28. 6.59-60 Es
probable que esto ocurriera en la sinagoga de Capernaum que había construido el
centurión, en donde Jesús enseñaba aún con libertad.
Algunos han pensado que la palabra “dura” significa que no era posible entenderla, ya que cuando esto ocurría, los discípulos no dudaban en preguntar, sino más bien era que no querían entender que el Mesías, a quien ellos esperaban tan ansiosamente para que los librara del yugo romano, debía morir para liberarlos del yugo del pecado.
29. 6.61-64 En este pequeño pasaje se da a entender la omnisapiencia de Jesús en dos oportunidades: Primero, sabiendo que aquellas palabras ofendían a los discípulos y luego, son la declaración de que Él sabía hasta quien le iba a entregar.
Las enseñanzas de Jesús les confundían, ya que los discípulos habían sido educados de acuerdo a la doctrina judía. Muchas veces, las tradiciones y enseñanzas anteriores, afectan para que podamos aceptar las verdades del Evangelio, por ello, nos encontramos que las congregaciones de la Iglesia de Cristo, en su mayoría, mantienen el mismo formato de los grupos evangélicos, a quienes critican fuertemente, pero esto no los frena para dejar de usar la música de ellos y el mismo culto.
A pesar de las falsas enseñanzas de los russellistas, Jesús enseña su preexistencia y hace la única mención explícita acerca de su ascensión al cielo.
La mayoría, nos ocupamos tanto de cuidar nuestra presentación personal, pero cómo se olvida el cuidado espiritual. No es que el ejercicio físico sea malo en sí, ni cuidar nuestra dieta o el aseo personal, pero más importante que todo esto es permitir al Espíritu Santo obrar a través de la Palabra de Dios en nosotros.
30. 6.65-66 Para algunos, esta es una enseñanza de la preelección de parte de Dios, pero cuando vemos que a Jesús le seguía una cantidad de gente de la más variada, no podemos aceptar esa doctrina. La gente sigue a Jesús por los más diversos motivos: Los hay quienes lo hacen buscando milagros porque son muy impresionables; también hay otros que han encontrado que siendo cristianos pueden alejarse de cosas dañinas que los atormentaban; otros lo siguen porque hay simpatía con la persona de Jesús; otros lo hacen porque han tenido una vida impropia y cuando aseguran ser cristianos les ven de otra manera; y por supuesto, encontramos a los que le siguen porque han depositado su vida en Él.
Muchos de los seguidores de Jesús prefirieron no seguir más con Él ya que vieron que el pan material que estaban esperando, ya no volvería, así que se regresaron a sus labores diarias. De esta manera ellos demostraron que no eran de los que fueron “dados por el Padre”.
31. 6.67 Con esta pregunta de Jesús, vemos que la enseñanza calvinista está equivocada. Jesús pone a disposición de sus discípulos las dos alternativas: Irse o quedarse. Los calvinistas enseñan que el que es atraído por Jesús, ya no lo puede dejar, aunque no quiera; mientras que el que no ha sido elegido de antemano por Dios, aunque desee ser salvo, no lo será nunca. Aquí Judas no se fue, y bien puede ser que deseara hacerlo, pero se quedó para más adelante.
32. 6.68-69 Las palabras de Pedro nos dan a conocer la triste situación en que se encontraba el pueblo de Israel en aquel momento. Ellos estaban a la deriva no solo en lo político, sino en lo religioso y en lo moral. Los líderes vivían soñando con glorias pasadas y esperaban ver surgir al nuevo David que les devolviera su antiguo estado, pero no lograban comprender que era necesario arreglar su situación con Dios para poder hacerlo luego con el mundo.
Jesús era un Maestro diferente al resto de maestros que había entre los judíos. Sus enseñanzas daban vigor a los que les escuchaban, mientras que los otros más bien los agobiaban con sus ordenanzas inventadas.
Si bien es cierto que muchos de los discípulos de Jesús se volvieron, también estaban estos otros que creían con certeza que Jesús es el Cristo.
33. 6.70 No podemos pensar que Jesús se equivocó al escoger a Judas. Es probable que cuando Judas llegó a Jesús venía con un corazón dispuesto, pero poco a poco, así como muchos otros discípulos, se encontró que sus expectativas no eran las que esperaba, y él volvió a su comportamiento habitual de mentiras, robo y por último, traición.
34. 6.71 “Estaba diciendo esto de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce”.
