Capítulo 5
6. Descripción del Día
del Señor.
5.1-11 Para Pablo el tema del retorno de Jesús era importante, por lo que continúa con él. Ya había enseñado acerca de los que habían muerto y sobre su esperanza, ahora trata sobre la importancia de estar preparados para este evento. Ya les había enseñado que Jesús volvería, así que ellos no tenían necesidad que les hablara más sobre esto, o que se pusieran a hacer cálculos, como los que hacen muchos, sobre cuándo será la venida del Señor[1]. Lo importante no es cuándo vendrá, sino saber que vendrá y que nosotros le estamos esperando viviendo en santidad, ya que tampoco sabemos si estaremos vivos o ya habremos muerto cuando Cristo regrese.
Uno de los grandes anhelos de casi toda la humanidad es que hubiese paz y seguridad. Ese es el caballito de batalla de todos los políticos en todos los países, pero nunca en toda la historia de la humanidad se ha logrado una época tal desde que los padres cayeron en pecado en el huerto del Edén.
En el siglo XX se vivieron las siguientes guerras y revoluciones:
Guerras de los Bóers (1899-1902)
Guerra de los mil días (1899-1903)
Guerra ruso-japonesa (1904-1905)
Revolución mexicana (1910-1917)
Guerra del Rif (1911-1927)
Guerras de los Balcanes (1912-1913)
Primera Guerra Mundial (1914-1918)
Genocidio armenio en Armenia (1915-1923)
Revolución rusa (1917-1921)
Revolución de Noviembre en Alemania (1918-1919)
Guerra civil china (1927-1950)
Guerra colombo-peruana (1932-1933)
Guerra del Chaco (1932-1935)
Guerra Civil Española (1936-1939)
Segunda Guerra Chino-Japonesa (1937-1945)
Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
Guerra peruano-ecuatoriana (1941-1942)
Guerra Fría (1945-1991)
Guerra de Indochina (1946-1954)
Primera guerra árabe-israelí (1948)
Revolución de Costa Rica (1948)
Guerra de Corea (1950-1953)
Guerra de Argelia (1954-1962)
Primera guerra civil sudanesa (1955-1972)
Guerra de Suez (1956)
Revolución cubana (1956-1959)
Guerra de Sidi Ifni (1957-1958)
Crisis del Congo (1960-1965)
Guerra civil de Guatemala (1960-1996)
Conflicto armado colombiano (1964-presente)
Guerra de Vietnam (1965-1975)
Guerra de los Seis Días (1967)
Guerra civil nigeriana (1967-1970)
Guerra de Yom Kipur (1973)
Genocidio camboyano (1975 - 1979)
Guerra civil libanesa (1975-1989)
Guerra de Afganistán (1978-1992)
Revolución Sandinista (1979 - 1990)
Guerra Irán Irak (1980-1988)
Guerra Civil de El Salvador (1980-1992)
Conflicto armado interno en el Perú (1980-2000)
Guerra de las Malvinas (1982)
Segunda guerra civil sudanesa (1983-2005)
Guerra Civil de Sri Lanka (1983-2009)
Guerra del Golfo (1990-1991)
Guerra de los Diez Días (1991)
Guerra Croata de Independencia (1991-1995)
Guerra Civil Argelina (1991-2002)
Guerras yugoslavas (1991-2001)
Guerra de Bosnia (1992-1995)
Genocidio ruandés (1994)
Primera guerra chechena (1994-1996)
Genocidio congoleño (1994-2002)
Guerra del Cenepa (1995)
Primera guerra del Congo (1996-1997)
Guerra civil nepalesa (1996-2006)
Guerra entre Etiopía y Eritrea (1998-2000)
Segunda guerra del Congo (1998-2003)
Guerra de Kosovo (1999)
Conflicto de Ituri (1999-2006)
Segunda guerra chechena (1999-2009)
Y en el siglo XXI:
Intifada de Al-Aqsa (2000-2005)
Guerra en Afganistán (2001-presente)
Crisis de diciembre de 2001 en Argentina
Golpe de Estado en Venezuela (2002)
Incidente de la isla de Perejil (2002)
Guerra de Iraq (2003-2010)
Conflicto de Darfur (2003)
Atentados del 11 de marzo de 2004
Atentados del 7 de julio de 2005
Disturbios de Francia de 2005
Conflicto Chad-Sudán (2005-2007)
Invasión de Líbano de 2006
Guerra en Somalia de 2006
Golpe de Estado en Fiyi de 2006
Crisis diplomática de Colombia con Ecuador y Venezuela de 2008
Golpe de Estado en Mauritania en 2008
Guerra entre Rusia y Georgia en 2008
Conflicto de la Franja de Gaza de 2008-2009
Golpe de Estado en Honduras (2009)
Conflictos tribales sudaneses de 2009-presente
Disturbios de Kingston de 2010
Revoluciones y protestas en el mundo árabe de 2010-2011.
Disturbios y protestas en Venezuela del 2013-presente[2].
Pablo dice que cuando los seres humanos crean que ya hay paz y seguridad, es cuando vendrá la destrucción. Vivir en Costa Rica le da a uno la sensación de que la paz es algo normal, pero cuando se sale a algún otro país en donde la seguridad no es igual, se vive una incertidumbre y un temor que no le permite estar tranquilo. Es posible que en algún momento haya en el mundo un periodo de tranquilidad que haga pensar a todos que al fin el hombre ha logrado la superación personal y un estado evolutivo óptimo, de tal manera que crean que la humanidad puede lograr lo que desea con sus propias fuerzas. Siempre debo poner como ejemplo al Dr. Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica y ganador del Premio Nobel de la Paz, quien logró que se firmaran los acuerdos de Esquipulas I y II para lograr la paz en Centroamérica, pero no logró mantener la paz en su matrimonio y terminó en divorcio de su esposa doña Margarita Penón Góngora. Esa es la paz que logra el ser humano.
La sorpresa que se van a llevar los que proclaman la “paz” del hombre va a ser terrible. Y cuando aquí habla de la destrucción, no se debe creer que sea una especie de final y ya se acabó. La destrucción es más bien porque estarán excluidos de la presencia del Señor. ¡Qué horrible sentencia saber que se va a pasar la eternidad alejado de su Creador! Pero hay quienes creen que podrán evitar el castigo eterno aunque hayan vivido perversamente[3], más será como cuando llega el tiempo a una mujer embarazada para que nazca el bebé, que no podrá escapar de los dolores de parto.
Los cristianos no estamos en oscuridad, sino que tenemos claro lo que va a ocurrir, por lo que debemos estar listos en todo momento. Según los bautistas esto no es necesario, ya que ellos enseñan la “predestinación”, por lo que consideran que si una persona ya fue predestinada para ser salva, aunque esté viviendo en maldad, un momento antes de morir o de que venga el día del Señor, se arrepentirá y nada malo le pasara, pero si está predestinada para perderse, por más bien que viva y haga, se perderá.
Las tinieblas producen ignorancia, es por ello que se la pasan inventando tonterías y ritos supersticiosos. Más a los cristianos no nos sorprenderán como hace el ladrón que llega en el momento en que menos se le espera. Y hay que haber vivido la sorpresa de llegar a la casa y encontrarse que algún extraño se metió y registró nuestras pertenencias y se llevó lo más preciado. ¡Es una sensación de abandono!
En la antigüedad, en muchas culturas, la importancia de poder demostrar que uno era hijo o descendiente de alguien, era muy importante, tanto es así que muchos apellidos modernos son producto de unir la frase “hijo de” con el nombre de esa persona, a esto se le llama apellidos patronímicos. Entre los griegos y romanos, se decía del nombre que, derivado del perteneciente al padre u otro antecesor, y aplicado al hijo y otro descendiente, denotaba en éstos la calidad de tales. El nombre del padre se ponía en genitivo; por ejemplo: De Petrus, “Petri”. Los apellidos patronímicos primitivos variaban en cada generación, cuando no coincidían los nombres de padre e hijo. Solo se hizo hereditario de modo absoluto en los primeros años de los tiempos modernos. Deben diferenciarse de los gentilicios, denominaciones derivadas del lugar de procedencia de la persona o su familia.
Los patronímicos en español se derivan del nombre del padre mediante los sufijos ez, oz, iz y hasta az, que significan “hijo de”. No queda claro el origen de esta terminación. Se le atribuye de manera habitual al idioma gótico, pues es en los nombres visigodos donde podemos encontrar con mayor frecuencia esta terminación patronímica. Sin embargo, no la encontramos en las restantes lenguas germanas.
Algunos estudiosos opinan que se trata más bien de un sufijo de origen prerromano heredado por esta lengua germana; tampoco deja de ser significativo el hecho de que este sufijo -(e)z todavía exista en lengua vasca con valor posesivo o modal. Tal vez ese patronímico castellano -ez sea un auténtico fósil lingüístico préstamo del euskera, posiblemente transmitido desde Navarra, pues la lengua castellana primitiva obtuvo numerosos préstamos del vascuence a través del Reino de Navarra, debido a la influencia que ejerció este reino entre los siglos IX y XI.
En opinión del fallecido académico Alfonso Irigoien se trataría del sufijo posesivo latino o, onis que en euskera dio -iz/-itz y de esta lengua pasó al castellano como -ez. En la documentación del País Vasco son comunes los patronímicos terminados en -itz e -iz (Lopitz, Lopiz).
No siempre lo que termina en “-ez”, significa “hijo de”. Por ejemplo, Chávez, no es hijo de Chavo, sino que originalmente el nombre se escribía en portugués o gallego con "s", Chaves, que significa “llaves”. Cuando pasó a América, cambió la “s” por “z”.
