Capítulo 5
I. Aplicación del Evangelio de la Gracia.
1. Firmes en la libertad.
5.1-12 Continúa Pablo hablando de la libertad, aunque se nota que hay cierta variación en el tema. Ya se dejó en claro que los cristianos somos hijos de la libre, no de la esclava, por lo que debemos mantenernos firmes, sin irnos a derecha o izquierda.
Los gálatas ya estaban gozando la libertad de Cristo, pero estaban buscando ser esclavizados por la Ley. Por eso Pablo saca su autoridad como Enviado para hacerles ver el error en que estaban incurriendo. Hoy día los médicos aconsejan la circuncisión por motivos de salud, pero eso no tiene nada que ver con esta que promovían los judaizantes. Ellos promovían la circuncisión para la salvación, lo cual es un error. Solo antes del sacrificio de Jesús era necesaria la circuncisión para ser parte del Pueblo de Dios, pero después de la muerte del Señor en la cruz, ya no era necesario.
La circuncisión por motivos religiosos nos obliga a cumplir toda la Ley, lo que nos lleva a maldición porque solo Jesús fue capaz de cumplirla. Al querer obedecer la Ley, como quieren hacer los mesiánicos, rompemos nuestra relación con Cristo. La Ley no puede justificar a nadie, antes bien hace que los que ya recibieron la salvación por la Gracia de Dios, caigan a la condenación. Los calvinistas niegan esta verdad, pero Pablo es claro cuando dice: “Quienes están siendo declarados justos por la Ley, están separándose del Ungido y de la Gracia cayeron”. El querer ser justificado de otra manera diferente a la sangre de Cristo, produce la separación, el rompimiento con Jesús, y la caída, la pérdida de la Gracia de Dios. Lo que es lo mismo, un cristiano que no persevera en su santidad, se ve en peligro de condenación.
Pero los que seguimos sujetos a Cristo, los que no estamos sujetos a la Ley, sazonados con el Espíritu Santo, seguimos a la espera de la vida eterna por medio de la fe que tenemos en Cristo Jesús. Y la verdad es que estar circuncidado no tiene ningún valor o no estarlo nos puede afectar en algo, porque esta no es necesaria para la salvación, sino ahora lo importante es la fe que nos impulsa a mantenernos firmes en Cristo, y no por mandamientos, sino por amor.
Los gálatas habían comenzado muy bien su carrera en el Evangelio, pero vino alguien a estorbarles y habían dejado de obedecer la verdad. Los judaizantes eran una plaga que entraba a destruir la fe de los creyentes, robando la libertad y trayendo esclavitud. Lo que ellos enseñaban no era de Dios, aunque pareciese muy piadoso, tal como ocurre hoy con las muchas sectas que encontramos, no es algo que venga de Dios, por lo que debe proceder de otro lado opuesto a Dios.
Quizá no eran todos los miembros de la Iglesia los que estaban siguiendo a judaizantes, pero aunque fuese solamente uno, esto iba a afectar a toda la comunidad. Lo mismo es si alguien dice: “Pero solo es una tontería que no nos va a afectar, es algo que puede pasarse”. ¡Cuidado! Hay una congregación cerca de donde vivo que tienen una placa en honor a un predicador fallecido que se ha convertido en un ídolo, y los defensores de ella dicen que eso no afecta la fe de los miembros, pero es un poco de levadura que va afectando en otras cosas a toda la Iglesia. Dice un refrán de Benjamín Franklin: “Porque se perdió un clavo, se zafó la herradura; por la falta de la herradura, se cayó el caballo; por la falta del caballo, murió el soldado; y por la falta del soldado, se perdió la batalla; y por perder esa batalla, se perdió el reino. Todo esto por falta de un único clavo”. Si los que creemos en la Palabra del Señor tal y como está escrita aceptamos que se vayan introduciendo cositas “inocentes”, en poco tiempo nos daremos cuenta que toda la Iglesia se corrompió, así fue el nacimiento de la Iglesia Católico-Romana.
Pablo da un voto de confianza a los gálatas, ya que esperaba que ellos reaccionaran y volvieran a la senda correcta. Pero de aquellos que habían provocado todo este alboroto, los que decían que eso no era malo y que podía pasarse por alto, estaban siendo condenados por su propia iniciativa, sin importar quienes fuesen.
Pareciera que algunos acusaron a Pablo de seguir practicando la circuncisión, quizá por haber circuncidado a Timoteo[1], pero eso no tiene lógica ya que los defensores de la circuncisión eran quienes le perseguían.
Si la predicación de Pablo se hubiese basado en la circuncisión, entonces la cruz hubiese dejado de servir de tropiezo para sus enemigos. Podemos suponer que los judaizantes hubiesen aceptado la cruz si esta no hubiera excluido a la circuncisión, por eso los mesiánicos están muy equivocados tratando de hacer calzar la Ley con el Evangelio.
El versículo doce, que dice literalmente: “¡Quisiera que también se cortaran los testículos los que los trastornan a ustedes!”, es uno de los versículos más fuertes de toda la literatura paulina. El texto deja ver que sería bueno que cometieran el error de que en vez de cortar el prepucio solamente, quienes enseñaban la circuncisión física, debían cortarse los testículos, cosa que sería algo terrible. Y la reacción de Pablo no es por falta de amor a los semejantes, sino que él se sentía indignado por el tesón de ellos en llevarlos por un mal camino y a la condenación.
2. Sirviendo en la libertad.
5.13-15 Estar en el pecado es estar esclavizado; estar bajo la Ley es estar esclavizado; pero estar en Cristo es tener libertad. Los gálatas habían sido llamados a la libertad, pero ellos habían querido ser esclavizados, esta vez no a los pecados que seguían los gentiles, sino a la esclavitud de la Ley. Y es curioso que siendo esta una de las cartas más pequeñas escritas por Pablo, usa la palabra libertad once veces, más que en ninguna otra.
Pero Pablo quiere hacer una aclaración, que no comprenden los miembros de la denominación “Creciendo en Gracia”, la libertad es para vivir lejos del pecado, no para que pequemos abiertamente pensando que ahora somos inmunes a él. No es que el cristiano no tiene ninguna Ley, estamos bajo la Ley de Cristo[2]. En la Ley de Cristo también hay mandamientos, hay requisitos, hay ordenanzas, que el cristiano debe seguir o de lo contrario caerá de la Gracia. En Cristo somos libres del pecado, pero ahora estamos ligados a Él y no podemos hacer lo que queramos, sino debemos vivir de acuerdo a su guía. Tomemos en cuenta el ejemplo de Pablo, quien en sus epístolas se presenta como “δουλος”[3], esclavo; “δεσμιος”[4], cautivo, de Jesucristo, ya no del pecado.
Es lamentable, pero muchos de los que se dicen ser cristianos viven esclavizados a sus tradiciones inventadas y a ritos que no son parte de las Escrituras, se desesperan tanto por tratar de vivir en santidad que lo que hacen más bien es esclavizarse a ellos mismos y a los que les siguen; ven todas las cosas como pecaminosas y todo se lo achacan a los demonios, mencionándolos más a estos que al mismo Jesús, dándole más poder a Satanás que a Dios.
¿Cómo demuestro que soy libre? Mostrando mi amor por mi prójimo. No queremos decir que vamos a ser tolerantes con el pecado, porque esa es la dinámica de hoy, en donde se piensa que amar al prójimo es aceptar y bendecir todo lo que hagan, incluyendo los pecados más viles, como el homosexualismo, el adulterio y otras cosas semejantes.
¿Cómo demuestro mi amor al prójimo? En primer lugar, predicándole la Palabra. Pero también aquí debemos hacer una aclaración: Hay quienes van de puerta en puerta recitando versículos bíblicos a sus vecinos, pero todos ellos saben que eso es puro aire caliente porque estos creyentes nunca han dado testimonio verdadero. Hay que recordar las palabras de Francisco de Asís, quien decía a sus discípulos: “Vayan por el mundo y prediquen el Evangelio, y si es necesario, hablen”.
Los judaizantes enseñaban que era necesario que los gentiles se circuncidaran para ser salvos, pero Pablo enseña que toda la Ley está encerrada en amar al prójimo, pero no solo en decirle que lo amamos, sino en servirle, ayudarle. Pero, ¿qué ocurría en aquellos tiempos y pasa hoy? Los cristianos se atacan unos a otros, se ponen nombres inventados y construyen una trinchera alrededor de ese nombre para desde ahí apuntar sus fusiles no contra el pecado, sino contra los que no quieran guarecerse bajo su sombra.
3. Caminar en el Espíritu.
5.16-26 Dice Pablo: “Caminen por el Espíritu”, no “activen al Espíritu” o “cuando van a la Iglesia, saquen al Espíritu”, no, está hablando de algo continuo, de la naturaleza del cristiano. Pero esto no quiere decir tampoco que vamos a andar como hacen los pentecostales, quienes dejan la realidad para vivir en un mundo inventado por ellos en donde todo se ve afectado por sus dogmas.
