F. Conclusión.
16.5-24 Los planes de Pablo habían tenido que variar, no porque él tuviese falta de palabra, como lo acusaron algunos en Corinto[1], sino más bien porque quería que ellos hicieran las correcciones necesarias que les había planteado en esta epístola[2]. Así que decidió primero ir a Macedonia, y esto se los dice desde Éfeso, antes de salir hacia Macedonia.
Pablo iba a visitarlos por un buen tiempo, y pasaría el invierno con ellos, después de haber viajado el verano por Macedonia recogiendo la ofrenda para los hermanos en Jerusalén, y el otoño en Grecia. En el tiempo del invierno no había tránsito marítimo, así que era mejor quedarse con los amigos en estos meses.
El pensamiento de Pablo era que después del invierno iba a partir hacia algún otro lado para seguir la Obra, con la ayuda de los hermanos de Corinto. Es increíble que en nuestro tiempo los miembros de las congregaciones piensan que el predicador puede estar trabajando en un puesto secular y estar usando su tiempo libre para la Obra, y no toman en cuenta que quienes se atreven a hacer algo semejante se envuelven en una cantidad de problemas porque cuando están trabajando su mente está en la Iglesia, y cuando están trabajando en la Obra en su tiempo libre, están descuidando a su familia y su propio descanso, por lo que no realizan bien su trabajo secular.
Pablo pasó tres meses en Corinto[3], y aunque su deseo era ir a Siria, tuvo que embarcarse rumbo a Macedonia, para viajar a Jerusalén, ya que los judíos estaban planeando dañarlo.
Pablo quiso pasar más tiempo con los corintios para corregir algunas cosas personalmente, y por ello pasó tres meses entre ellos. Aunque eran sus planes, él sabía que todo estaba en manos de Dios, y esperaba que se hicieran las cosas de acuerdo a Su voluntad y no a la propia. ¿Cuántas veces nos enojamos porque las cosas no salen conforme nosotros queríamos sin tomar en cuenta que la Voluntad de Dios es diferente?
Este pasaje nos confirma que Pablo escribió esta epístola desde Éfeso. El hecho de que mencione Pentecostés no indica precisamente que estaría esperando la celebración judía, ya que estaba en una ciudad gentil en donde, aunque no celebraban la fiesta de Pentecostés, la fecha tenía mucha importancia porque marcaba el inicio de la primavera, y era cuando iniciaba la navegación comercial.
¿Por qué quería quedarse más tiempo en Éfeso? Porque en ese momento había una efervescencia con el Evangelio, por lo que no era prudente que dejara la ciudad en ese momento. Pero había muchos que se le oponían[4], por lo que era mejor que un Enviado se mantuviera ahí para presentar defensa contra estos enemigos de Dios.
Timoteo había salido rumbo a Corinto, pero Pablo no sabía si iba a llegar antes de esta epístola o después. Timoteo era un joven predicador que sufría de inseguridad, pero eso lo trataremos al estudiar la epístola que Pablo le escribió a él, e iba a encontrarse con los miembros problemáticos, por lo que Pablo les pide que lo mantengan “sin temor”, ya que aunque era joven, era un buen trabajador en la Obra de Dios. Notemos que Pablo exhorta a los corintios a respetar a Timoteo, esto es algo que se ha perdido en la Iglesia, y considero que hay varios aspectos para que esto ocurra:
1. La popularización del púlpito. Especialmente en Latinoamérica, se ha tomado la idea de que todos los varones de la congregación deben predicar, lo que ha causado que muchos de estos “predicadores de púlpito” vean como que el trabajo del ministro puede ser ejecutado por cualquiera, ya que han llegado a considerar, y eso por el mal ejemplo de los predicadores, que lo único que hace el predicador es tomar unos cuantos minutos para hacer un bosquejo, y adornarlo con una que otra historia para entretener a la Iglesia el domingo.
2. La falta de santidad de parte de los predicadores. Muchos de los predicadores, en lugar de hacer ver a los miembros de la Iglesia que su vida está llena de santidad, bajan al nivel de los miembros, incluso de los menos espirituales, para que lo vean como uno más y así ganar “su amistad”. Es por eso que vemos a los predicadores conversando mucho sobre deportes con los hermanos, pero muy poco sobre la Palabra.
3. Falta de autoridad de los predicadores. La familiaridad de los miembros con el predicador, porque estos quieren ser muy populares, ha minado la autoridad de ellos, incluyendo lo tratado en el punto anterior.
Pablo esperaba que después de una corta estadía de Timoteo en Corinto, se reuniera de nuevo con él, por lo que pide a los hermanos que lo dejen ir en paz, es decir, sin meterlo en sus problemas.
No sabemos quiénes eran los hermanos que acompañaban a Timoteo, y dar nombres es nada más que tratar de adivinar. O bien puede referirse a los hermanos que estaban con Pablo esperando a Timoteo.
Es posible que los corintios pidieran a Pablo que les enviase a Apolos, ya que él había sido de los hermanos que habían ayudado al establecimiento de la Iglesia en esa ciudad, y era tan querido que algunos incluso habían formado un partido en su honor. Aunque esto se había dado, Pablo no se opuso a que lo invitaran a ir a buscar una solución a los problemas, por el contrario, le rogó que fuera, pero algo le hizo tomar la decisión de no ir por el momento, aunque en otra oportunidad iría.