En portugués esta terminación adquiere la forma -es, y en catalán, la forma -is. Así, “hijo de Pedro” recibe, en orden, las formas Pérez, Peres y Peris; o de Fernando tenemos Fernández, Fernandes y Ferrandis. Otros apellidos frecuentes en catalán con este mismo origen son Llopis, Gomis, Eiximenis y Sanxís, equivalentes a López, Gómez, Jiménez y Sánchez. Por ejemplo tenemos:
Adánez (de Adán)
Álvarez (de Álvar, Álvaro)
Alejándrez (de Alejandro)
En Italia la terminación corriente es ini (Giacomini, Musolini). En francés se ha conservado el de preposición unida al nombre del padre (Desimone, Dejean).
Entre los germanos se añadía el sufijo sohn, “hijo”, del que deriva la forma inglesa “son” (Anderson, Stephenson, Johnson), la danesa "sen" (Andersen, Nielsen), la sueca “sson” (Andersson, Svensson) o la holandesa “zoon” (Pieterszoon).
En el mundo celta actual, en idioma gaélico se forman con los prefijos “Mac” (“hijo”, para los varones) y “Nic” (“hija”, para las damas). En la transcripción al inglés el prefijo se utiliza “Mac” tanto para hombres como para mujeres, aunque puede abreviarse en “Mc”: Así los patronímicos gaélicos MacDhòmhnaill y NicDhòmhnaill aparecen en otras lenguas como MacDonald o McDonald. En Irlanda el prefijo puede transformarse también en “Mag” o en “M”. Sin embargo, en apellidos irlandeses, es más habitual el prefijo “Ó” (“nieto”, transcrito en inglés como “O”: Así, el apellido Ó Dhòmhnaill aparece en otras lenguas como O'Donnell.
En los países anglosajones abunda el prefijo fitz, también con el sentido de hijo de, aunque posiblemente derivado del latín filium a través del francés normando; este prefijo fitz, sin embargo, se reservaba para los hijos ilegítimos de noble cuna. En el caso de los hijos del rey, Fitzroy, y en el caso de los hijos de los nobles, Fitzgerald.
En las lenguas semíticas, como el árabe o el hebreo, se expresa con la palabra “ben” (hijo). Mohamed ben Yusef significa Mohamed hijo de Yusef, o Judah ben Hur, Judah hijo de Hur. En árabe puede abreviarse por aben y en lugar de decir Mohamed ben Yusef podemos decir simplemente Aben Yusef. Dado que en árabe no se escriben las vocales, dependiendo del dialecto, dicho ben lo podemos ver escrito en caracteres latinos también como bin, ebn o ibn.
En apellidos eslavos, las terminaciones son ovich, evich, tich, ic, vic, ewicz, wíez, witsch, ski (ésta sobre todo en polaco), ov y ev (Petrovich, Ljubicic, Vodanovic, Nicolaiev, Davidov, Nijinski). Los apellidos de las mujeres toman desinencias distintas, generalmente agregando la letra a al apellido o reemplazando a otra vocal: ovna, evna, ova, eva y ska (Pablova, Dementieva, Petruska).
En georgiano, las terminaciones patronímicas más comunes son dze (“hijo de”) al oeste de Georgia y shvili (“niño de”) al este de Georgia, como aparecen, por ejemplo, en el apellido del futbolista georgiano Shota Arveladze, y en Dzhugashvili, el apellido de Stalin.
Debido a motivos históricos, la unión de Lituania con Polonia durante varios siglos, o las anexiones de Alemania y la URSS en el pasado siglo, en lituano hay apellidos con sufijos surgidos para “polonizar”, germanizar o rusificar apellidos, así como otros sufijos que indican “mujer no casada” o sufijos toponímicos. Los sufijos estrictamente patronímicos son “aitis”, “ius”, “unas”, “onis”, “enas” o “ynas”: Kurtinaitis, Scarunas, Sabonis, Savenas[4].
Ser hijo de alguien indica que tiene características similares a las de sus ancestros, por lo que se espera que los hijos de la luz seamos diferentes a los hijos de la noche y de la oscuridad, no podemos actuar como los demás, no podemos dormir como los demás, no podemos tener los mismos sueños que los demás. Los que están dormidos lo que están haciendo es descuidando su salvación, los que creen que escondiéndose en una gloria pasada o bajo una denominación es suficiente.
Cuando Pablo habla de los que duermen y los que se embriagan no se está refiriendo precisamente a los que duermen por cansancio, todos necesitamos dormir y como parte de la fisiología humana lo ideal es que lo hagamos de noche; tampoco se refiere a los que se embriagan solo con licor, sino más bien a los que se duermen y se embriagan con las cosas del mundo. ¡Qué lamentable es ver como la sociedad moderna se desvive por una computadora o un celular! Hace unos días fuimos testigos de cómo en China tuvo que suspenderse la venta del Iphone 4S porque los clientes comenzaron a agredirse por adquirir de primero uno de esos aparatos.
Los del día, los cristianos, debemos ser sobrios, listos para enfrentar las batallas que vienen en nuestra contra. Siendo que el ejército romano se encontraba en todos los rincones, Pablo utiliza semejanzas de ellos para ilustrar sus enseñanzas:
La coraza era una armadura del busto, hecha de cuero, hierro o acero, compuesta de peto y espaldar.
El yelmo era parte de la armadura antigua que resguardaba la cabeza y el rostro[5].
La coraza consistía primordialmente de dos partes, el peto y el espaldar y así la coraza del cristiano está compuesta de la fe y el amor, fundamental para poder vivir en santidad. Los órganos vitales del ser humano están contenidos en su torso, que es lo que protege la coraza material, así como la coraza espiritual protege el corazón.
La otra parte importantísimo del cuerpo es la cabeza, en donde tenemos el cerebro, y por eso se usaba el yelmo, y el yelmo espiritual protege nuestros pensamientos, sabiendo que tenemos la esperanza de haber sido librados del pecado y de la destrucción final.
Hay cristianos que se confunden y consideran que hemos sido llamados a censurar al mundo y sus deleites, pero nos dice Pablo esa no es nuestra función, así como tampoco hemos sido dejados para ser condenados, sino para ser salvos por el sacrificio de Jesús en la cruz.
Los humanistas consideran que el hombre puede encontrar su propia salvación a través de los logros personales, pero aunque si bien es necesaria la participación humana para lograrla, es necesario que reconozca que Dios es quien la provee y él hombre es quien tiene que aceptarla. Esta aceptación viene por oír la Palabra de Dios, por oír el Evangelio; creerlo; arrepentirse de sus pecados; confesar a Jesús como Señor y salvador personal; bajar a las aguas como símbolo de su muerte y resurrección y el vivir en santidad.
Esto debe ser motivo para que nos reconfortemos y nos animemos cada día.
7. Instrucción sobre la vida santa
5.12-22 Pablo no habla de los ancianos o pastores en las epístolas a los tesalonicenses, pero si se refiere a ellos como los que presiden, es decir, los que dirigen. Es probable que cuando Pablo escuchó estas cartas aún no habían sido nombrados, pero si había un liderazgo responsable de guiar a la congregación en la adoración y en todos los asuntos que incumbían a la Iglesia. Hay muchos ejemplos en el Nuevo Testamento de hermanos que se hacían responsables en ayudar en la maduración de la Iglesia. Da pena cuando uno ve que hay “cristianos” que no consideran a aquellos que se esfuerzan por guiar a la Iglesia, y menosprecian su trabajo. Es realmente doloroso saber que para algunos miembros de las congregaciones el trabajo que se hace sea cosa de tontos o bien consideren que cualquiera lo puede hacer, cuando el Espíritu Santo ordena que se les debe considerar en amor.
Notemos que aquí Pablo no dice que el cristiano, por el mero hecho de ser cristiano, ya tiene la paz; tampoco habla de que cuando uno es cristiano, al obtener el perdón de sus pecados, ya tiene la paz y es suficiente; sino que dice que debemos estar “buscando la paz”, en un proceso continuo, un proceso que nunca acabará sino hasta el día en que seamos arrebatados con el Señor. Pero notemos también que no dice que busquemos la paz con los del mundo, sino dice “entre ustedes”; ¿a quién le estaba escribiendo? A la Iglesia. ¿Estaba incluyendo a los del mundo? De ninguna manera, no escribía para ellos. Pero Pablo sabía, como lo sabemos hoy, que entre los cristianos se presentan muchas diferencias y que estas pueden estallar en veces en disgustos muy fuertes. Hay quienes pretenden que en la Iglesia no haya diferencias, pero lo tratan de hacer ignorando las diferencias, y esto no lleva a nada bueno, porque estas se quedan ahí y tarde o temprano llegarán a estallar. Otros pretenden eliminar las diferencias separando a quien no está de acuerdo en algún punto, pero esto tampoco sirve, porque tarde o temprano algún otro de los que quedó, sacará el asunto a colación y aunque se resuelva, al que se le apartó no va a regresar tan fácilmente.
Hay quienes creen que debemos ser miembros de una congregación solo por el hecho de no contradecir las Escrituras en cuanto a que debemos reunirnos los domingos y participara de la Cena del Señor, tal y como se tratara de un sacramento y que si no se hace lloverá fuego del cielo, por lo tanto lo importante es cumplir con este “rito”, sin importar lo demás. Así, conozco congregaciones en la que hay miembros que no pueden ni siquiera saludarse, pero lo importante es que pueden participar de la Cena. También conozco congregaciones en donde los líderes gobiernan con “mano de hierro”, y entonces solo lo que ellos dicen es lo que cuenta, por lo que no es correcto que alguno de los miembros falte el domingo a participar a la Cena del Señor sin un motivo fuerte, aunque en lugar de que haya gozo, lo que hay es miedo.