No obedecer el deseo de la carne se refiere a no seguir los malos pensamientos, a no buscar hacer el mal. Algunos se niegan a comer cuando sienten hambre, pensando que Pablo se refería a eso, pero el comer, dormir, incluso rascarse, son cosas naturales y buenas que hay que hacer. Lamentablemente muchos pensadores concluyeron que Pablo estaba enseñando que el cuerpo es malo y que es una prisión para el alma y de ahí surgen doctrinas erradas como el pecado original y la depravación hereditaria. El catolicismo enseña castigar al cuerpo con restricciones e incluso con lastimarse físicamente, mientras el calvinismo habla de la “naturaleza corrupta”.
La carne se opone al Espíritu y Este a la carne. La carne piensa en deleitarse a sí misma, mientras el Espíritu piensa en deleitar a Dios.
Pablo lanza un golpe mortal a la enseñanza de los judaizantes cuando dice “Pero si están siendo conducidos por el Espíritu, no están bajo la Ley”. Ellos abogaban por seguir obedeciendo la Ley, pero él les enseña que el Espíritu no nos guía con la Ley, porque esta no tenía poder para salvar. Hay quienes creen que el Espíritu les debe hablar al corazón, pero no toman en cuenta que la mayoría de veces, lo que ellos creen que les dijo el Espíritu Santo se opone a las Escrituras, lo cual no tiene lógica. El Espíritu nos habla por medio de la Palabra solamente.
El conducir no quiere decir que nosotros no hacemos nada y que el Espíritu nos lleva como si no tuviésemos voluntad. Él nos guía, nos da las instrucciones en la Palabra para que vivamos de acuerdo a la Voluntad de Dios, pero no anula nuestras decisiones. Hay quienes aseguran haber hecho algo porque el Espíritu les puso a hacerlo, pero ahí medió su propia voluntad, por ello es que escuchamos a algunos decir que Dios le dijo que debía cometer adulterio e incluso algún asesinato, pero fue su propia decisión.
Ahora Pablo hace un listado de obras de la carne, es decir, los deseos pecaminosos del ser humano que tiene un corazón impuro, que no se ha arrepentido[5], que está endurecido[6], con una mala conciencia[7]:
a. Inmoralidad sexual: En la mayoría de las traducciones dice “adulterio”, pero la palabra griega acá es πορνεια, porneia, de donde vienen las palabras “pornografía y prostitución”, no μοιχεύω, moijeúo, que es la que se traduce como adulterio, aunque este puede estar contenido en la inmoralidad sexual. Hay que tomar en cuenta que la inmoralidad sexual destruye no solo a la persona que la practica, sino que a la familia y a la sociedad. Esta es una de las razones de la caída de Roma.
Entre los pecados que se encierran en la inmoralidad sexual encontramos además del adulterio, que es la relación entre una persona casada con otra que no es su cónyuge, la fornicación, es decir, relaciones sexuales entre personas solteras y cualquier acto sexual ilícito; la pornografía, ya sea en voyerismo o mirando películas, revistas y periódicos destinados a ese fin; la homosexualidad, etc.
b. Inmundicia: La palabra usada por Pablo aquí es ἀκαθαρσία, akadsarsía, que se refiere no tan solo a la inmundicia sexual, que ya estaba incluida en la anterior, sino a la inmundicia moral, a actuar en contra de los valores cristianos. En nuestros días es cada vez más difícil mantenerse firme en ellos. Hace poco mi jefatura me citó para preguntarme si era cierto que yo estaba haciendo proselitismo religioso en horas de trabajo, cosa prohibida debido a que soy un empleado público, pero mi respuesta fue que si pensar que cuando yo trabajo no lo hago para quedar bien con mis jefes, ni quedar bien con mis clientes, sino quedar bien con Dios, le dije, si lo estoy haciendo; pero si eso es prohibido deberían ver mis resultados a la hora de trabajar y luego analizar si no era mejor solicitarle a todos los empleados que trabajaran pensando que lo hacen para Dios y no para los hombres. Mi jefe sonrío y se despidió de mí.
c. Conducta libertina descarada y desafiante: En otras traducciones parece que los pecados señalados por Pablo son más que nada sexuales, y esta palabra la han traducido solo como lascivia, pero Pablo usa la palabra ἀσέλγεια, asélgeia, que contiene no solo el libertinaje sexual, sino todo tipo de libertinaje, y es lo que vemos hoy en nuestra sociedad, en donde los valores morales han sido desechados; en donde a lo malo se le llama bueno y a lo bueno malo; en donde en los países “cristianos” se le debe obedecer a los musulmanes mientras que en los países musulmanes se prohíbe la práctica de todo tipo de manifestación cristiana; en donde se ordena a los cristianos tolerar y en algunos países europeos, casar, a los homosexuales; en donde la palabra pecado se ha cambiado por “error”; en donde los hijos gritan y los padres deben bajar la cabeza y si estos tratan de poner orden, los niños llaman al 911 y la policía saca a los padres de la casa; en donde es prohibido corregir a los hijos y los maestros sufren de estrés nervioso porque nadie puede corregir a los malcriados que tienen en sus aulas; en donde cualquiera camina por las aceras fumando cigarros de marihuana como si estuviese comiendo confites.
d. Idolatría: Uno de los dolores de cabeza del Pueblo de Dios, la εἰδωλολατρεία, eidolatreía, o idolatría, en español. Fue una de las causas por las que en el Antiguo Testamento Israel tropezara una y otra vez, y en el Imperio Romano, con la adoración al emperador se constituyó en uno de los problemas más serios para los cristianos. Hoy se manifiesta de diversas maneras en la Iglesia, entre ellas, la confianza ciega que se pone en quienes pasan adelante y enseñan cosas que no tienen base bíblica, pero se les cree simplemente por quien habla.
e. Uso de drogas: La palabra φαρμακεία, farmakeía, es de donde proviene nuestra palabra “farmacia”. No debe creerse, como hacen algunos pentecostales, que esto es una prohibición al uso de medicamentos, sino que hay que entender que en tiempos de Pablo, las personas acudían donde los hechiceros para ser sanados, tal como hacen algunos hoy, y estos les mandaban a tomar brebajes extraídos de las plantas, pero tampoco debemos creer que esto en sí es malo, de hecho, es posible que las personas sanaran debido al uso de estos medicamentos naturales; el problema era que estos sanadores hacían sus “consultas” consultando a los dioses o a los espíritus y promovían estos cultos satánicos.
f. Enemistades: Pablo usa la palabra ἔχθρα, éjdsra, odio, que es lo que se opone abiertamente al amor. Los judíos eran especialistas en practicar el odio contra todo aquel que no fuese judío, pero cuando el Espíritu Santo se manifiesta en casa de Cornelio, Pedro entiende que los gentiles también son amados por Dios[8]. En Cristo no debemos odiarnos por ningún motivo, aunque no estemos de acuerdo en algo. Es triste ver a los cristianos separados por cosas que podrían solucionarse si tan solo se sentaran a conversar.
g. Contiendas: De la palabra griega ἔρις, éris, discordias. No se refiere a las discusiones que puede haber entre los cristianos que buscan llegar a un acuerdo, sino a los momentos en que se pierde el control y las personas salen heridas. Es triste el haber sido testigo de “cristianos” que discuten de manera acalorada por cosas que pueden resolverse fácilmente y en un ambiente de paz.
h. Celos: Del griego ζῆλος, zélos, ardor. En las Escrituras se habla de dos tipos de celo, en un sentido está el celo de Dios y el del creyente por el bien[9]; y el celo que es producto de la carne por inseguridad. A este último es a lo que se refiere el pasaje. Es algo normal que el cónyuge quiera ver a su pareja bien arreglada, presentable, mientras que es anormal que el cónyuge se sienta agredido cuando ve que su pareja busca verse bien. Los celos son el detonante en la mayoría de los crímenes pasionales y son causa de mucho dolor en las parejas.
i. Iras: La palabra griega θυμός, dsumós, pasión, se refiere al enojo no controlado. Son explosiones que por lo general no duran mucho tiempo, pero que pueden causar mucho daño tanto en lo físico como en lo emocional.
j. Facciones: La palabra griega ἐριθεία, eridseía, intriga, habla de la ambición personal. En el campo religioso lo vi mucho en el Instituto Bíblico cuando los estudiantes buscaban dañar el prestigio de otros para verse ellos como mejores. Tal vez delante de los hombres esta persona pueda pasar como mejor, pero ante los ojos de Dios es alguien corrupto e inmoral.