Cuando Juan escribe el Evangelio, ya se había aclarado quién era el que iba a traicionar a Jesús, pero en ese momento no lo sabían.
Algunos han pensado que la palabra “dura” significa que no era posible entenderla, ya que cuando esto ocurría, los discípulos no dudaban en preguntar, sino más bien era que no querían entender que el Mesías, a quien ellos esperaban tan ansiosamente para que los librara del yugo romano, debía morir para liberarlos del yugo del pecado.
29. 6.61-64 En este pequeño pasaje se da a entender la omnisapiencia de Jesús en dos oportunidades: Primero, sabiendo que aquellas palabras ofendían a los discípulos y luego, son la declaración de que Él sabía hasta quien le iba a entregar.
Las enseñanzas de Jesús les confundían, ya que los discípulos habían sido educados de acuerdo a la doctrina judía. Muchas veces, las tradiciones y enseñanzas anteriores, afectan para que podamos aceptar las verdades del Evangelio, por ello, nos encontramos que las congregaciones de la Iglesia de Cristo, en su mayoría, mantienen el mismo formato de los grupos evangélicos, a quienes critican fuertemente, pero esto no los frena para dejar de usar la música de ellos y el mismo culto.
A pesar de las falsas enseñanzas de los russellistas, Jesús enseña su preexistencia y hace la única mención explícita acerca de su ascensión al cielo.
La mayoría, nos ocupamos tanto de cuidar nuestra presentación personal, pero cómo se olvida el cuidado espiritual. No es que el ejercicio físico sea malo en sí, ni cuidar nuestra dieta o el aseo personal, pero más importante que todo esto es permitir al Espíritu Santo obrar a través de la Palabra de Dios en nosotros.
30. 6.65-66 Para algunos, esta es una enseñanza de la preelección de parte de Dios, pero cuando vemos que a Jesús le seguía una cantidad de gente de la más variada, no podemos aceptar esa doctrina. La gente sigue a Jesús por los más diversos motivos: Los hay quienes lo hacen buscando milagros porque son muy impresionables; también hay otros que han encontrado que siendo cristianos pueden alejarse de cosas dañinas que los atormentaban; otros lo siguen porque hay simpatía con la persona de Jesús; otros lo hacen porque han tenido una vida impropia y cuando aseguran ser cristianos les ven de otra manera; y por supuesto, encontramos a los que le siguen porque han depositado su vida en Él.
Muchos de los seguidores de Jesús prefirieron no seguir más con Él ya que vieron que el pan material que estaban esperando, ya no volvería, así que se regresaron a sus labores diarias. De esta manera ellos demostraron que no eran de los que fueron “dados por el Padre”.
31. 6.67 Con esta pregunta de Jesús, vemos que la enseñanza calvinista está equivocada. Jesús pone a disposición de sus discípulos las dos alternativas: Irse o quedarse. Los calvinistas enseñan que el que es atraído por Jesús, ya no lo puede dejar, aunque no quiera; mientras que el que no ha sido elegido de antemano por Dios, aunque desee ser salvo, no lo será nunca. Aquí Judas no se fue, y bien puede ser que deseara hacerlo, pero se quedó para más adelante.
32. 6.68-69 Las palabras de Pedro nos dan a conocer la triste situación en que se encontraba el pueblo de Israel en aquel momento. Ellos estaban a la deriva no solo en lo político, sino en lo religioso y en lo moral. Los líderes vivían soñando con glorias pasadas y esperaban ver surgir al nuevo David que les devolviera su antiguo estado, pero no lograban comprender que era necesario arreglar su situación con Dios para poder hacerlo luego con el mundo.
Jesús era un Maestro diferente al resto de maestros que había entre los judíos. Sus enseñanzas daban vigor a los que les escuchaban, mientras que los otros más bien los agobiaban con sus ordenanzas inventadas.
Si bien es cierto que muchos de los discípulos de Jesús se volvieron, también estaban estos otros que creían con certeza que Jesús es el Cristo.
33. 6.70 No podemos pensar que Jesús se equivocó al escoger a Judas. Es probable que cuando Judas llegó a Jesús venía con un corazón dispuesto, pero poco a poco, así como muchos otros discípulos, se encontró que sus expectativas no eran las que esperaba, y él volvió a su comportamiento habitual de mentiras, robo y por último, traición.
34. 6.71 “Estaba diciendo esto de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce”.
Cuando Juan escribe el Evangelio, ya se había aclarado quién era el que iba a traicionar a Jesús, pero en ese momento no lo sabían.