¿Cómo mantener la paz? El siguiente pasaje lo detalla:
a. Amonesten a los desordenados, es decir, los que viven sin respetar cosas tan indispensables como lo es el trabajo, por ello en varias versiones lo traducen “ociosos”, ya que hay creyentes que creen que tienen el derecho de vivir sin trabajar y que los demás los sostengan, porque ellos viven “por la fe”. El problema era tan grande en Tesalónica que en la segunda epístola Pablo debe decirles: “Estamos ordenando a ustedes hermanos, en el nombre del Señor Jesús el Ungido, evitar a todo hermano que camina desordenadamente”[6], y notemos que no es un consejo que Pablo da a los cristianos de Tesalónica, es un mandato, una orden, tal y como si lo que hacen estos fuese algo contagioso. No dice Pablo que les ayuden, o que los alienten y mucho menos que los alimenten, porque está hablando de personas que aunque pueden trabajar, prefieren estar de vagabundos. Uno de los grandes males en la Iglesia de Cristo es que los que se hacen llamar “predicadores”, en su mayoría, no son más que vagabundos sostenidos desde Estados Unidos. Soy testigo de cómo algunos de ellos duermen hasta las nueve o diez de la mañana; de que no hacen el trabajo de evangelismo porque consideran que este no tiene ningún propósito; de que no hacen nada durante todo el día y si deben predicar, se limitan a buscar un bosquejo en el internet y con eso alimentan a la congregación. Me da pesar cuando veo una capilla cerrada durante todo el día, cuando el predicador está en su casa viendo televisión, y hay personas que necesitan una palabra de consuelo, personas que llegan tristemente a buscar a alguien que ore por ellos, pero las puertas del edificio están cerradas, así como las puertas de los corazones de estos que cada mes van a cambiar su cheque, pero no hacen nada por ganarlo, y que no me digan que es mentira, porque aun tengo fresco en la memoria el día que cometí el grave error de sugerir que trabajáramos los ministros cercanos una semana en la zona de uno y otra en la de otro, evangelizando y buscando personas que quisieran estudiar la Palabra y se rieron de mi propuesta aduciendo que pareceríamos russellistas; pero eso sí, todos los meses envían el informe de trabajo a las congregaciones que les sostienen desde Estados Unidos, diciendo que trabajan mucho, pero que el pueblo es duro de corazón.
b. “Consuelen a los desanimados”. ¡Hay que pasar una crisis depresiva para saber cuánto se sufre! Lo pasé cuando tuve que dejar la Obra en Guatemala por motivos de salud y la Iglesia que me sostenía allá no quiso hacerlo en mi país y nadie en la Iglesia fue para tenderme la mano de ayuda, y esta es la hora, después de ocho años cuando escribo estas líneas, que a nadie la ha importado. ¡Es muy fácil escribir un poco de consejos apoyados con unos cuantos textos bíblicos y así condenar a los desanimados! Pero ¡qué difícil es ir a casa del que está sufriendo para ayudarle e inyectarle ánimo! No es tan sencillo como decirle: ¡Ten fe!, no es tan fácil como leerle un capítulo de los Salmos o de Proverbios. En veces ni siquiera hay que hablar nada. Sino simplemente sentarse ahí con él, darle un abrazo y esperar callados mientras se deshaga llorando un poco. ¡De nada sirven las palabras de pésame que se le dan a los dolientes! Los que han tenido una pérdida de un ser querido se hastían de escuchar a quienes llegan a decirle “lo siento mucho”, ¿cómo pueden sentirlo? Lo siente uno, quien es el que está sufriendo. Por eso es mejor llegar nada más y darle un abrazo al que sufre y sentarse a su lado sin decir palabra. Eso le animará más que cualquier palabra.
c. “Afirmen a los débiles”. Estos no son los desanimados, sino los creyentes nuevos, los que están luchando por vivir en santidad y sienten que no lo lograran. Los débiles sienten que no es tan fácil ser cristiano, como se lo habían dicho; sufren internamente cuando sus familiares y amigos los desprecian por haber abrazado la fe, y es el momento en que los verdaderos cristianos deben venir en su ayuda, mostrándoles que si la familia los desprecia, ahí tienen una nueva que los ayudará a ser mejores; que si los amigos los apartan, ahora tiene otros que no buscan ganancias a costa suya, sino que más bien lo apoyarán a seguir adelante. El propósito de sostener a los débiles es ayudarles a madurar, para que luego ellos también puedan preocuparse y ocuparse con otros que les necesitarán.
d. “Teniendo gran paciencia con todos”. ¡Cuánto necesitamos de paciencia en la Iglesia! He sido testigo de cómo algunos que se hacen llamar predicadores más bien debieran llamarse “verdugos”, ya que están siempre con el hacha bien afilada para cortarle la cabeza a quien comete una falta. Todo esto es contrario a la naturaleza de Dios, quien es tardo para la ira y grande en misericordia[7]. Conocí a uno de los que se hacen llamar predicadores que cortaba de comunión más gente que la que bautizaba. De seguro usted también conoce a alguno así. Pero Pablo más bien nos exhorta a soportarnos con paciencia y en amor.
e. “No den mal por mal”. ¡Increíble que Pablo tenga que escribir esto a la Iglesia! Pablo debe decirle a los cristianos que no se venguen. Esa era la costumbre antes y lo es ahora. La Ley del Talión ha sido heredada a todas las culturas en todos los lugares del mundo, y se considera justa a la persona que la practique, mientras que quien quiera practicar la Ley de la otra mejilla es considerado un tonto. La venganza es algo común y se le enseña a los niños desde muy pequeños, o ¿a quién de nosotros no nos dijo nuestro padre o madre: No busque pleito, pero si le van a pegar, defiéndase? Todos conocemos muy bien nuestros propios derechos, pero ignoramos los derechos ajenos. Una de las profesiones más rentables es la de abogado, porque todos buscan como hacer pagar a los que nos han causado un daño. No es Pablo, es el Señor quien nos dice que no busquemos venganza, y más bien, cuando alguien nos haga un mal, debemos devolverle un bien[8]. Entonces, además de decirnos que no debemos vengarnos, nos dice que debemos hacer el bien. Esto es la manifestación del amor de Dios en nosotros: Cuando alguien nos hace lo malo, le pagamos con bien; y eso hará que el malvado tenga que ver a Dios en nuestra vida. ¡Esto es algo muy fuerte y difícil de aceptar, pero es lo que enseña Dios!
f. “Siempre estén gozosos”. ¿Cómo podía Pablo decirle esto a aquellos que estaban arriesgando su vida por el solo hecho de ser cristianos? Recordemos que ser cristiano llegó a ser sinónimo de ser traidor a César y a Roma. Pero es que el gozo del que habla Pablo no es el gozo natural. ¿De qué se ríe la gente? Hace algunos años ver a Moe darle un martillazo a Curly por la cabeza era hilarante, aunque pocos saben que por esos golpes en la cabeza este actor llegó a sufrir de hemiplejia, que es un trastorno del cuerpo del paciente en el que la mitad lateral de su cuerpo está paralizada; es normalmente el resultado de un accidente cerebro vascular, aunque también pueden provocarla patologías que afecten la espina dorsal o los hemisferios cerebrales[9]. Hoy la gente se ríe de chistes vulgares, de frases de doble sentido, de caídas, etc. En el tiempo del Imperio Romano se gozaban de ver a un cristiano siendo despedazado por una fiera en el circo. Pero el gozo del cristiano no está regido por las circunstancias o porque haya algo externo que le provoque la risa, sino que su gozo se basa en la satisfacción de ser uno con Cristo, el saber que ya no tenemos deuda alguna delante del Señor porque la sangre de Cristo nos limpió y que pronto estaremos delante de la presencia del Señor.
g. “Incesantemente estén orando”. Es necesario que nos hagamos la pregunta: ¿Qué es orar? A algunos se nos enseñó ciertas palabras que deberíamos decir para orar, pero ¿es repetir las palabras que otro pensó orar? Eso sería como decir que yo soy el autor de una obra de Dalí. Orar significa hablar con Dios; expresar lo que tenemos en lo más profundo de nuestro corazón; volcar todo nuestro ser delante de Él. Hay quienes confunden la oración con la meditación, esta es más bien solo un tipo de ejercicio intelectual, no espiritual. La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:
1) Un período de concentración sobre las circunstancias del momento.
2) Un momento experimentado cuando la mente se diluye y es libre de sus propios pensamientos.
3) Una concentración de la mente en un único centro de apreciación, como por ejemplo la respiración o una monotonía de palabras invariables.
Por esto no podemos comparar la meditación con la oración, ya que la primera es más bien un intento de comunicarnos con nuestro ego, y la oración es la comunicación con Dios.
Hay quienes creen que todas las oraciones que digamos son escuchadas por Dios, pero cuando no vivimos de acuerdo a Su Voluntad, nuestras oraciones no llegan a su presencia[10], aunque gritemos, como hacen muchos[11]. Así que la primera oración del pecador que logra llegar ante la presencia de Dios es la de arrepentimiento de sus pecados.
Jesús es el mejor ejemplo del hombre de oración, y es quien nos enseña a orar de una manera diferente de como lo hacían los religiosos de su tiempo, presentando en su oración modelo los puntos esenciales de esta:
1) Alabanza.
2) Clamor por las cosas espirituales.
3) Acción de gracias.
4) Clamor por el perdón.
5) Clamor por sabiduría.
6) Clamor por la Iglesia.
7) Clamor por los hombres.
8) Clamor por los enemigos.
9) Clamor por las cosas materiales.
Aunque se nos dice que debemos orar de manera incesante, debemos estudiar muy bien el momento en que vamos a orar, para poder decidir acerca de qué va a tratar nuestra oración. Así, debemos orar:
1) Antes de decidir algo importante.
2) Cuando hay una ocasión especial.
3) Cuando estamos sufriendo.
4) Cuando viene la ansiedad.
5) Cuando viene la prueba.
6) Después de los eventos de nuestra vida.
7) Cuando nos arrepentimos de algo malo que hicimos.
8) Cuando nos alejamos de los seres amados.
9) Cuando sabemos que vamos a partir de esta vida.
También existe la creencia de que cualquier persona puede dirigirnos en la oración, pero este es un grave error ya que según las Escrituras solo deben dirigir:
1) Los que hacen la Voluntad de Dios[12].
2) Los que claman de acuerdo a la Voluntad de Dios[13].
3) Los que están en Cristo[14].