k. Divisiones: Jesús hace una oración especial contra esta obra de la carne[10] que proviene de la palabra griega διξοστασία, dixostasía, desunión. Es uno de los pecados más serios con los que ha tenido que batallar la Iglesia desde el inicio de la era cristiana y se ha convertido en el caballito de batalla de las fuerzas satánicas para destruir la Obra del Señor. Hombres sin escrúpulos han tomado los púlpitos y han divido a la Iglesia en tantas partes que hoy muy difícil saber cuál es la Iglesia del Señor.
l. Herejías: Se ha pensado que herejía es hablar contra Dios o contra sus mandatos, pero la palabra griega ἵρεσις, jáiresis, más bien se refiere a la desunión. Se es hereje cuando en lugar de buscar el acuerdo bíblico se hacen partidos. Hace un tiempo, cuando señalé a un predicador que lo que hacían estaba en contra de las enseñanzas bíblicas me dijo: “Yo no me voy a pelear con usted sobre esto, si no le parece es mejor que cada uno vaya por su lado”. ¡Eso es herejía! Es verdad que no quiso tener una discusión sobre el asunto, pero prefirió separarse de mí, y lo que es peor, usando el ejemplo de la separación de Pablo con Bernabé, antes de llegar a un acuerdo en base a las Escrituras.
m. Envidias: Esta palabra, φθόνος, fdsonos, puede traducirse como “mala voluntad”. Me da miedo pensar que en la Iglesia del Señor hay tanta envidia, porque eso lo que evidencia es que hay muchos corazones amargados.
n. Borracheras: La OMS declaró que “el alcoholismo es una enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol”[11]. Dios dice que es una obra de la carne. La palabra griega aquí usada es μέθη, médse, intoxicación, y como todos los organismos no son iguales, ¿cómo podemos saber con cuanta cantidad una persona se intoxica? El argumento de algunos de que se puede beber con moderación no es válido cuando por ejemplo, en mi caso, si tomo una bebida con un 2% de alcohol, como el jarabe para la tos, me mareo, ¿qué me pasaría si tomo una cerveza que tiene un 5%?
El alcohol tiene un efecto bifásico sobre el cuerpo, lo cual quiere decir que sus efectos cambian con el tiempo. Inicialmente, el alcoholismo generalmente produce sensaciones de relajación y alegría, pero el consumo posterior puede llevar a tener visión borrosa y problemas de coordinación. Las membranas celulares son altamente permeables al alcohol, así que una vez que el alcohol está en el torrente sanguíneo, se puede esparcir en casi todos los tejidos del cuerpo.
Tras el consumo excesivo puede aparecer la inconsciencia, y niveles extremos de consumo pueden llevar a un envenenamiento por alcohol y a la muerte; una concentración en la sangre de 0.55% podría matar a la mitad de los afectados por paro cardio-respiratorio tras afectación bulbar[12]. La muerte puede también ser causada por asfixia si el vómito, un resultado frecuente de la ingesta excesiva, obstruye la tráquea y el individuo está demasiado ebrio para responder.
Cuando el alcohol llega a la sangre, entre 30 y 90 minutos después de ser ingerido, se produce una disminución de los azúcares presentes en la circulación sanguínea, lo que provoca una sensación de debilidad y agotamiento físico. Lo anterior es debido a que el alcohol acelera la transformación de glucógeno, una sustancia que se encarga de almacenar el azúcar en el hígado, en glucosa y esta se elimina de forma más rápida.
Otra acción del alcohol es que inhibe a la vasopresina, una hormona sintetizada por el hipotálamo y luego liberada por la neurohipófisis. Esta hormona es la responsable de mantener el balance de los líquidos en el cuerpo, ordenando al riñón que reabsorba agua de la orina. Si la función de la vasopresina falla, el riñón empieza a eliminar más agua de la que ingiere y provoca que el organismo busque el agua en otros órganos. Esto provoca que las meninges, membranas que cubren el cerebro, pierdan agua y por tanto aparezca el dolor de cabeza. El alcohol disminuye los niveles de vitamina B1 del organismo.
Tras la ingesta de alcohol se producen a corto plazo una serie de efectos o síntomas, dependientes de la dosis ingerida, aunque afectan otros factores individuales.
1) Fase de euforia y excitación. Tasa de alcoholemia: 0,5 g/L. Locuacidad, euforia, desinhibición, conducta impulsiva.
2) Fase hipnótica o de confusión. Tasa de alcoholemia: 2 g/L. Irritabilidad, agitación, somnolencia, cefalea. Disartria, ataxia, dismetría. Náuseas y vómitos.
3) Fase anestésica o de estupor y coma. Tasa de alcoholemia: 3 g/L. Lenguaje incoherente. Disminución marcada del nivel de conciencia, obnubilación y coma, y del tono muscular. Incontinencia de esfínteres. Dificultad respiratoria.
4) Fase bulbar o de muerte. Tasa de alcoholemia: 5 g/L. Shock cardiovascular. Inhibición del centro respiratorio. Paro cardio-respiratorio y muerte.
Son muy diversos los efectos del alcohol a medio y largo plazo y actúan sobre múltiples órganos y sistemas.
1) En el cerebro y sistema nervioso.
a) El consumo de alcohol inhibe gradualmente las funciones cerebrales, afectando en primer lugar a las emociones, cambios súbitos de humor; los procesos de pensamiento y el juicio. Si continúa la ingesta de alcohol se altera el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio[13].
b) Altera la acción de los neurotransmisores, pues modifica su estructura y función. Ello produce múltiples efectos: Disminución de la alerta, retardo de los reflejos, cambios en la visión, pérdida de coordinación muscular, temblores y alucinaciones. Disminuye el autocontrol, afecta a la memoria, la capacidad de concentración y las funciones motoras.
c) La combinación de los anteriores efectos es causa de múltiples accidentes laborales y de circulación, que cuestan la vida cada año a miles de personas en todo el mundo.
d) El alcohol es responsable del 30-50% de los accidentes con víctimas mortales[14].
e) El alcohol daña las células cerebrales, así como los nervios periféricos, de forma irreversible[15].
f) La disminución de vitamina B1 producida por el alcohol puede llevar a la enfermedad de Wernicke-Korsakoff, que provoca alteraciones de los sentimientos, pensamientos y memoria de la persona. Los afectados confunden la realidad con sus invenciones.
g) Produce trastornos del sueño.
h) Las personas alcohólicas se aíslan de su entorno social, suelen padecer crisis en los ámbitos familiar: Discusiones, divorcios, abandonos; y laboral, pérdida del empleo; lo que los conduce a la depresión y, en algunos casos, al suicidio[16].
2) En el corazón y aparato circulatorio.
a) Aumenta la actividad cardíaca.
b) En dosis elevadas se eleva la presión sanguínea y produce daño en el músculo cardíaco por sus efectos tóxicos.
c) Debilita la musculatura cardíaca y por consiguiente, la capacidad para bombear sangre.
d) Produce vasodilatación periférica, lo que genera enrojecimiento y un aumento de la temperatura superficial de la piel.
3) En el aparato digestivo.
a) Las molestias gástricas son debidas a erosiones en las mucosas producidas por el etanol. El ardor estomacal será mayor si se han mezclado diferentes bebidas o combinados, ya que la irritación gástrica se deberá a todos los componentes bebidos.
b) Aumenta la producción de ácido gástrico que genera irritación e inflamación en las paredes del estómago por lo que, a largo plazo, pueden aparecer úlceras, hemorragias y perforaciones de la pared gástrica.
c) El cáncer de estómago ha sido relacionado con el abuso del alcohol. También provoca cáncer de laringe, esófago y páncreas.
d) Provoca esofagitis, una inflamación del esófago, varices esofágicas sangrantes y desgarros de Mallory-Weiss.
e) Puede producir pancreatitis aguda, una enfermedad inflamatoria severa del páncreas, con peligro de muerte.
f) Puede provocar pancreatitis crónica, que se caracteriza por un intenso dolor permanente.
g) Otras alteraciones posibles son la diabetes tipo II y peritonitis.
h) El hígado es el órgano encargado de metabolizar el alcohol, que es transformado por las enzimas del hígado primero en acetaldehído y después en acetato y otros compuestos. Este proceso es lento y no está exento de daños.
i) Al irritarse la célula hepática es posible que se produzca hepatitis alcohólica, debido a la destrucción celular e inflamación tisular. Con el tiempo, el hígado evoluciona para adaptarse a la sobrecarga metabólica, pudiendo llegar a hepatitis y más tarde a la cirrosis hepática, producto de la muerte celular y la degeneración del órgano. Esta grave enfermedad puede degenerar finalmente en cáncer de hígado y producir la muerte.
j) Otros signos de alteración hepática son la ictericia, un tono amarillento que adquiere la piel y la esclerótica, y los edemas, acumulación de líquido en las extremidades.
k) Altera la función del riñón, reduciendo los niveles de la hormona anti diurética, provocando deshidratación y tomando agua de otros órganos como el cerebro, lo cual genera dolor de cabeza.
l) El alcohol aporta abundantes calorías con escaso valor nutritivo. No nutre pero elimina el apetito, sustituye a otros alimentos más completos y a la larga puede generar desnutrición. Esto se agrava pues inhibe la absorción de algunas vitaminas y minerales.
