la puerta de uno de los russellistas a predicarles el Evangelio? ¿Cómo le han tratado? Yo lo he hecho, y no hay otro sectario más grosero que el russellista. He sido atendido por católicos que aunque sea de manera temerosa han recibido la literatura; los evangélicos por lo general están dispuestos a escuchar y algunos hasta aceptan estudiar algún pasaje; los pentecostales reciben todo de todos; los mormones son muy cultos y aunque no aceptan estudiar, por lo general reciben la literatura; los adventistas no tienen temor de recibirle a uno la literatura siempre y cuando uno reciba también un folleto; pero los russellistas son agresivos y groseros, ya que no solo no le reciben a uno nada, sino que son ofensivos, ellos están saturados de tanta mentira que no pueden aceptar nada que no tenga el sello de la Watchtower, se los tienen prohibido, por lo que pregunto: ¿Por qué debo tolerarles y recibirles sus falsas enseñanzas si ellos se niegan a recibir la verdad?
Veo en Pablo un hombre muy tolerante en el sentido que él acepta la ignorancia en los ignorantes, él no teme decir a los atenienses: “Atenienses, en todo os veo muy religiosos. “Porque al pasar y observar los monumentos de vuestro culto, hallé también un altar con la inscripción: “Al Dios desconocido”. A ése, que vosotros honráis sin conocerlo, os anuncio yo”[4]. Quizá más de un predicador moderno no hubiese dudado en censurar a los atenienses por sus ídolos y haberles tratado de forzar a quitarlos, pero Pablo prefiere utilizar un punto en común para poder predicarles la verdad. Y es que en eso consiste la tolerancia, no en dejar a los demás en la ignorancia, sino en que a partir de un punto en común vamos a mostrar la verdad.
¡La verdad de Dios es absoluta! La verdad de Dios no permite cambios. Cristo no estableció 4 mil iglesias diferentes para que cada cual fuese a la que más le gustara. El Evangelio no da lugar para pensar que los requisitos, preceptos y mandatos puedan ser modificados a través del tiempo. No hay un solo pasaje en el Nuevo Testamento que nos haga hacer pensar que Pablo era un machista y que por ello en el siglo XXI si es correcto tener mujeres como “pastoras”. No hay ninguna enseñanza que nos haga pensar que los cristianos de los siglos I al V no utilizaban instrumentos mecánicos para la música porque eran perseguidos, pero que luego si se podrían usar. No existe un pasaje que me enseñe que los predicadores pueden establecerse en una congregación para pasar toda su vida en ella sin haber formado un cuerpo de ancianos y diáconos.
La culpa de estar recibiendo mentiras, aunque es culpa de los que las enseñan, también lo es de quienes las reciben sin protestar. Hay 4 mil grupos más o menos haciéndose llamar la verdadera Iglesia, pero si cada persona se preguntara si cumplen con el ejemplo bíblico, no recibirían fondos y tendrían que cerrar. Pero la gente es feliz escuchando las mentiras de estos falsos, y por ello se desprenden hasta de lo que no tienen para sostener a esos apóstatas.
B. El alivio del creyente en el Día del Señor
2.13-17 Para los calvinistas este pasaje es una prueba de la doctrina de la predestinación, porque tuercen la enseñanza de que también el Evangelio era para los gentiles y que pare ellos también estará abierta la puerta al Cielo. Así Dios lo había determinado desde antes de la fundación del mundo, pero los judíos, al igual que los calvinistas, habían llegado a creer que ellos eran los elegidos de Dios y únicos merecedores de la salvación.
¿Cómo puede un ser santificado? La Palabra de Dios es el medio que utiliza Dios para comunicarse con el hombre, esta fue traída por medio del Espíritu Santo, así que es a través de ella que somos santificados, es decir, que somos apartados del pecado.
Dios nos llama por medio del Evangelio con el propósito único de darnos la salvación, que se obtiene al escuchar la Palabra de Dios, creerla, arrepentirse del pecado, confesar a Jesús como Señor y Salvador, bajar a las aguas y vivir en santidad. Esto es una oportunidad para todos los que escuchen las buenas nuevas, contrario a lo que enseñan los calvinistas quienes creen que Dios solo tiene a cierto número de elegidos, por lo que si una persona está en ese número, aunque sea un depravado, antes de morir tendrá una oportunidad para arrepentirse y se salvará, mientras que alguien que ha vivido en santidad, en el último momento pecará y se perderá.
Mantenerse firmes no significa que debo quedarme en una congregación de por vida, aunque en ella se tuerza la Palabra, sino que debo estar toda mi vida sujeto a aquello que se me enseñó de acuerdo a las Escrituras. Si bien es cierto en el siglo I las enseñanzas apostólicas eran pasadas de manera oral, más adelante fueron plasmadas en el Nuevo Testamento, por lo que no hay ninguna enseñanza fuera de este que deba ser dada a la Iglesia. Hay documentos muy antiguos a los que a sus autores se les ha llamado los “padres de la Iglesia”, y como documentos históricos tienen su valor, pero no pueden ser puestos a la misma altura que el Nuevo Testamento.
Termina el pasaje con una hermosa bendición.
[1] 1 Tesalonicenses 4.13.
[2] Wikipedia. Apostasía.
[3] Éxodo 7.11-12; Deuteronomio 13.1; Mateo 7.22, 24.24
[4] Hechos 17.23.