4) Los que piden con fe[15].
h. “En toda cosa estén dando gracias”. Estamos acostumbrados a agradecer a Dios cuando los eventos de la vida nos son favorables, pero ¿qué pasa cuando no lo son? El Señor nos dice que debemos dar gracias en todo momento. La mayoría de las veces, la mayoría de las personas, tendemos a deprimirnos o desesperarnos cuando las cosas no salen tal y como esperábamos, pero aún así, Dios nos dice que debemos dar gracias. Al agradecer a Dios por todas las cosas, tanto buenas como malas que nos ocurren, estamos depositando toda nuestra confianza en El, quien es el que sabe los más nos conviene.
Estas son las cosas que Dios desea que hagamos, pero aún hay más.
i. “Al Espíritu, no lo apaguen”. El Espíritu Santo es Dios, por lo tanto, ningún ser humano puede apagarlo, eso va contra la naturaleza divina, pero en cuanto al actuar en la vida nuestra si es posible que lo apaguemos, es decir, que nos neguemos a dejarle a El que actúe en nuestra vida, cuando nos negamos a vivir en santidad.
j. “No consideren las profecías como nada”. Hay quienes consideran profecías solo a aquellas predicciones futuristas, pero no hay nada que sea menos cierto que esto. Los profetas recibieron instrucciones para la Iglesia, de tal manera que fuera edificada y consolada. Así que hoy podemos decir que los hermanos que predican para exhortar, edificar y consolar a la Iglesia son lo más cercano que puede haber a los profetas, aunque no sepan que va a pasar mañana. Esto, a pesar de las falsas enseñanzas de los pentecostales y carismáticos, es más importante que hablar en lenguas[16].
k. “Estén probando todas las cosas; reteniendo lo excelente”. La Iglesia del siglo XXI está en grave peligro: ¡Se ha conformado al mundo actual! El Espíritu Santo, por medio de Pablo está diciendo: “No acepten todo lo que les presenten, revísenlo y quédense con lo bueno”, pero que ocurre entre los cristianos modernos: ¡Aceptan todo lo que les pongan al frente! Prueba de esto es los cantos que se entonan en los servicios, ¡el 99% son cantos sectarios! Y la mayoría no tienen base bíblica. Pregunté a un compañero de trabajo que es mormón acerca de los cantos que ellos entonan en sus servicios, y me dice que son los mismos que entonaban hace 100 años. Así que surgió otra pregunta: ¿No reclaman los jóvenes porque ven que son cantos fuera de moda? Su respuesta: “A nosotros nos enseñan desde muy pequeños que los cantos los dirigimos a Dios y no es para que nos alegremos o motivemos, así que en la adoración no importa nuestros gustos en cuanto a la música, sino lo que es decoroso para traer delante de Dios”. Creo que debemos estar de acuerdo que no todos los ritmos musicales son decorosos delante de Dios, algunos no lo son ni siquiera delante de los hombres; por lo que hablar de “rock cristiano”, “salsa cristiana”, “bachata cristiana”, etc., es solo una necedad y una muestra de que la carnalidad ha invadido la Iglesia, cuando hombres como los Campbell, Scott, Lipscomb, Spurgeon y otros ni siquiera estuvieron de acuerdo en que se usaran instrumentos musicales en la adoración, los mal llamados líderes permiten y hasta invitan a los adoradores a ser parte de esta aberración contra Dios.
Pero no creamos que solo en cuanto al tema de la música es que se cae en no examinar todas las cosas; sino que ya es normal que muchos de los llamados predicadores el sábado en la tarde busquen un bosquejo en el internet y sea eso lo que presentan el domingo en el servicio de adoración, incluso enseñando en muchas ocasiones doctrinas falsas.
Y retener lo bueno no es aceptar todo lo que tenga algún pasaje bíblico para apoyarlo, sino aquello que cumpla todo lo que señala el Evangelio. Así, encontramos pasajes que dicen que debemos usar instrumentos musicales para adorar a Dios[17], pero cuando hacemos un examen detenido de cómo, dónde y por qué los hebreos usaban los instrumentos musicales, y de que la Iglesia nunca, desde su inicio en el siglo I hasta el siglo VI nunca usó instrumentos musicales, nos encontraremos que aunque el pasaje de Salmos es bíblico, no es lo bueno o lo excelente en este asunto, ¡aunque sea un pasaje bíblico!
Entonces, podemos decir que retener lo bueno no es solamente conocer la Biblia y querer cumplirla toda, sino más bien, perseverar en la doctrina enseñada por los Enviados[18]. Muchas de las cosas que los judaizantes hablaban eran verdad de acuerdo al antiguo pacto, pero ya no tenían base en el nuevo, por lo tanto, eran una perversión al Evangelio.
l. “De todo mal, estén absteniéndose”. Pareciera que esta última exhortación no es necesaria para un cristiano, pero tanto en el siglo I como en este, el mal puede presentarse no solo como algo definitiva e innegablemente malo, sino que también puede parecer algo agradable y hasta simular ser bueno. ¿Es el ayuno bueno? Hay momentos en la vida en que no solo es bueno ayunar, sino que es necesario, pero nos encontramos con la advertencia en 1 Timoteo 4.3 de que vendrían algunos ordenando hacer ayunos, cuando esto debe ser voluntario.
En la Iglesia se aceptan muchas enseñanzas erróneas, así ha sido siempre, y no se ha tomado en cuenta que esto es como una bola de nieve que va agrandándose cada vez más, y que puede llegar el momento en que sea imparable, como ocurrió con los católicos; sí, y es que la Iglesia Católica Romana en un tiempo fue la verdadera Iglesia de Cristo, pero comenzaron a permitir entrar algunos “errorcitos” que no eran “tan graves”, y la cosa fue agrandándose hasta el punto de convertirse en una secta que es enemiga del cristianismo verdadero.
8. Conclusión.
5.23-28 Para finalizar esta epístola, Pablo hace una breve pero profunda oración, pidiendo al Señor que santifique a los lectores de esta. Creo que no debemos dejar de darle la importancia que se merece, tal y como insistía Pablo, a la santificación de todo nuestro ser. Y nótese que Pablo usa acá una fórmula tricótoma para expresar el ser completo del humano, no dicótoma.
Existen dos escuelas de pensamiento en cuanto a la constitución del ser humano, una alega que este está compuesto de dos partes, de ahí dicótomo, alma y cuerpo, afirmando que el espíritu es lo mismo que el alma; mientras que la otra escuela sostiene que el hombre está compuesto de tres partes, es decir tricótomo, alma, en donde se encierran las emociones y los sentimientos; espíritu, es el soplo de Dios que tiene todo hombre; y cuerpo, que es lo físico. Precisamente, pasajes como el que estudiamos en este momento sostienen esta última teoría.
Todo nuestro ser debe estar en santidad, contrario al pensamiento de algunos que han llegado a considerar que no importa lo que suceda con el cuerpo, ya que de por sí este “no heredará el cielo”. La santificación no es algo que Dios va a hacer en nosotros en contra de nuestra voluntad, si no queremos santificarnos, no pasará nada en nuestra vida que lo pueda hacer. El comportamiento santo tiene que surgir de nosotros mismos[19].
Dios es quien nos santificará mientras nosotros se lo permitamos, y El cumple su promesa mientras nosotros le demos oportunidad en nuestra vida. Precisamente ayer uno de mis hermanos me apuntaba el hecho que en lo personal yo recibo muchas bendiciones, y entonces le hacía ver que eso se debía simplemente a la confianza que tengo en Dios. ¡Yo creo todas sus promesas! Y al confiar ciegamente en El, responde. ¿Está usted creyéndole a Dios o simplemente cree en Dios?
Los siguientes tres versículos son tres peticiones que nos traen mucha enseñanza también:
1) “Estén orando por nosotros”. Pablo era un hombre de oración, pero no solo sabía que los demás necesitaban de sus oraciones, sino que el también, siendo hombre, necesitaba que los demás oraran por él.
2) “Saluden a todos los hermanos con beso santo”. Los costarricenses hemos aprendido a saludarnos con un beso: Cuando llegamos al trabajo, cuando nos encontramos con amigos, al llegar a nuestra casa, al llegar a la Iglesia, y hasta cierto punto, incluso entre los no cristianos, hemos llegado a poner en práctica este pasaje, ya que por lo general estos besos no se dan con sensualidad o de forma morbosa, pero entre el resto de los centroamericanos y mexicanos, esto no es bien visto por todos. El beso que aconseja el Enviado es santo, sin ningún tipo de malignidad, tal y como deben ser todas las cosas entre los creyentes.
3) “Pongo bajo juramento a ustedes en el Señor a que esta carta sea leída a todos los hermanos”. Tomemos en cuenta que esta es la primera epístola del Nuevo Testamento, por lo que Pablo se preocupa de que esta debe ser leída de manera pública, y por ello usa palabras tan solemnes sobre la necesidad de que esto se cumpla. Por siglos el romanismo prohibió, y en manera solapada lo hace hoy, que sus miembros lean las Escrituras, porque según ellos, los miembros no tienen la sabiduría suficiente como para interpretarla. Esto lo que hace más bien es condenarlos a ellos mismos, porque están demostrando ser malos maestros que no han logrado hacer comprender las Escrituras a sus discípulos.
Y finaliza Pablo con una bendición.
[1] Marcos 13.32.
[2] Wikipedia. Guerras y revoluciones de los siglos XX y XXI.
[3] Apocalipsis 6.15.
[4] Wikipedia. Apellidos patronímicos.
[5] http://es.thefreedictionary.com
[6] 2 Tesalonicenses 3.6.
[7] Éxodo 4.6.
[8] Romanos 12.20.
[9] Wikipedia. Los Tres Chiflados. Hemiplejia.
[10] Proverbios 28.9.
[11] Ezequiel 8.18.
[12] 1 Juan 3.22.
[13] 1 Juan 5.14.
[14] Juan 15.7.
[15] Santiago 1.5-7.
[16] 1 Corintios 14.
[17] Salmos 150.
[18] Hechos 2.42; 1 Juan 4.6.