4) En la sangre.
a) Inhibe la producción de glóbulos blancos y rojos.
b) Sin la suficiente cantidad de glóbulos rojos para transportar oxígeno, sobreviene la anemia megaloblástica.
5) En los sistemas inmunitario y reproductor.
a) La falta de glóbulos blancos origina una falla en el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de infecciones bacterianas y virales.
b) Disminuye la libido y la actividad sexual.
c) Puede causar infertilidad y disfunción eréctil, así como hipertrofiar las glándulas mamarias en el hombre.
d) Altera las hormonas femeninas en las mujeres por lo que trastorna el ciclo menstrual y produce infertilidad.
e) Provoca una alteración de las hormonas creando hormonas anormales.
6) En el embarazo y el feto.
a) El abuso del alcohol en el embarazo puede desencadenar el Síndrome alcohólico fetal. Sus síntomas son un retardo del crecimiento, alteración de rasgos cráneo-faciales, malformaciones cardíacas, malformaciones hepáticas, malformaciones renales y malformaciones oculares.
b) El mayor daño se produce en el sistema nervioso central del feto, en el que puede aparecer retraso mental[17].
o. Bacanales: La palabra griega usada aquí es κῶμος, kómos, desenfreno. Es algo similar a la lascivia.
p. Y cosas semejantes a estas: No se vaya a pensar que solo estas cosas son pecado, sino que todo lo que tenga algún parecido con esto, también lo es.
Hay personas que practican estas cosas de manera continua y otros que las hacen para experimentar, y todo el que practica esto no puede ser parte del Reino de Dios, no puede estar en la Iglesia, aunque sea un miembro regular.
Antes nos había dicho que camináramos el Espíritu, dando los frutos de Él, y ahora Pablo nos da un listado de estos frutos, no de los dones del Espíritu, que es en lo que enfatizan los pentecostales, como si eso fuese más importante.
a. Amor: Pablo usa una palabra especial para este tipo de amor, ἀγάπη, agápe, literalmente “la fiesta del amor”, no es simplemente un amor dirigido a una persona, sino un amor explosivo que va a inundar todo a nuestro derredor. Este es un amor que busca el bienestar de todos, que procura hacer el bien a todos, sin importar quién sea o si lo merece o no. El amor es distintivo del cristiano y amar implica condenar el pecado y anunciar el Evangelio.
b. Regocijo: Del griego χαρά, jará, deleite. Este regocijo viene de nuestra relación diaria con Dios que se manifiesta en el gozo. Piense por un momento algo que le produzca gozo: Comerse un chocolate, descansar toda una noche, un buen masaje en la espalda, etc. ¿Cómo se siente después de haber experimentado eso que le deleita? Este fruto del Espíritu nos da esa misma sensación, deleitarse en Dios por su misericordia, por su perdón, por su comunión con nosotros, por la esperanza que tenemos en Él.
c. Paz: La palabra griega εἰρήνη, eirene, probablemente proviene del verbo primario εἴρω, eiro, unir; y es que para poder gozar de paz hay que estar en completa unión con Dios. El mundo nos tiene solo dolor[18], pero Cristo nos da paz, especialmente porque sabemos que ya no seremos condenados porque Él nos justificó con su sangre.
La paz de Cristo nos lleva a tener paz con todos los hombres[19].
d. Paciencia: Del griego μακροθυμία, makrodsumía, aguante; esto es permanecer firme ante las diferentes pruebas que puedan sobrevenir. Es tener soporte en los momentos más crudos. Quien produce este fruto no soporta el pecado, aunque tiene el don de alentar a los caídos y es paciente para con todos.
e. Benevolencia: De la palabra griega χρηστότης, jrestótes, utilidad. Dios es benévolo y esto se manifiesta en el amor que tiene por los hombres al dar a Jesucristo para que tomara nuestro lugar y pudiésemos ser salvos[20]. Según la RAE, la benevolencia es la propiedad de una persona de ser comprensiva y tolerante. Tal como Dios lo es, los cristianos también debemos ser benévolos, pero hacia las personas en sí, no hacia el pecado. Hoy muchos abogan por ser tolerantes ante el pecado, pero eso es algo que no es negociable. El cristiano debe condolerse con alguien que ha caído en pecado, pero debe exhortar a esa persona para que salga de esa situación, y no darle una palmadita en la espalda y decirle que Dios le ama así con todo y pecado.
f. Bondad: Además de este pasaje, la palabra griega ἀγαθωσύνη, agadsosune, solo se encuentra en tres pasajes más[21]. Es probable que se trate de la beneficencia, o el deseo de hacer el bien a los que están desamparados.
g. Confianza: Del griego πίστις, pístis. Se refiere no a ser inocente de tal manera que nos engañen, sino a una confianza completa en la Palabra de Dios. El cristiano tiene un compromiso con Dios de tal forma que aunque alguien venga en nombre de Dios pero enseñando algo que no es bíblico, le rechazará porque la confianza al Señor no puede ser traicionada por nada.
h. Mansedumbre: De la palabra griega πραΰτης, praútes, dulzura. La mansedumbre no es falta de carácter; Jesús fue un hombre manso y humilde[22], pero en el momento necesario tomó un azote y puso orden en el Templo; Moisés fue el hombre más manso en su tiempo[23], pero no pudo entrar a la tierra prometida porque se enojó mucho por la falta de fe del pueblo y pecó. Debemos ser mansos para recibir la Palabra[24], y es nuestro deber cristiano ser manso con los demás, sin buscar pleitos, y si estos nos llegan debemos actuar firmemente pero con mansedumbre[25].
i. Autodominio: De la palabra griega ἐγκράτεια, enkráteia, templanza. El mundo pretende dominarnos con sus placeres, pero los cristianos debemos estar ejercitados en dominar nuestras pasiones para no pecar.
Y contra estas cosas no hay ley que lo prohíba, ni por parte de Dios ni de los hombres, aunque algunos gobiernos humanos han buscado limitar las enseñanzas bíblicas en lugares públicos.
Ser de Cristo no es hablar en lenguas extrañas o tener dones milagrosos, sino producir los frutos del Espíritu. La obra del Espíritu es la misma que la de Cristo, y por eso, cuando uno es de Cristo se somete, no a la Ley de Moisés, sino a las enseñanzas de Cristo.
“Si estamos viviendo por el Espíritu…”, ya que estamos haciendo esto, y si lo hacemos es porque estamos completamente convencidos que es lo correcto. Si creemos algo debemos ser consecuentes con ello. Decimos ser cristianos, comportémonos como tales, aunque eso nos afecte. Entonces, “…también andemos ordenadamente por el Espíritu”.
Los judaizantes se habían vanagloriado, ellos conocían el Evangelio, pero querían añadirle, pensando que los Enviados, y en especial Pablo, estaban equivocados y por ello causaban mucho daño a la Iglesia, pero Pablo nos dice que eso es incorrecto.
[1] Hechos 16.3.
[2] 1 Corintios 9.21.
[3] Romanos 1.1; Filipenses 1.1; Tito 1.1;
[4] Filemón 1.
[5] Romanos 2.5.
[6] Hebreos 3.8.
[7] Hebreos 10.22.
[8] Hechos 10.15.
[9] Romanos 10.2; Filipenses 3.6
[10] Juan 17.21-23.
[11] Alcohol y salud, resumen en español de Green Facts de un informe de la OMS.
[12] Manual de drogo dependencias para enfermería. Mario Martínez Ruiz, Antonio Aguilar Ros. Página 71. Díaz de Santos.Madrid, 2002.
[13] Medline Plus. 2009. Tomado de http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002393.htm Último acceso: 4 de setiembre de 2009.
[14] Médicina legal y toxicología. Juan Antonio Gisbert Calabuig, Enrique Villanueva Cañadas. Masson. Barcelona. 2005
[15] Anatomía patológica. Alan Stevens, James Lowe. Ed. Harcourt. Madrid. 2001
[16] Sociedad y alcoholismo Num. 35 Abril-Junio 79
[17] Wikipedia. Efectos del alcohol en el organismo.
[18] Juan 16.33.
[19] Romanos 14.19.
[20] Efesios 2.7.
[21] Romanos 15.14; Efesios 5.9; 2 Tesalonicenses 2.17.
[22] Mateo 11.29.
[23] Números 12.3.
[24] Santiago 1.21.
[25] 1 Pedro 3.15.
1. Firmes en la libertad.
5.1-12 Continúa Pablo hablando de la libertad, aunque se nota que hay cierta variación en el tema. Ya se dejó en claro que los cristianos somos hijos de la libre, no de la esclava, por lo que debemos mantenernos firmes, sin irnos a derecha o izquierda.
Los gálatas ya estaban gozando la libertad de Cristo, pero estaban buscando ser esclavizados por la Ley. Por eso Pablo saca su autoridad como Enviado para hacerles ver el error en que estaban incurriendo. Hoy día los médicos aconsejan la circuncisión por motivos de salud, pero eso no tiene nada que ver con esta que promovían los judaizantes. Ellos promovían la circuncisión para la salvación, lo cual es un error. Solo antes del sacrificio de Jesús era necesaria la circuncisión para ser parte del Pueblo de Dios, pero después de la muerte del Señor en la cruz, ya no era necesario.
La circuncisión por motivos religiosos nos obliga a cumplir toda la Ley, lo que nos lleva a maldición porque solo Jesús fue capaz de cumplirla. Al querer obedecer la Ley, como quieren hacer los mesiánicos, rompemos nuestra relación con Cristo. La Ley no puede justificar a nadie, antes bien hace que los que ya recibieron la salvación por la Gracia de Dios, caigan a la condenación. Los calvinistas niegan esta verdad, pero Pablo es claro cuando dice: “Quienes están siendo declarados justos por la Ley, están separándose del Ungido y de la Gracia cayeron”. El querer ser justificado de otra manera diferente a la sangre de Cristo, produce la separación, el rompimiento con Jesús, y la caída, la pérdida de la Gracia de Dios. Lo que es lo mismo, un cristiano que no persevera en su santidad, se ve en peligro de condenación.
Pero los que seguimos sujetos a Cristo, los que no estamos sujetos a la Ley, sazonados con el Espíritu Santo, seguimos a la espera de la vida eterna por medio de la fe que tenemos en Cristo Jesús. Y la verdad es que estar circuncidado no tiene ningún valor o no estarlo nos puede afectar en algo, porque esta no es necesaria para la salvación, sino ahora lo importante es la fe que nos impulsa a mantenernos firmes en Cristo, y no por mandamientos, sino por amor.
Los gálatas habían comenzado muy bien su carrera en el Evangelio, pero vino alguien a estorbarles y habían dejado de obedecer la verdad. Los judaizantes eran una plaga que entraba a destruir la fe de los creyentes, robando la libertad y trayendo esclavitud. Lo que ellos enseñaban no era de Dios, aunque pareciese muy piadoso, tal como ocurre hoy con las muchas sectas que encontramos, no es algo que venga de Dios, por lo que debe proceder de otro lado opuesto a Dios.
Quizá no eran todos los miembros de la Iglesia los que estaban siguiendo a judaizantes, pero aunque fuese solamente uno, esto iba a afectar a toda la comunidad. Lo mismo es si alguien dice: “Pero solo es una tontería que no nos va a afectar, es algo que puede pasarse”. ¡Cuidado! Hay una congregación cerca de donde vivo que tienen una placa en honor a un predicador fallecido que se ha convertido en un ídolo, y los defensores de ella dicen que eso no afecta la fe de los miembros, pero es un poco de levadura que va afectando en otras cosas a toda la Iglesia. Dice un refrán de Benjamín Franklin: “Porque se perdió un clavo, se zafó la herradura; por la falta de la herradura, se cayó el caballo; por la falta del caballo, murió el soldado; y por la falta del soldado, se perdió la batalla; y por perder esa batalla, se perdió el reino. Todo esto por falta de un único clavo”. Si los que creemos en la Palabra del Señor tal y como está escrita aceptamos que se vayan introduciendo cositas “inocentes”, en poco tiempo nos daremos cuenta que toda la Iglesia se corrompió, así fue el nacimiento de la Iglesia Católico-Romana.
Pablo da un voto de confianza a los gálatas, ya que esperaba que ellos reaccionaran y volvieran a la senda correcta. Pero de aquellos que habían provocado todo este alboroto, los que decían que eso no era malo y que podía pasarse por alto, estaban siendo condenados por su propia iniciativa, sin importar quienes fuesen.
Pareciera que algunos acusaron a Pablo de seguir practicando la circuncisión, quizá por haber circuncidado a Timoteo[1], pero eso no tiene lógica ya que los defensores de la circuncisión eran quienes le perseguían.
Si la predicación de Pablo se hubiese basado en la circuncisión, entonces la cruz hubiese dejado de servir de tropiezo para sus enemigos. Podemos suponer que los judaizantes hubiesen aceptado la cruz si esta no hubiera excluido a la circuncisión, por eso los mesiánicos están muy equivocados tratando de hacer calzar la Ley con el Evangelio.
El versículo doce, que dice literalmente: “¡Quisiera que también se cortaran los testículos los que los trastornan a ustedes!”, es uno de los versículos más fuertes de toda la literatura paulina. El texto deja ver que sería bueno que cometieran el error de que en vez de cortar el prepucio solamente, quienes enseñaban la circuncisión física, debían cortarse los testículos, cosa que sería algo terrible. Y la reacción de Pablo no es por falta de amor a los semejantes, sino que él se sentía indignado por el tesón de ellos en llevarlos por un mal camino y a la condenación.
2. Sirviendo en la libertad.
5.13-15 Estar en el pecado es estar esclavizado; estar bajo la Ley es estar esclavizado; pero estar en Cristo es tener libertad. Los gálatas habían sido llamados a la libertad, pero ellos habían querido ser esclavizados, esta vez no a los pecados que seguían los gentiles, sino a la esclavitud de la Ley. Y es curioso que siendo esta una de las cartas más pequeñas escritas por Pablo, usa la palabra libertad once veces, más que en ninguna otra.
Pero Pablo quiere hacer una aclaración, que no comprenden los miembros de la denominación “Creciendo en Gracia”, la libertad es para vivir lejos del pecado, no para que pequemos abiertamente pensando que ahora somos inmunes a él. No es que el cristiano no tiene ninguna Ley, estamos bajo la Ley de Cristo[2]. En la Ley de Cristo también hay mandamientos, hay requisitos, hay ordenanzas, que el cristiano debe seguir o de lo contrario caerá de la Gracia. En Cristo somos libres del pecado, pero ahora estamos ligados a Él y no podemos hacer lo que queramos, sino debemos vivir de acuerdo a su guía. Tomemos en cuenta el ejemplo de Pablo, quien en sus epístolas se presenta como “δουλος”[3], esclavo; “δεσμιος”[4], cautivo, de Jesucristo, ya no del pecado.
Es lamentable, pero muchos de los que se dicen ser cristianos viven esclavizados a sus tradiciones inventadas y a ritos que no son parte de las Escrituras, se desesperan tanto por tratar de vivir en santidad que lo que hacen más bien es esclavizarse a ellos mismos y a los que les siguen; ven todas las cosas como pecaminosas y todo se lo achacan a los demonios, mencionándolos más a estos que al mismo Jesús, dándole más poder a Satanás que a Dios.
¿Cómo demuestro que soy libre? Mostrando mi amor por mi prójimo. No queremos decir que vamos a ser tolerantes con el pecado, porque esa es la dinámica de hoy, en donde se piensa que amar al prójimo es aceptar y bendecir todo lo que hagan, incluyendo los pecados más viles, como el homosexualismo, el adulterio y otras cosas semejantes.
¿Cómo demuestro mi amor al prójimo? En primer lugar, predicándole la Palabra. Pero también aquí debemos hacer una aclaración: Hay quienes van de puerta en puerta recitando versículos bíblicos a sus vecinos, pero todos ellos saben que eso es puro aire caliente porque estos creyentes nunca han dado testimonio verdadero. Hay que recordar las palabras de Francisco de Asís, quien decía a sus discípulos: “Vayan por el mundo y prediquen el Evangelio, y si es necesario, hablen”.
Los judaizantes enseñaban que era necesario que los gentiles se circuncidaran para ser salvos, pero Pablo enseña que toda la Ley está encerrada en amar al prójimo, pero no solo en decirle que lo amamos, sino en servirle, ayudarle. Pero, ¿qué ocurría en aquellos tiempos y pasa hoy? Los cristianos se atacan unos a otros, se ponen nombres inventados y construyen una trinchera alrededor de ese nombre para desde ahí apuntar sus fusiles no contra el pecado, sino contra los que no quieran guarecerse bajo su sombra.
3. Caminar en el Espíritu.
5.16-26 Dice Pablo: “Caminen por el Espíritu”, no “activen al Espíritu” o “cuando van a la Iglesia, saquen al Espíritu”, no, está hablando de algo continuo, de la naturaleza del cristiano. Pero esto no quiere decir tampoco que vamos a andar como hacen los pentecostales, quienes dejan la realidad para vivir en un mundo inventado por ellos en donde todo se ve afectado por sus dogmas.