[19] 1 Tesalonicenses 2.10.
5.1-11 Para Pablo el tema del retorno de Jesús era importante, por lo que continúa con él. Ya había enseñado acerca de los que habían muerto y sobre su esperanza, ahora trata sobre la importancia de estar preparados para este evento. Ya les había enseñado que Jesús volvería, así que ellos no tenían necesidad que les hablara más sobre esto, o que se pusieran a hacer cálculos, como los que hacen muchos, sobre cuándo será la venida del Señor[1]. Lo importante no es cuándo vendrá, sino saber que vendrá y que nosotros le estamos esperando viviendo en santidad, ya que tampoco sabemos si estaremos vivos o ya habremos muerto cuando Cristo regrese.
Uno de los grandes anhelos de casi toda la humanidad es que hubiese paz y seguridad. Ese es el caballito de batalla de todos los políticos en todos los países, pero nunca en toda la historia de la humanidad se ha logrado una época tal desde que los padres cayeron en pecado en el huerto del Edén.
En el siglo XX se vivieron las siguientes guerras y revoluciones:
Guerras de los Bóers (1899-1902)
Guerra de los mil días (1899-1903)
Guerra ruso-japonesa (1904-1905)
Revolución mexicana (1910-1917)
Guerra del Rif (1911-1927)
Guerras de los Balcanes (1912-1913)
Primera Guerra Mundial (1914-1918)
Genocidio armenio en Armenia (1915-1923)
Revolución rusa (1917-1921)
Revolución de Noviembre en Alemania (1918-1919)
Guerra civil china (1927-1950)
Guerra colombo-peruana (1932-1933)
Guerra del Chaco (1932-1935)
Guerra Civil Española (1936-1939)
Segunda Guerra Chino-Japonesa (1937-1945)
Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
Guerra peruano-ecuatoriana (1941-1942)
Guerra Fría (1945-1991)
Guerra de Indochina (1946-1954)
Primera guerra árabe-israelí (1948)
Revolución de Costa Rica (1948)
Guerra de Corea (1950-1953)
Guerra de Argelia (1954-1962)
Primera guerra civil sudanesa (1955-1972)
Guerra de Suez (1956)
Revolución cubana (1956-1959)
Guerra de Sidi Ifni (1957-1958)
Crisis del Congo (1960-1965)
Guerra civil de Guatemala (1960-1996)
Conflicto armado colombiano (1964-presente)
Guerra de Vietnam (1965-1975)
Guerra de los Seis Días (1967)
Guerra civil nigeriana (1967-1970)
Guerra de Yom Kipur (1973)
Genocidio camboyano (1975 - 1979)
Guerra civil libanesa (1975-1989)
Guerra de Afganistán (1978-1992)
Revolución Sandinista (1979 - 1990)
Guerra Irán Irak (1980-1988)
Guerra Civil de El Salvador (1980-1992)
Conflicto armado interno en el Perú (1980-2000)
Guerra de las Malvinas (1982)
Segunda guerra civil sudanesa (1983-2005)
Guerra Civil de Sri Lanka (1983-2009)
Guerra del Golfo (1990-1991)
Guerra de los Diez Días (1991)
Guerra Croata de Independencia (1991-1995)
Guerra Civil Argelina (1991-2002)
Guerras yugoslavas (1991-2001)
Guerra de Bosnia (1992-1995)
Genocidio ruandés (1994)
Primera guerra chechena (1994-1996)
Genocidio congoleño (1994-2002)
Guerra del Cenepa (1995)
Primera guerra del Congo (1996-1997)
Guerra civil nepalesa (1996-2006)
Guerra entre Etiopía y Eritrea (1998-2000)
Segunda guerra del Congo (1998-2003)
Guerra de Kosovo (1999)
Conflicto de Ituri (1999-2006)
Segunda guerra chechena (1999-2009)
Y en el siglo XXI:
Intifada de Al-Aqsa (2000-2005)
Guerra en Afganistán (2001-presente)
Crisis de diciembre de 2001 en Argentina
Golpe de Estado en Venezuela (2002)
Incidente de la isla de Perejil (2002)
Guerra de Iraq (2003-2010)
Conflicto de Darfur (2003)
Atentados del 11 de marzo de 2004
Atentados del 7 de julio de 2005
Disturbios de Francia de 2005
Conflicto Chad-Sudán (2005-2007)
Invasión de Líbano de 2006
Guerra en Somalia de 2006
Golpe de Estado en Fiyi de 2006
Crisis diplomática de Colombia con Ecuador y Venezuela de 2008
Golpe de Estado en Mauritania en 2008
Guerra entre Rusia y Georgia en 2008
Conflicto de la Franja de Gaza de 2008-2009
Golpe de Estado en Honduras (2009)
Conflictos tribales sudaneses de 2009-presente
Disturbios de Kingston de 2010
Revoluciones y protestas en el mundo árabe de 2010-2011.
Disturbios y protestas en Venezuela del 2013-presente[2].
Pablo dice que cuando los seres humanos crean que ya hay paz y seguridad, es cuando vendrá la destrucción. Vivir en Costa Rica le da a uno la sensación de que la paz es algo normal, pero cuando se sale a algún otro país en donde la seguridad no es igual, se vive una incertidumbre y un temor que no le permite estar tranquilo. Es posible que en algún momento haya en el mundo un periodo de tranquilidad que haga pensar a todos que al fin el hombre ha logrado la superación personal y un estado evolutivo óptimo, de tal manera que crean que la humanidad puede lograr lo que desea con sus propias fuerzas. Siempre debo poner como ejemplo al Dr. Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica y ganador del Premio Nobel de la Paz, quien logró que se firmaran los acuerdos de Esquipulas I y II para lograr la paz en Centroamérica, pero no logró mantener la paz en su matrimonio y terminó en divorcio de su esposa doña Margarita Penón Góngora. Esa es la paz que logra el ser humano.
La sorpresa que se van a llevar los que proclaman la “paz” del hombre va a ser terrible. Y cuando aquí habla de la destrucción, no se debe creer que sea una especie de final y ya se acabó. La destrucción es más bien porque estarán excluidos de la presencia del Señor. ¡Qué horrible sentencia saber que se va a pasar la eternidad alejado de su Creador! Pero hay quienes creen que podrán evitar el castigo eterno aunque hayan vivido perversamente[3], más será como cuando llega el tiempo a una mujer embarazada para que nazca el bebé, que no podrá escapar de los dolores de parto.
Los cristianos no estamos en oscuridad, sino que tenemos claro lo que va a ocurrir, por lo que debemos estar listos en todo momento. Según los bautistas esto no es necesario, ya que ellos enseñan la “predestinación”, por lo que consideran que si una persona ya fue predestinada para ser salva, aunque esté viviendo en maldad, un momento antes de morir o de que venga el día del Señor, se arrepentirá y nada malo le pasara, pero si está predestinada para perderse, por más bien que viva y haga, se perderá.
Las tinieblas producen ignorancia, es por ello que se la pasan inventando tonterías y ritos supersticiosos. Más a los cristianos no nos sorprenderán como hace el ladrón que llega en el momento en que menos se le espera. Y hay que haber vivido la sorpresa de llegar a la casa y encontrarse que algún extraño se metió y registró nuestras pertenencias y se llevó lo más preciado. ¡Es una sensación de abandono!
En la antigüedad, en muchas culturas, la importancia de poder demostrar que uno era hijo o descendiente de alguien, era muy importante, tanto es así que muchos apellidos modernos son producto de unir la frase “hijo de” con el nombre de esa persona, a esto se le llama apellidos patronímicos. Entre los griegos y romanos, se decía del nombre que, derivado del perteneciente al padre u otro antecesor, y aplicado al hijo y otro descendiente, denotaba en éstos la calidad de tales. El nombre del padre se ponía en genitivo; por ejemplo: De Petrus, “Petri”. Los apellidos patronímicos primitivos variaban en cada generación, cuando no coincidían los nombres de padre e hijo. Solo se hizo hereditario de modo absoluto en los primeros años de los tiempos modernos. Deben diferenciarse de los gentilicios, denominaciones derivadas del lugar de procedencia de la persona o su familia.
Los patronímicos en español se derivan del nombre del padre mediante los sufijos ez, oz, iz y hasta az, que significan “hijo de”. No queda claro el origen de esta terminación. Se le atribuye de manera habitual al idioma gótico, pues es en los nombres visigodos donde podemos encontrar con mayor frecuencia esta terminación patronímica. Sin embargo, no la encontramos en las restantes lenguas germanas.
Algunos estudiosos opinan que se trata más bien de un sufijo de origen prerromano heredado por esta lengua germana; tampoco deja de ser significativo el hecho de que este sufijo -(e)z todavía exista en lengua vasca con valor posesivo o modal. Tal vez ese patronímico castellano -ez sea un auténtico fósil lingüístico préstamo del euskera, posiblemente transmitido desde Navarra, pues la lengua castellana primitiva obtuvo numerosos préstamos del vascuence a través del Reino de Navarra, debido a la influencia que ejerció este reino entre los siglos IX y XI.
En opinión del fallecido académico Alfonso Irigoien se trataría del sufijo posesivo latino o, onis que en euskera dio -iz/-itz y de esta lengua pasó al castellano como -ez. En la documentación del País Vasco son comunes los patronímicos terminados en -itz e -iz (Lopitz, Lopiz).
No siempre lo que termina en “-ez”, significa “hijo de”. Por ejemplo, Chávez, no es hijo de Chavo, sino que originalmente el nombre se escribía en portugués o gallego con "s", Chaves, que significa “llaves”. Cuando pasó a América, cambió la “s” por “z”.
En portugués esta terminación adquiere la forma -es, y en catalán, la forma -is. Así, “hijo de Pedro” recibe, en orden, las formas Pérez, Peres y Peris; o de Fernando tenemos Fernández, Fernandes y Ferrandis. Otros apellidos frecuentes en catalán con este mismo origen son Llopis, Gomis, Eiximenis y Sanxís, equivalentes a López, Gómez, Jiménez y Sánchez. Por ejemplo tenemos:
Adánez (de Adán)
Álvarez (de Álvar, Álvaro)
Alejándrez (de Alejandro)
En Italia la terminación corriente es ini (Giacomini, Musolini). En francés se ha conservado el de preposición unida al nombre del padre (Desimone, Dejean).