No obedecer el deseo de la carne se refiere a no seguir los malos pensamientos, a no buscar hacer el mal. Algunos se niegan a comer cuando sienten hambre, pensando que Pablo se refería a eso, pero el comer, dormir, incluso rascarse, son cosas naturales y buenas que hay que hacer. Lamentablemente muchos pensadores concluyeron que Pablo estaba enseñando que el cuerpo es malo y que es una prisión para el alma y de ahí surgen doctrinas erradas como el pecado original y la depravación hereditaria. El catolicismo enseña castigar al cuerpo con restricciones e incluso con lastimarse físicamente, mientras el calvinismo habla de la “naturaleza corrupta”.
La carne se opone al Espíritu y Este a la carne. La carne piensa en deleitarse a sí misma, mientras el Espíritu piensa en deleitar a Dios.
Pablo lanza un golpe mortal a la enseñanza de los judaizantes cuando dice “Pero si están siendo conducidos por el Espíritu, no están bajo la Ley”. Ellos abogaban por seguir obedeciendo la Ley, pero él les enseña que el Espíritu no nos guía con la Ley, porque esta no tenía poder para salvar. Hay quienes creen que el Espíritu les debe hablar al corazón, pero no toman en cuenta que la mayoría de veces, lo que ellos creen que les dijo el Espíritu Santo se opone a las Escrituras, lo cual no tiene lógica. El Espíritu nos habla por medio de la Palabra solamente.
El conducir no quiere decir que nosotros no hacemos nada y que el Espíritu nos lleva como si no tuviésemos voluntad. Él nos guía, nos da las instrucciones en la Palabra para que vivamos de acuerdo a la Voluntad de Dios, pero no anula nuestras decisiones. Hay quienes aseguran haber hecho algo porque el Espíritu les puso a hacerlo, pero ahí medió su propia voluntad, por ello es que escuchamos a algunos decir que Dios le dijo que debía cometer adulterio e incluso algún asesinato, pero fue su propia decisión.
Ahora Pablo hace un listado de obras de la carne, es decir, los deseos pecaminosos del ser humano que tiene un corazón impuro, que no se ha arrepentido[5], que está endurecido[6], con una mala conciencia[7]:
a. Inmoralidad sexual: En la mayoría de las traducciones dice “adulterio”, pero la palabra griega acá es πορνεια, porneia, de donde vienen las palabras “pornografía y prostitución”, no μοιχεύω, moijeúo, que es la que se traduce como adulterio, aunque este puede estar contenido en la inmoralidad sexual. Hay que tomar en cuenta que la inmoralidad sexual destruye no solo a la persona que la practica, sino que a la familia y a la sociedad. Esta es una de las razones de la caída de Roma.
Entre los pecados que se encierran en la inmoralidad sexual encontramos además del adulterio, que es la relación entre una persona casada con otra que no es su cónyuge, la fornicación, es decir, relaciones sexuales entre personas solteras y cualquier acto sexual ilícito; la pornografía, ya sea en voyerismo o mirando películas, revistas y periódicos destinados a ese fin; la homosexualidad, etc.
b. Inmundicia: La palabra usada por Pablo aquí es ἀκαθαρσία, akadsarsía, que se refiere no tan solo a la inmundicia sexual, que ya estaba incluida en la anterior, sino a la inmundicia moral, a actuar en contra de los valores cristianos. En nuestros días es cada vez más difícil mantenerse firme en ellos. Hace poco mi jefatura me citó para preguntarme si era cierto que yo estaba haciendo proselitismo religioso en horas de trabajo, cosa prohibida debido a que soy un empleado público, pero mi respuesta fue que si pensar que cuando yo trabajo no lo hago para quedar bien con mis jefes, ni quedar bien con mis clientes, sino quedar bien con Dios, le dije, si lo estoy haciendo; pero si eso es prohibido deberían ver mis resultados a la hora de trabajar y luego analizar si no era mejor solicitarle a todos los empleados que trabajaran pensando que lo hacen para Dios y no para los hombres. Mi jefe sonrío y se despidió de mí.
c. Conducta libertina descarada y desafiante: En otras traducciones parece que los pecados señalados por Pablo son más que nada sexuales, y esta palabra la han traducido solo como lascivia, pero Pablo usa la palabra ἀσέλγεια, asélgeia, que contiene no solo el libertinaje sexual, sino todo tipo de libertinaje, y es lo que vemos hoy en nuestra sociedad, en donde los valores morales han sido desechados; en donde a lo malo se le llama bueno y a lo bueno malo; en donde en los países “cristianos” se le debe obedecer a los musulmanes mientras que en los países musulmanes se prohíbe la práctica de todo tipo de manifestación cristiana; en donde se ordena a los cristianos tolerar y en algunos países europeos, casar, a los homosexuales; en donde la palabra pecado se ha cambiado por “error”; en donde los hijos gritan y los padres deben bajar la cabeza y si estos tratan de poner orden, los niños llaman al 911 y la policía saca a los padres de la casa; en donde es prohibido corregir a los hijos y los maestros sufren de estrés nervioso porque nadie puede corregir a los malcriados que tienen en sus aulas; en donde cualquiera camina por las aceras fumando cigarros de marihuana como si estuviese comiendo confites.
d. Idolatría: Uno de los dolores de cabeza del Pueblo de Dios, la εἰδωλολατρεία, eidolatreía, o idolatría, en español. Fue una de las causas por las que en el Antiguo Testamento Israel tropezara una y otra vez, y en el Imperio Romano, con la adoración al emperador se constituyó en uno de los problemas más serios para los cristianos. Hoy se manifiesta de diversas maneras en la Iglesia, entre ellas, la confianza ciega que se pone en quienes pasan adelante y enseñan cosas que no tienen base bíblica, pero se les cree simplemente por quien habla.
e. Uso de drogas: La palabra φαρμακεία, farmakeía, es de donde proviene nuestra palabra “farmacia”. No debe creerse, como hacen algunos pentecostales, que esto es una prohibición al uso de medicamentos, sino que hay que entender que en tiempos de Pablo, las personas acudían donde los hechiceros para ser sanados, tal como hacen algunos hoy, y estos les mandaban a tomar brebajes extraídos de las plantas, pero tampoco debemos creer que esto en sí es malo, de hecho, es posible que las personas sanaran debido al uso de estos medicamentos naturales; el problema era que estos sanadores hacían sus “consultas” consultando a los dioses o a los espíritus y promovían estos cultos satánicos.
f. Enemistades: Pablo usa la palabra ἔχθρα, éjdsra, odio, que es lo que se opone abiertamente al amor. Los judíos eran especialistas en practicar el odio contra todo aquel que no fuese judío, pero cuando el Espíritu Santo se manifiesta en casa de Cornelio, Pedro entiende que los gentiles también son amados por Dios[8]. En Cristo no debemos odiarnos por ningún motivo, aunque no estemos de acuerdo en algo. Es triste ver a los cristianos separados por cosas que podrían solucionarse si tan solo se sentaran a conversar.
g. Contiendas: De la palabra griega ἔρις, éris, discordias. No se refiere a las discusiones que puede haber entre los cristianos que buscan llegar a un acuerdo, sino a los momentos en que se pierde el control y las personas salen heridas. Es triste el haber sido testigo de “cristianos” que discuten de manera acalorada por cosas que pueden resolverse fácilmente y en un ambiente de paz.
h. Celos: Del griego ζῆλος, zélos, ardor. En las Escrituras se habla de dos tipos de celo, en un sentido está el celo de Dios y el del creyente por el bien[9]; y el celo que es producto de la carne por inseguridad. A este último es a lo que se refiere el pasaje. Es algo normal que el cónyuge quiera ver a su pareja bien arreglada, presentable, mientras que es anormal que el cónyuge se sienta agredido cuando ve que su pareja busca verse bien. Los celos son el detonante en la mayoría de los crímenes pasionales y son causa de mucho dolor en las parejas.
i. Iras: La palabra griega θυμός, dsumós, pasión, se refiere al enojo no controlado. Son explosiones que por lo general no duran mucho tiempo, pero que pueden causar mucho daño tanto en lo físico como en lo emocional.
j. Facciones: La palabra griega ἐριθεία, eridseía, intriga, habla de la ambición personal. En el campo religioso lo vi mucho en el Instituto Bíblico cuando los estudiantes buscaban dañar el prestigio de otros para verse ellos como mejores. Tal vez delante de los hombres esta persona pueda pasar como mejor, pero ante los ojos de Dios es alguien corrupto e inmoral.