Entre los germanos se añadía el sufijo sohn, “hijo”, del que deriva la forma inglesa “son” (Anderson, Stephenson, Johnson), la danesa "sen" (Andersen, Nielsen), la sueca “sson” (Andersson, Svensson) o la holandesa “zoon” (Pieterszoon).
En el mundo celta actual, en idioma gaélico se forman con los prefijos “Mac” (“hijo”, para los varones) y “Nic” (“hija”, para las damas). En la transcripción al inglés el prefijo se utiliza “Mac” tanto para hombres como para mujeres, aunque puede abreviarse en “Mc”: Así los patronímicos gaélicos MacDhòmhnaill y NicDhòmhnaill aparecen en otras lenguas como MacDonald o McDonald. En Irlanda el prefijo puede transformarse también en “Mag” o en “M”. Sin embargo, en apellidos irlandeses, es más habitual el prefijo “Ó” (“nieto”, transcrito en inglés como “O”: Así, el apellido Ó Dhòmhnaill aparece en otras lenguas como O'Donnell.
En los países anglosajones abunda el prefijo fitz, también con el sentido de hijo de, aunque posiblemente derivado del latín filium a través del francés normando; este prefijo fitz, sin embargo, se reservaba para los hijos ilegítimos de noble cuna. En el caso de los hijos del rey, Fitzroy, y en el caso de los hijos de los nobles, Fitzgerald.
En las lenguas semíticas, como el árabe o el hebreo, se expresa con la palabra “ben” (hijo). Mohamed ben Yusef significa Mohamed hijo de Yusef, o Judah ben Hur, Judah hijo de Hur. En árabe puede abreviarse por aben y en lugar de decir Mohamed ben Yusef podemos decir simplemente Aben Yusef. Dado que en árabe no se escriben las vocales, dependiendo del dialecto, dicho ben lo podemos ver escrito en caracteres latinos también como bin, ebn o ibn.
En apellidos eslavos, las terminaciones son ovich, evich, tich, ic, vic, ewicz, wíez, witsch, ski (ésta sobre todo en polaco), ov y ev (Petrovich, Ljubicic, Vodanovic, Nicolaiev, Davidov, Nijinski). Los apellidos de las mujeres toman desinencias distintas, generalmente agregando la letra a al apellido o reemplazando a otra vocal: ovna, evna, ova, eva y ska (Pablova, Dementieva, Petruska).
En georgiano, las terminaciones patronímicas más comunes son dze (“hijo de”) al oeste de Georgia y shvili (“niño de”) al este de Georgia, como aparecen, por ejemplo, en el apellido del futbolista georgiano Shota Arveladze, y en Dzhugashvili, el apellido de Stalin.
Debido a motivos históricos, la unión de Lituania con Polonia durante varios siglos, o las anexiones de Alemania y la URSS en el pasado siglo, en lituano hay apellidos con sufijos surgidos para “polonizar”, germanizar o rusificar apellidos, así como otros sufijos que indican “mujer no casada” o sufijos toponímicos. Los sufijos estrictamente patronímicos son “aitis”, “ius”, “unas”, “onis”, “enas” o “ynas”: Kurtinaitis, Scarunas, Sabonis, Savenas[4].
Ser hijo de alguien indica que tiene características similares a las de sus ancestros, por lo que se espera que los hijos de la luz seamos diferentes a los hijos de la noche y de la oscuridad, no podemos actuar como los demás, no podemos dormir como los demás, no podemos tener los mismos sueños que los demás. Los que están dormidos lo que están haciendo es descuidando su salvación, los que creen que escondiéndose en una gloria pasada o bajo una denominación es suficiente.
Cuando Pablo habla de los que duermen y los que se embriagan no se está refiriendo precisamente a los que duermen por cansancio, todos necesitamos dormir y como parte de la fisiología humana lo ideal es que lo hagamos de noche; tampoco se refiere a los que se embriagan solo con licor, sino más bien a los que se duermen y se embriagan con las cosas del mundo. ¡Qué lamentable es ver como la sociedad moderna se desvive por una computadora o un celular! Hace unos días fuimos testigos de cómo en China tuvo que suspenderse la venta del Iphone 4S porque los clientes comenzaron a agredirse por adquirir de primero uno de esos aparatos.
Los del día, los cristianos, debemos ser sobrios, listos para enfrentar las batallas que vienen en nuestra contra. Siendo que el ejército romano se encontraba en todos los rincones, Pablo utiliza semejanzas de ellos para ilustrar sus enseñanzas:
La coraza era una armadura del busto, hecha de cuero, hierro o acero, compuesta de peto y espaldar.
El yelmo era parte de la armadura antigua que resguardaba la cabeza y el rostro[5].
La coraza consistía primordialmente de dos partes, el peto y el espaldar y así la coraza del cristiano está compuesta de la fe y el amor, fundamental para poder vivir en santidad. Los órganos vitales del ser humano están contenidos en su torso, que es lo que protege la coraza material, así como la coraza espiritual protege el corazón.
La otra parte importantísimo del cuerpo es la cabeza, en donde tenemos el cerebro, y por eso se usaba el yelmo, y el yelmo espiritual protege nuestros pensamientos, sabiendo que tenemos la esperanza de haber sido librados del pecado y de la destrucción final.
Hay cristianos que se confunden y consideran que hemos sido llamados a censurar al mundo y sus deleites, pero nos dice Pablo esa no es nuestra función, así como tampoco hemos sido dejados para ser condenados, sino para ser salvos por el sacrificio de Jesús en la cruz.
Los humanistas consideran que el hombre puede encontrar su propia salvación a través de los logros personales, pero aunque si bien es necesaria la participación humana para lograrla, es necesario que reconozca que Dios es quien la provee y él hombre es quien tiene que aceptarla. Esta aceptación viene por oír la Palabra de Dios, por oír el Evangelio; creerlo; arrepentirse de sus pecados; confesar a Jesús como Señor y salvador personal; bajar a las aguas como símbolo de su muerte y resurrección y el vivir en santidad.
Esto debe ser motivo para que nos reconfortemos y nos animemos cada día.
7. Instrucción sobre la vida santa
5.12-22 Pablo no habla de los ancianos o pastores en las epístolas a los tesalonicenses, pero si se refiere a ellos como los que presiden, es decir, los que dirigen. Es probable que cuando Pablo escuchó estas cartas aún no habían sido nombrados, pero si había un liderazgo responsable de guiar a la congregación en la adoración y en todos los asuntos que incumbían a la Iglesia. Hay muchos ejemplos en el Nuevo Testamento de hermanos que se hacían responsables en ayudar en la maduración de la Iglesia. Da pena cuando uno ve que hay “cristianos” que no consideran a aquellos que se esfuerzan por guiar a la Iglesia, y menosprecian su trabajo. Es realmente doloroso saber que para algunos miembros de las congregaciones el trabajo que se hace sea cosa de tontos o bien consideren que cualquiera lo puede hacer, cuando el Espíritu Santo ordena que se les debe considerar en amor.
Notemos que aquí Pablo no dice que el cristiano, por el mero hecho de ser cristiano, ya tiene la paz; tampoco habla de que cuando uno es cristiano, al obtener el perdón de sus pecados, ya tiene la paz y es suficiente; sino que dice que debemos estar “buscando la paz”, en un proceso continuo, un proceso que nunca acabará sino hasta el día en que seamos arrebatados con el Señor. Pero notemos también que no dice que busquemos la paz con los del mundo, sino dice “entre ustedes”; ¿a quién le estaba escribiendo? A la Iglesia. ¿Estaba incluyendo a los del mundo? De ninguna manera, no escribía para ellos. Pero Pablo sabía, como lo sabemos hoy, que entre los cristianos se presentan muchas diferencias y que estas pueden estallar en veces en disgustos muy fuertes. Hay quienes pretenden que en la Iglesia no haya diferencias, pero lo tratan de hacer ignorando las diferencias, y esto no lleva a nada bueno, porque estas se quedan ahí y tarde o temprano llegarán a estallar. Otros pretenden eliminar las diferencias separando a quien no está de acuerdo en algún punto, pero esto tampoco sirve, porque tarde o temprano algún otro de los que quedó, sacará el asunto a colación y aunque se resuelva, al que se le apartó no va a regresar tan fácilmente.
Hay quienes creen que debemos ser miembros de una congregación solo por el hecho de no contradecir las Escrituras en cuanto a que debemos reunirnos los domingos y participara de la Cena del Señor, tal y como se tratara de un sacramento y que si no se hace lloverá fuego del cielo, por lo tanto lo importante es cumplir con este “rito”, sin importar lo demás. Así, conozco congregaciones en la que hay miembros que no pueden ni siquiera saludarse, pero lo importante es que pueden participar de la Cena. También conozco congregaciones en donde los líderes gobiernan con “mano de hierro”, y entonces solo lo que ellos dicen es lo que cuenta, por lo que no es correcto que alguno de los miembros falte el domingo a participar a la Cena del Señor sin un motivo fuerte, aunque en lugar de que haya gozo, lo que hay es miedo.