k. Divisiones: Jesús hace una oración especial contra esta obra de la carne[10] que proviene de la palabra griega διξοστασία, dixostasía, desunión. Es uno de los pecados más serios con los que ha tenido que batallar la Iglesia desde el inicio de la era cristiana y se ha convertido en el caballito de batalla de las fuerzas satánicas para destruir la Obra del Señor. Hombres sin escrúpulos han tomado los púlpitos y han divido a la Iglesia en tantas partes que hoy muy difícil saber cuál es la Iglesia del Señor.
l. Herejías: Se ha pensado que herejía es hablar contra Dios o contra sus mandatos, pero la palabra griega ἵρεσις, jáiresis, más bien se refiere a la desunión. Se es hereje cuando en lugar de buscar el acuerdo bíblico se hacen partidos. Hace un tiempo, cuando señalé a un predicador que lo que hacían estaba en contra de las enseñanzas bíblicas me dijo: “Yo no me voy a pelear con usted sobre esto, si no le parece es mejor que cada uno vaya por su lado”. ¡Eso es herejía! Es verdad que no quiso tener una discusión sobre el asunto, pero prefirió separarse de mí, y lo que es peor, usando el ejemplo de la separación de Pablo con Bernabé, antes de llegar a un acuerdo en base a las Escrituras.
m. Envidias: Esta palabra, φθόνος, fdsonos, puede traducirse como “mala voluntad”. Me da miedo pensar que en la Iglesia del Señor hay tanta envidia, porque eso lo que evidencia es que hay muchos corazones amargados.
n. Borracheras: La OMS declaró que “el alcoholismo es una enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol”[11]. Dios dice que es una obra de la carne. La palabra griega aquí usada es μέθη, médse, intoxicación, y como todos los organismos no son iguales, ¿cómo podemos saber con cuanta cantidad una persona se intoxica? El argumento de algunos de que se puede beber con moderación no es válido cuando por ejemplo, en mi caso, si tomo una bebida con un 2% de alcohol, como el jarabe para la tos, me mareo, ¿qué me pasaría si tomo una cerveza que tiene un 5%?
El alcohol tiene un efecto bifásico sobre el cuerpo, lo cual quiere decir que sus efectos cambian con el tiempo. Inicialmente, el alcoholismo generalmente produce sensaciones de relajación y alegría, pero el consumo posterior puede llevar a tener visión borrosa y problemas de coordinación. Las membranas celulares son altamente permeables al alcohol, así que una vez que el alcohol está en el torrente sanguíneo, se puede esparcir en casi todos los tejidos del cuerpo.
Tras el consumo excesivo puede aparecer la inconsciencia, y niveles extremos de consumo pueden llevar a un envenenamiento por alcohol y a la muerte; una concentración en la sangre de 0.55% podría matar a la mitad de los afectados por paro cardio-respiratorio tras afectación bulbar[12]. La muerte puede también ser causada por asfixia si el vómito, un resultado frecuente de la ingesta excesiva, obstruye la tráquea y el individuo está demasiado ebrio para responder.
Cuando el alcohol llega a la sangre, entre 30 y 90 minutos después de ser ingerido, se produce una disminución de los azúcares presentes en la circulación sanguínea, lo que provoca una sensación de debilidad y agotamiento físico. Lo anterior es debido a que el alcohol acelera la transformación de glucógeno, una sustancia que se encarga de almacenar el azúcar en el hígado, en glucosa y esta se elimina de forma más rápida.
Otra acción del alcohol es que inhibe a la vasopresina, una hormona sintetizada por el hipotálamo y luego liberada por la neurohipófisis. Esta hormona es la responsable de mantener el balance de los líquidos en el cuerpo, ordenando al riñón que reabsorba agua de la orina. Si la función de la vasopresina falla, el riñón empieza a eliminar más agua de la que ingiere y provoca que el organismo busque el agua en otros órganos. Esto provoca que las meninges, membranas que cubren el cerebro, pierdan agua y por tanto aparezca el dolor de cabeza. El alcohol disminuye los niveles de vitamina B1 del organismo.
Tras la ingesta de alcohol se producen a corto plazo una serie de efectos o síntomas, dependientes de la dosis ingerida, aunque afectan otros factores individuales.
1) Fase de euforia y excitación. Tasa de alcoholemia: 0,5 g/L. Locuacidad, euforia, desinhibición, conducta impulsiva.
2) Fase hipnótica o de confusión. Tasa de alcoholemia: 2 g/L. Irritabilidad, agitación, somnolencia, cefalea. Disartria, ataxia, dismetría. Náuseas y vómitos.
3) Fase anestésica o de estupor y coma. Tasa de alcoholemia: 3 g/L. Lenguaje incoherente. Disminución marcada del nivel de conciencia, obnubilación y coma, y del tono muscular. Incontinencia de esfínteres. Dificultad respiratoria.
4) Fase bulbar o de muerte. Tasa de alcoholemia: 5 g/L. Shock cardiovascular. Inhibición del centro respiratorio. Paro cardio-respiratorio y muerte.
Son muy diversos los efectos del alcohol a medio y largo plazo y actúan sobre múltiples órganos y sistemas.
1) En el cerebro y sistema nervioso.
a) El consumo de alcohol inhibe gradualmente las funciones cerebrales, afectando en primer lugar a las emociones, cambios súbitos de humor; los procesos de pensamiento y el juicio. Si continúa la ingesta de alcohol se altera el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio[13].
b) Altera la acción de los neurotransmisores, pues modifica su estructura y función. Ello produce múltiples efectos: Disminución de la alerta, retardo de los reflejos, cambios en la visión, pérdida de coordinación muscular, temblores y alucinaciones. Disminuye el autocontrol, afecta a la memoria, la capacidad de concentración y las funciones motoras.
c) La combinación de los anteriores efectos es causa de múltiples accidentes laborales y de circulación, que cuestan la vida cada año a miles de personas en todo el mundo.
d) El alcohol es responsable del 30-50% de los accidentes con víctimas mortales[14].
e) El alcohol daña las células cerebrales, así como los nervios periféricos, de forma irreversible[15].
f) La disminución de vitamina B1 producida por el alcohol puede llevar a la enfermedad de Wernicke-Korsakoff, que provoca alteraciones de los sentimientos, pensamientos y memoria de la persona. Los afectados confunden la realidad con sus invenciones.
g) Produce trastornos del sueño.
h) Las personas alcohólicas se aíslan de su entorno social, suelen padecer crisis en los ámbitos familiar: Discusiones, divorcios, abandonos; y laboral, pérdida del empleo; lo que los conduce a la depresión y, en algunos casos, al suicidio[16].
2) En el corazón y aparato circulatorio.
a) Aumenta la actividad cardíaca.
b) En dosis elevadas se eleva la presión sanguínea y produce daño en el músculo cardíaco por sus efectos tóxicos.
c) Debilita la musculatura cardíaca y por consiguiente, la capacidad para bombear sangre.
d) Produce vasodilatación periférica, lo que genera enrojecimiento y un aumento de la temperatura superficial de la piel.
3) En el aparato digestivo.
a) Las molestias gástricas son debidas a erosiones en las mucosas producidas por el etanol. El ardor estomacal será mayor si se han mezclado diferentes bebidas o combinados, ya que la irritación gástrica se deberá a todos los componentes bebidos.
b) Aumenta la producción de ácido gástrico que genera irritación e inflamación en las paredes del estómago por lo que, a largo plazo, pueden aparecer úlceras, hemorragias y perforaciones de la pared gástrica.
c) El cáncer de estómago ha sido relacionado con el abuso del alcohol. También provoca cáncer de laringe, esófago y páncreas.
d) Provoca esofagitis, una inflamación del esófago, varices esofágicas sangrantes y desgarros de Mallory-Weiss.
e) Puede producir pancreatitis aguda, una enfermedad inflamatoria severa del páncreas, con peligro de muerte.
f) Puede provocar pancreatitis crónica, que se caracteriza por un intenso dolor permanente.
g) Otras alteraciones posibles son la diabetes tipo II y peritonitis.
h) El hígado es el órgano encargado de metabolizar el alcohol, que es transformado por las enzimas del hígado primero en acetaldehído y después en acetato y otros compuestos. Este proceso es lento y no está exento de daños.
i) Al irritarse la célula hepática es posible que se produzca hepatitis alcohólica, debido a la destrucción celular e inflamación tisular. Con el tiempo, el hígado evoluciona para adaptarse a la sobrecarga metabólica, pudiendo llegar a hepatitis y más tarde a la cirrosis hepática, producto de la muerte celular y la degeneración del órgano. Esta grave enfermedad puede degenerar finalmente en cáncer de hígado y producir la muerte.
j) Otros signos de alteración hepática son la ictericia, un tono amarillento que adquiere la piel y la esclerótica, y los edemas, acumulación de líquido en las extremidades.
k) Altera la función del riñón, reduciendo los niveles de la hormona anti diurética, provocando deshidratación y tomando agua de otros órganos como el cerebro, lo cual genera dolor de cabeza.
l) El alcohol aporta abundantes calorías con escaso valor nutritivo. No nutre pero elimina el apetito, sustituye a otros alimentos más completos y a la larga puede generar desnutrición. Esto se agrava pues inhibe la absorción de algunas vitaminas y minerales.
4) En la sangre.
a) Inhibe la producción de glóbulos blancos y rojos.
b) Sin la suficiente cantidad de glóbulos rojos para transportar oxígeno, sobreviene la anemia megaloblástica.
5) En los sistemas inmunitario y reproductor.
a) La falta de glóbulos blancos origina una falla en el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de infecciones bacterianas y virales.
b) Disminuye la libido y la actividad sexual.
c) Puede causar infertilidad y disfunción eréctil, así como hipertrofiar las glándulas mamarias en el hombre.
d) Altera las hormonas femeninas en las mujeres por lo que trastorna el ciclo menstrual y produce infertilidad.
e) Provoca una alteración de las hormonas creando hormonas anormales.
6) En el embarazo y el feto.
a) El abuso del alcohol en el embarazo puede desencadenar el Síndrome alcohólico fetal. Sus síntomas son un retardo del crecimiento, alteración de rasgos cráneo-faciales, malformaciones cardíacas, malformaciones hepáticas, malformaciones renales y malformaciones oculares.
b) El mayor daño se produce en el sistema nervioso central del feto, en el que puede aparecer retraso mental[17].
o. Bacanales: La palabra griega usada aquí es κῶμος, kómos, desenfreno. Es algo similar a la lascivia.
p. Y cosas semejantes a estas: No se vaya a pensar que solo estas cosas son pecado, sino que todo lo que tenga algún parecido con esto, también lo es.
Hay personas que practican estas cosas de manera continua y otros que las hacen para experimentar, y todo el que practica esto no puede ser parte del Reino de Dios, no puede estar en la Iglesia, aunque sea un miembro regular.
Antes nos había dicho que camináramos el Espíritu, dando los frutos de Él, y ahora Pablo nos da un listado de estos frutos, no de los dones del Espíritu, que es en lo que enfatizan los pentecostales, como si eso fuese más importante.
a. Amor: Pablo usa una palabra especial para este tipo de amor, ἀγάπη, agápe, literalmente “la fiesta del amor”, no es simplemente un amor dirigido a una persona, sino un amor explosivo que va a inundar todo a nuestro derredor. Este es un amor que busca el bienestar de todos, que procura hacer el bien a todos, sin importar quién sea o si lo merece o no. El amor es distintivo del cristiano y amar implica condenar el pecado y anunciar el Evangelio.
b. Regocijo: Del griego χαρά, jará, deleite. Este regocijo viene de nuestra relación diaria con Dios que se manifiesta en el gozo. Piense por un momento algo que le produzca gozo: Comerse un chocolate, descansar toda una noche, un buen masaje en la espalda, etc. ¿Cómo se siente después de haber experimentado eso que le deleita? Este fruto del Espíritu nos da esa misma sensación, deleitarse en Dios por su misericordia, por su perdón, por su comunión con nosotros, por la esperanza que tenemos en Él.
c. Paz: La palabra griega εἰρήνη, eirene, probablemente proviene del verbo primario εἴρω, eiro, unir; y es que para poder gozar de paz hay que estar en completa unión con Dios. El mundo nos tiene solo dolor[18], pero Cristo nos da paz, especialmente porque sabemos que ya no seremos condenados porque Él nos justificó con su sangre.
La paz de Cristo nos lleva a tener paz con todos los hombres[19].
d. Paciencia: Del griego μακροθυμία, makrodsumía, aguante; esto es permanecer firme ante las diferentes pruebas que puedan sobrevenir. Es tener soporte en los momentos más crudos. Quien produce este fruto no soporta el pecado, aunque tiene el don de alentar a los caídos y es paciente para con todos.
e. Benevolencia: De la palabra griega χρηστότης, jrestótes, utilidad. Dios es benévolo y esto se manifiesta en el amor que tiene por los hombres al dar a Jesucristo para que tomara nuestro lugar y pudiésemos ser salvos[20]. Según la RAE, la benevolencia es la propiedad de una persona de ser comprensiva y tolerante. Tal como Dios lo es, los cristianos también debemos ser benévolos, pero hacia las personas en sí, no hacia el pecado. Hoy muchos abogan por ser tolerantes ante el pecado, pero eso es algo que no es negociable. El cristiano debe condolerse con alguien que ha caído en pecado, pero debe exhortar a esa persona para que salga de esa situación, y no darle una palmadita en la espalda y decirle que Dios le ama así con todo y pecado.
f. Bondad: Además de este pasaje, la palabra griega ἀγαθωσύνη, agadsosune, solo se encuentra en tres pasajes más[21]. Es probable que se trate de la beneficencia, o el deseo de hacer el bien a los que están desamparados.
g. Confianza: Del griego πίστις, pístis. Se refiere no a ser inocente de tal manera que nos engañen, sino a una confianza completa en la Palabra de Dios. El cristiano tiene un compromiso con Dios de tal forma que aunque alguien venga en nombre de Dios pero enseñando algo que no es bíblico, le rechazará porque la confianza al Señor no puede ser traicionada por nada.
h. Mansedumbre: De la palabra griega πραΰτης, praútes, dulzura. La mansedumbre no es falta de carácter; Jesús fue un hombre manso y humilde[22], pero en el momento necesario tomó un azote y puso orden en el Templo; Moisés fue el hombre más manso en su tiempo[23], pero no pudo entrar a la tierra prometida porque se enojó mucho por la falta de fe del pueblo y pecó. Debemos ser mansos para recibir la Palabra[24], y es nuestro deber cristiano ser manso con los demás, sin buscar pleitos, y si estos nos llegan debemos actuar firmemente pero con mansedumbre[25].
i. Autodominio: De la palabra griega ἐγκράτεια, enkráteia, templanza. El mundo pretende dominarnos con sus placeres, pero los cristianos debemos estar ejercitados en dominar nuestras pasiones para no pecar.
Y contra estas cosas no hay ley que lo prohíba, ni por parte de Dios ni de los hombres, aunque algunos gobiernos humanos han buscado limitar las enseñanzas bíblicas en lugares públicos.
Ser de Cristo no es hablar en lenguas extrañas o tener dones milagrosos, sino producir los frutos del Espíritu. La obra del Espíritu es la misma que la de Cristo, y por eso, cuando uno es de Cristo se somete, no a la Ley de Moisés, sino a las enseñanzas de Cristo.
“Si estamos viviendo por el Espíritu…”, ya que estamos haciendo esto, y si lo hacemos es porque estamos completamente convencidos que es lo correcto. Si creemos algo debemos ser consecuentes con ello. Decimos ser cristianos, comportémonos como tales, aunque eso nos afecte. Entonces, “…también andemos ordenadamente por el Espíritu”.
Los judaizantes se habían vanagloriado, ellos conocían el Evangelio, pero querían añadirle, pensando que los Enviados, y en especial Pablo, estaban equivocados y por ello causaban mucho daño a la Iglesia, pero Pablo nos dice que eso es incorrecto.
[1] Hechos 16.3.
[2] 1 Corintios 9.21.
[3] Romanos 1.1; Filipenses 1.1; Tito 1.1;
[4] Filemón 1.
[5] Romanos 2.5.
[6] Hebreos 3.8.
[7] Hebreos 10.22.
[8] Hechos 10.15.
[9] Romanos 10.2; Filipenses 3.6
[10] Juan 17.21-23.
[11] Alcohol y salud, resumen en español de Green Facts de un informe de la OMS.
[12] Manual de drogo dependencias para enfermería. Mario Martínez Ruiz, Antonio Aguilar Ros. Página 71. Díaz de Santos.Madrid, 2002.
[13] Medline Plus. 2009. Tomado de http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002393.htm Último acceso: 4 de setiembre de 2009.
[14] Médicina legal y toxicología. Juan Antonio Gisbert Calabuig, Enrique Villanueva Cañadas. Masson. Barcelona. 2005
[15] Anatomía patológica. Alan Stevens, James Lowe. Ed. Harcourt. Madrid. 2001
[16] Sociedad y alcoholismo Num. 35 Abril-Junio 79
[17] Wikipedia. Efectos del alcohol en el organismo.
[18] Juan 16.33.
[19] Romanos 14.19.
[20] Efesios 2.7.
[21] Romanos 15.14; Efesios 5.9; 2 Tesalonicenses 2.17.
[22] Mateo 11.29.
[23] Números 12.3.
[24] Santiago 1.21.
[25] 1 Pedro 3.15.