¿Cómo mantener la paz? El siguiente pasaje lo detalla:
a. Amonesten a los desordenados, es decir, los que viven sin respetar cosas tan indispensables como lo es el trabajo, por ello en varias versiones lo traducen “ociosos”, ya que hay creyentes que creen que tienen el derecho de vivir sin trabajar y que los demás los sostengan, porque ellos viven “por la fe”. El problema era tan grande en Tesalónica que en la segunda epístola Pablo debe decirles: “Estamos ordenando a ustedes hermanos, en el nombre del Señor Jesús el Ungido, evitar a todo hermano que camina desordenadamente”[6], y notemos que no es un consejo que Pablo da a los cristianos de Tesalónica, es un mandato, una orden, tal y como si lo que hacen estos fuese algo contagioso. No dice Pablo que les ayuden, o que los alienten y mucho menos que los alimenten, porque está hablando de personas que aunque pueden trabajar, prefieren estar de vagabundos. Uno de los grandes males en la Iglesia de Cristo es que los que se hacen llamar “predicadores”, en su mayoría, no son más que vagabundos sostenidos desde Estados Unidos. Soy testigo de cómo algunos de ellos duermen hasta las nueve o diez de la mañana; de que no hacen el trabajo de evangelismo porque consideran que este no tiene ningún propósito; de que no hacen nada durante todo el día y si deben predicar, se limitan a buscar un bosquejo en el internet y con eso alimentan a la congregación. Me da pesar cuando veo una capilla cerrada durante todo el día, cuando el predicador está en su casa viendo televisión, y hay personas que necesitan una palabra de consuelo, personas que llegan tristemente a buscar a alguien que ore por ellos, pero las puertas del edificio están cerradas, así como las puertas de los corazones de estos que cada mes van a cambiar su cheque, pero no hacen nada por ganarlo, y que no me digan que es mentira, porque aun tengo fresco en la memoria el día que cometí el grave error de sugerir que trabajáramos los ministros cercanos una semana en la zona de uno y otra en la de otro, evangelizando y buscando personas que quisieran estudiar la Palabra y se rieron de mi propuesta aduciendo que pareceríamos russellistas; pero eso sí, todos los meses envían el informe de trabajo a las congregaciones que les sostienen desde Estados Unidos, diciendo que trabajan mucho, pero que el pueblo es duro de corazón.
b. “Consuelen a los desanimados”. ¡Hay que pasar una crisis depresiva para saber cuánto se sufre! Lo pasé cuando tuve que dejar la Obra en Guatemala por motivos de salud y la Iglesia que me sostenía allá no quiso hacerlo en mi país y nadie en la Iglesia fue para tenderme la mano de ayuda, y esta es la hora, después de ocho años cuando escribo estas líneas, que a nadie la ha importado. ¡Es muy fácil escribir un poco de consejos apoyados con unos cuantos textos bíblicos y así condenar a los desanimados! Pero ¡qué difícil es ir a casa del que está sufriendo para ayudarle e inyectarle ánimo! No es tan sencillo como decirle: ¡Ten fe!, no es tan fácil como leerle un capítulo de los Salmos o de Proverbios. En veces ni siquiera hay que hablar nada. Sino simplemente sentarse ahí con él, darle un abrazo y esperar callados mientras se deshaga llorando un poco. ¡De nada sirven las palabras de pésame que se le dan a los dolientes! Los que han tenido una pérdida de un ser querido se hastían de escuchar a quienes llegan a decirle “lo siento mucho”, ¿cómo pueden sentirlo? Lo siente uno, quien es el que está sufriendo. Por eso es mejor llegar nada más y darle un abrazo al que sufre y sentarse a su lado sin decir palabra. Eso le animará más que cualquier palabra.
c. “Afirmen a los débiles”. Estos no son los desanimados, sino los creyentes nuevos, los que están luchando por vivir en santidad y sienten que no lo lograran. Los débiles sienten que no es tan fácil ser cristiano, como se lo habían dicho; sufren internamente cuando sus familiares y amigos los desprecian por haber abrazado la fe, y es el momento en que los verdaderos cristianos deben venir en su ayuda, mostrándoles que si la familia los desprecia, ahí tienen una nueva que los ayudará a ser mejores; que si los amigos los apartan, ahora tiene otros que no buscan ganancias a costa suya, sino que más bien lo apoyarán a seguir adelante. El propósito de sostener a los débiles es ayudarles a madurar, para que luego ellos también puedan preocuparse y ocuparse con otros que les necesitarán.
d. “Teniendo gran paciencia con todos”. ¡Cuánto necesitamos de paciencia en la Iglesia! He sido testigo de cómo algunos que se hacen llamar predicadores más bien debieran llamarse “verdugos”, ya que están siempre con el hacha bien afilada para cortarle la cabeza a quien comete una falta. Todo esto es contrario a la naturaleza de Dios, quien es tardo para la ira y grande en misericordia[7]. Conocí a uno de los que se hacen llamar predicadores que cortaba de comunión más gente que la que bautizaba. De seguro usted también conoce a alguno así. Pero Pablo más bien nos exhorta a soportarnos con paciencia y en amor.
e. “No den mal por mal”. ¡Increíble que Pablo tenga que escribir esto a la Iglesia! Pablo debe decirle a los cristianos que no se venguen. Esa era la costumbre antes y lo es ahora. La Ley del Talión ha sido heredada a todas las culturas en todos los lugares del mundo, y se considera justa a la persona que la practique, mientras que quien quiera practicar la Ley de la otra mejilla es considerado un tonto. La venganza es algo común y se le enseña a los niños desde muy pequeños, o ¿a quién de nosotros no nos dijo nuestro padre o madre: No busque pleito, pero si le van a pegar, defiéndase? Todos conocemos muy bien nuestros propios derechos, pero ignoramos los derechos ajenos. Una de las profesiones más rentables es la de abogado, porque todos buscan como hacer pagar a los que nos han causado un daño. No es Pablo, es el Señor quien nos dice que no busquemos venganza, y más bien, cuando alguien nos haga un mal, debemos devolverle un bien[8]. Entonces, además de decirnos que no debemos vengarnos, nos dice que debemos hacer el bien. Esto es la manifestación del amor de Dios en nosotros: Cuando alguien nos hace lo malo, le pagamos con bien; y eso hará que el malvado tenga que ver a Dios en nuestra vida. ¡Esto es algo muy fuerte y difícil de aceptar, pero es lo que enseña Dios!
f. “Siempre estén gozosos”. ¿Cómo podía Pablo decirle esto a aquellos que estaban arriesgando su vida por el solo hecho de ser cristianos? Recordemos que ser cristiano llegó a ser sinónimo de ser traidor a César y a Roma. Pero es que el gozo del que habla Pablo no es el gozo natural. ¿De qué se ríe la gente? Hace algunos años ver a Moe darle un martillazo a Curly por la cabeza era hilarante, aunque pocos saben que por esos golpes en la cabeza este actor llegó a sufrir de hemiplejia, que es un trastorno del cuerpo del paciente en el que la mitad lateral de su cuerpo está paralizada; es normalmente el resultado de un accidente cerebro vascular, aunque también pueden provocarla patologías que afecten la espina dorsal o los hemisferios cerebrales[9]. Hoy la gente se ríe de chistes vulgares, de frases de doble sentido, de caídas, etc. En el tiempo del Imperio Romano se gozaban de ver a un cristiano siendo despedazado por una fiera en el circo. Pero el gozo del cristiano no está regido por las circunstancias o porque haya algo externo que le provoque la risa, sino que su gozo se basa en la satisfacción de ser uno con Cristo, el saber que ya no tenemos deuda alguna delante del Señor porque la sangre de Cristo nos limpió y que pronto estaremos delante de la presencia del Señor.
g. “Incesantemente estén orando”. Es necesario que nos hagamos la pregunta: ¿Qué es orar? A algunos se nos enseñó ciertas palabras que deberíamos decir para orar, pero ¿es repetir las palabras que otro pensó orar? Eso sería como decir que yo soy el autor de una obra de Dalí. Orar significa hablar con Dios; expresar lo que tenemos en lo más profundo de nuestro corazón; volcar todo nuestro ser delante de Él. Hay quienes confunden la oración con la meditación, esta es más bien solo un tipo de ejercicio intelectual, no espiritual. La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:
1) Un período de concentración sobre las circunstancias del momento.
2) Un momento experimentado cuando la mente se diluye y es libre de sus propios pensamientos.
3) Una concentración de la mente en un único centro de apreciación, como por ejemplo la respiración o una monotonía de palabras invariables.
Por esto no podemos comparar la meditación con la oración, ya que la primera es más bien un intento de comunicarnos con nuestro ego, y la oración es la comunicación con Dios.
Hay quienes creen que todas las oraciones que digamos son escuchadas por Dios, pero cuando no vivimos de acuerdo a Su Voluntad, nuestras oraciones no llegan a su presencia[10], aunque gritemos, como hacen muchos[11]. Así que la primera oración del pecador que logra llegar ante la presencia de Dios es la de arrepentimiento de sus pecados.
Jesús es el mejor ejemplo del hombre de oración, y es quien nos enseña a orar de una manera diferente de como lo hacían los religiosos de su tiempo, presentando en su oración modelo los puntos esenciales de esta:
1) Alabanza.
2) Clamor por las cosas espirituales.
3) Acción de gracias.
4) Clamor por el perdón.
5) Clamor por sabiduría.
6) Clamor por la Iglesia.
7) Clamor por los hombres.
8) Clamor por los enemigos.
9) Clamor por las cosas materiales.
Aunque se nos dice que debemos orar de manera incesante, debemos estudiar muy bien el momento en que vamos a orar, para poder decidir acerca de qué va a tratar nuestra oración. Así, debemos orar:
1) Antes de decidir algo importante.
2) Cuando hay una ocasión especial.
3) Cuando estamos sufriendo.
4) Cuando viene la ansiedad.
5) Cuando viene la prueba.
6) Después de los eventos de nuestra vida.
7) Cuando nos arrepentimos de algo malo que hicimos.
8) Cuando nos alejamos de los seres amados.
9) Cuando sabemos que vamos a partir de esta vida.
También existe la creencia de que cualquier persona puede dirigirnos en la oración, pero este es un grave error ya que según las Escrituras solo deben dirigir:
1) Los que hacen la Voluntad de Dios[12].
2) Los que claman de acuerdo a la Voluntad de Dios[13].
3) Los que están en Cristo[14].
4) Los que piden con fe[15].
h. “En toda cosa estén dando gracias”. Estamos acostumbrados a agradecer a Dios cuando los eventos de la vida nos son favorables, pero ¿qué pasa cuando no lo son? El Señor nos dice que debemos dar gracias en todo momento. La mayoría de las veces, la mayoría de las personas, tendemos a deprimirnos o desesperarnos cuando las cosas no salen tal y como esperábamos, pero aún así, Dios nos dice que debemos dar gracias. Al agradecer a Dios por todas las cosas, tanto buenas como malas que nos ocurren, estamos depositando toda nuestra confianza en El, quien es el que sabe los más nos conviene.
Estas son las cosas que Dios desea que hagamos, pero aún hay más.
i. “Al Espíritu, no lo apaguen”. El Espíritu Santo es Dios, por lo tanto, ningún ser humano puede apagarlo, eso va contra la naturaleza divina, pero en cuanto al actuar en la vida nuestra si es posible que lo apaguemos, es decir, que nos neguemos a dejarle a El que actúe en nuestra vida, cuando nos negamos a vivir en santidad.
j. “No consideren las profecías como nada”. Hay quienes consideran profecías solo a aquellas predicciones futuristas, pero no hay nada que sea menos cierto que esto. Los profetas recibieron instrucciones para la Iglesia, de tal manera que fuera edificada y consolada. Así que hoy podemos decir que los hermanos que predican para exhortar, edificar y consolar a la Iglesia son lo más cercano que puede haber a los profetas, aunque no sepan que va a pasar mañana. Esto, a pesar de las falsas enseñanzas de los pentecostales y carismáticos, es más importante que hablar en lenguas[16].
k. “Estén probando todas las cosas; reteniendo lo excelente”. La Iglesia del siglo XXI está en grave peligro: ¡Se ha conformado al mundo actual! El Espíritu Santo, por medio de Pablo está diciendo: “No acepten todo lo que les presenten, revísenlo y quédense con lo bueno”, pero que ocurre entre los cristianos modernos: ¡Aceptan todo lo que les pongan al frente! Prueba de esto es los cantos que se entonan en los servicios, ¡el 99% son cantos sectarios! Y la mayoría no tienen base bíblica. Pregunté a un compañero de trabajo que es mormón acerca de los cantos que ellos entonan en sus servicios, y me dice que son los mismos que entonaban hace 100 años. Así que surgió otra pregunta: ¿No reclaman los jóvenes porque ven que son cantos fuera de moda? Su respuesta: “A nosotros nos enseñan desde muy pequeños que los cantos los dirigimos a Dios y no es para que nos alegremos o motivemos, así que en la adoración no importa nuestros gustos en cuanto a la música, sino lo que es decoroso para traer delante de Dios”. Creo que debemos estar de acuerdo que no todos los ritmos musicales son decorosos delante de Dios, algunos no lo son ni siquiera delante de los hombres; por lo que hablar de “rock cristiano”, “salsa cristiana”, “bachata cristiana”, etc., es solo una necedad y una muestra de que la carnalidad ha invadido la Iglesia, cuando hombres como los Campbell, Scott, Lipscomb, Spurgeon y otros ni siquiera estuvieron de acuerdo en que se usaran instrumentos musicales en la adoración, los mal llamados líderes permiten y hasta invitan a los adoradores a ser parte de esta aberración contra Dios.
Pero no creamos que solo en cuanto al tema de la música es que se cae en no examinar todas las cosas; sino que ya es normal que muchos de los llamados predicadores el sábado en la tarde busquen un bosquejo en el internet y sea eso lo que presentan el domingo en el servicio de adoración, incluso enseñando en muchas ocasiones doctrinas falsas.
Y retener lo bueno no es aceptar todo lo que tenga algún pasaje bíblico para apoyarlo, sino aquello que cumpla todo lo que señala el Evangelio. Así, encontramos pasajes que dicen que debemos usar instrumentos musicales para adorar a Dios[17], pero cuando hacemos un examen detenido de cómo, dónde y por qué los hebreos usaban los instrumentos musicales, y de que la Iglesia nunca, desde su inicio en el siglo I hasta el siglo VI nunca usó instrumentos musicales, nos encontraremos que aunque el pasaje de Salmos es bíblico, no es lo bueno o lo excelente en este asunto, ¡aunque sea un pasaje bíblico!
Entonces, podemos decir que retener lo bueno no es solamente conocer la Biblia y querer cumplirla toda, sino más bien, perseverar en la doctrina enseñada por los Enviados[18]. Muchas de las cosas que los judaizantes hablaban eran verdad de acuerdo al antiguo pacto, pero ya no tenían base en el nuevo, por lo tanto, eran una perversión al Evangelio.
l. “De todo mal, estén absteniéndose”. Pareciera que esta última exhortación no es necesaria para un cristiano, pero tanto en el siglo I como en este, el mal puede presentarse no solo como algo definitiva e innegablemente malo, sino que también puede parecer algo agradable y hasta simular ser bueno. ¿Es el ayuno bueno? Hay momentos en la vida en que no solo es bueno ayunar, sino que es necesario, pero nos encontramos con la advertencia en 1 Timoteo 4.3 de que vendrían algunos ordenando hacer ayunos, cuando esto debe ser voluntario.
En la Iglesia se aceptan muchas enseñanzas erróneas, así ha sido siempre, y no se ha tomado en cuenta que esto es como una bola de nieve que va agrandándose cada vez más, y que puede llegar el momento en que sea imparable, como ocurrió con los católicos; sí, y es que la Iglesia Católica Romana en un tiempo fue la verdadera Iglesia de Cristo, pero comenzaron a permitir entrar algunos “errorcitos” que no eran “tan graves”, y la cosa fue agrandándose hasta el punto de convertirse en una secta que es enemiga del cristianismo verdadero.
8. Conclusión.
5.23-28 Para finalizar esta epístola, Pablo hace una breve pero profunda oración, pidiendo al Señor que santifique a los lectores de esta. Creo que no debemos dejar de darle la importancia que se merece, tal y como insistía Pablo, a la santificación de todo nuestro ser. Y nótese que Pablo usa acá una fórmula tricótoma para expresar el ser completo del humano, no dicótoma.
Existen dos escuelas de pensamiento en cuanto a la constitución del ser humano, una alega que este está compuesto de dos partes, de ahí dicótomo, alma y cuerpo, afirmando que el espíritu es lo mismo que el alma; mientras que la otra escuela sostiene que el hombre está compuesto de tres partes, es decir tricótomo, alma, en donde se encierran las emociones y los sentimientos; espíritu, es el soplo de Dios que tiene todo hombre; y cuerpo, que es lo físico. Precisamente, pasajes como el que estudiamos en este momento sostienen esta última teoría.
Todo nuestro ser debe estar en santidad, contrario al pensamiento de algunos que han llegado a considerar que no importa lo que suceda con el cuerpo, ya que de por sí este “no heredará el cielo”. La santificación no es algo que Dios va a hacer en nosotros en contra de nuestra voluntad, si no queremos santificarnos, no pasará nada en nuestra vida que lo pueda hacer. El comportamiento santo tiene que surgir de nosotros mismos[19].
Dios es quien nos santificará mientras nosotros se lo permitamos, y El cumple su promesa mientras nosotros le demos oportunidad en nuestra vida. Precisamente ayer uno de mis hermanos me apuntaba el hecho que en lo personal yo recibo muchas bendiciones, y entonces le hacía ver que eso se debía simplemente a la confianza que tengo en Dios. ¡Yo creo todas sus promesas! Y al confiar ciegamente en El, responde. ¿Está usted creyéndole a Dios o simplemente cree en Dios?
Los siguientes tres versículos son tres peticiones que nos traen mucha enseñanza también:
1) “Estén orando por nosotros”. Pablo era un hombre de oración, pero no solo sabía que los demás necesitaban de sus oraciones, sino que el también, siendo hombre, necesitaba que los demás oraran por él.
2) “Saluden a todos los hermanos con beso santo”. Los costarricenses hemos aprendido a saludarnos con un beso: Cuando llegamos al trabajo, cuando nos encontramos con amigos, al llegar a nuestra casa, al llegar a la Iglesia, y hasta cierto punto, incluso entre los no cristianos, hemos llegado a poner en práctica este pasaje, ya que por lo general estos besos no se dan con sensualidad o de forma morbosa, pero entre el resto de los centroamericanos y mexicanos, esto no es bien visto por todos. El beso que aconseja el Enviado es santo, sin ningún tipo de malignidad, tal y como deben ser todas las cosas entre los creyentes.
3) “Pongo bajo juramento a ustedes en el Señor a que esta carta sea leída a todos los hermanos”. Tomemos en cuenta que esta es la primera epístola del Nuevo Testamento, por lo que Pablo se preocupa de que esta debe ser leída de manera pública, y por ello usa palabras tan solemnes sobre la necesidad de que esto se cumpla. Por siglos el romanismo prohibió, y en manera solapada lo hace hoy, que sus miembros lean las Escrituras, porque según ellos, los miembros no tienen la sabiduría suficiente como para interpretarla. Esto lo que hace más bien es condenarlos a ellos mismos, porque están demostrando ser malos maestros que no han logrado hacer comprender las Escrituras a sus discípulos.
Y finaliza Pablo con una bendición.
[1] Marcos 13.32.
[2] Wikipedia. Guerras y revoluciones de los siglos XX y XXI.
[3] Apocalipsis 6.15.
[4] Wikipedia. Apellidos patronímicos.
[5] http://es.thefreedictionary.com
[6] 2 Tesalonicenses 3.6.
[7] Éxodo 4.6.
[8] Romanos 12.20.
[9] Wikipedia. Los Tres Chiflados. Hemiplejia.
[10] Proverbios 28.9.
[11] Ezequiel 8.18.
[12] 1 Juan 3.22.
[13] 1 Juan 5.14.
[14] Juan 15.7.
[15] Santiago 1.5-7.
[16] 1 Corintios 14.
[17] Salmos 150.
[18] Hechos 2.42; 1 Juan 4.6.
[19] 1 Tesalonicenses 2.10.