Pablo entrega las últimas cinco exhortaciones de esta epístola:
1. “Estén permaneciendo despiertos”. Esto no tiene nada que ver con pasar la noche en el edificio de la congregación en un culto especial al que llaman “vigilia”, sino a estar atentos a todas las cosas para poder vivir de acuerdo con la Voluntad del Señor.
2. “Estén firmes en la fe”. Ya vimos que no es solamente ir a las reuniones de la Iglesia lo que importa, sino a vivir de acuerdo a las enseñanzas bíblicas.
3. “Pórtense como hombres”. El creyente debe vivir con valor, dejando de lado las cosas de niño. Muchos quieren que la Iglesia se rija de acuerdo al mundo, y prefieren que en ella se mantengan muchos, aunque no haya en ellos calidad, sino solo cantidad.
4. “Háganse poderosos”. Hacerse poderoso no tiene nada que ver con el hacerse mandón o prepotente, sino poderoso en el Espíritu, en el conocimiento de la Palabra, en la fe.
Aunque tenemos el capítulo 13 de esta epístola como un himno al amor, Pablo no puede dejar de recordar a la Iglesia que nuestro deber es hacer todo con amor para que las cosas que emprendamos queden bien hechas.
Esta súplica de Pablo es muy interesante, ya que en nuestros días son muchos los miembros de la Iglesia que actúan como si cada cual fuese independiente. Ya en 1.16 habíamos visto la información que hay sobre Estéfanas.
Tanto Estéfanas como su familia se habían dedicado al servicio de la Iglesia, es posible que prestaran su casa para las reuniones, y el hecho de que se hubiese trasladado a Éfeso, donde estaba Pablo, para cumplir una tarea de la Iglesia, nos indica que, o trabajaba a tiempo completo con ella, o había sacado de su tiempo para cumplir con este encargo.
Y viene la parte difícil para muchos en esta súplica del Enviado: “Que también ustedes se sujeten a los tales y a todo el que obra juntamente con ellos y a los que están trabajando afanosamente”, es decir, trátenlos con respeto, hagan lo que ellos les aconsejan, imítenlos. Pero no se malinterprete, algunos exigen a los demás que se sujeten a ellos, pero el ejemplo que dan es deplorable. Estéfanas y los suyos habían demostrado ser siervos útiles en la Iglesia, por eso los demás debían respetarlos. Nótese que ellos no solo trabajaban los domingos, sino que lo hacían afanosamente, arduamente, constantemente.
Fortunato era miembro de la Iglesia de Corinto; posiblemente un ex esclavo, a juzgar por la acepción latina de su nombre, que significa “afortunado, próspero”. Viajó, junto con Estéfanas y Acaico, desde Corinto a Éfeso para visitar a Pablo, fundador de su congregación, y pedirle consejo y como consecuencia el Enviado escribió 1 Corintios[5]. Clemente menciona a un Fortunato en su epístola unos cuarenta años después, pero no es seguro que sea el mismo[6].
El nombre Acaico significa “perteneciente a Acaya”, lo que no nos dice mucho de este personaje. Este nombre sugiere un esclavo o ex esclavo de Acaya, o posiblemente alguien en el servicio de los Mummio: Era el título de L. Mummio, creador de la Acaya romana y destructor de Corinto, que era retenido por su familia en la época de Pablo[7].
Pablo estaba feliz con la llegada de estos tres hermanos porque fueron quienes le llevaron información acerca de la Iglesia en Corinto, así como las dudas que ellos tenían. Además, Pablo quería que la Iglesia en Corinto les reconociera su esfuerzo de ir a visitarle en Éfeso.
Como Éfeso era la ciudad principal de Asia, Pablo podía enviar los saludos de todas las congregaciones de la región. Hay que hacer una anotación aquí, aunque también la haremos cuando estudiemos la epístola a los romanos, sobre un pasaje muy semejante en Romanos 16.16, que se ha usado para saludar a los incrédulos y buscar atraerlos a la Iglesia. Pablo envía los saludos de las congregaciones a otras congregaciones, no a los incrédulos, ya que no hay comunión entre la Iglesia y el mundo. También, al utilizar este pasaje, convierten a la Iglesia de Cristo en otro grupo denominacional más.
Pero había más saludos. Estaba el de aquellos hermanos judíos que Pablo había conocido en Corinto y que fueron con él a Éfeso, para luego viajar a Roma y volver a Éfeso: Aquila y Prisca. Ellos acostumbraban a tener las reuniones de la Iglesia en su casa.
Esos “todos los hermanos” bien pueden ser los de la compañía de Pablo o todos los hermanos en general de la Iglesia en Éfeso, quienes tenían el conocimiento de la visita de los tres hermanos de Corinto y de la epístola que estaba escribiendo.
El beso ha sido siempre una muestra de cariño que tenemos por otro. El beso es el acto de presionar los labios contra la superficie de un objeto, generalmente los labios de otra persona como una expresión social de afecto, saludo, respeto o amor. Los labios son un foco sensitivo en la estructura de diversos organismos animales, los cuales funcionan primordialmente como auxiliares en la identificación del entorno, como herramientas de succión o como auxiliares en la emisión de sonidos. El beso tiene una función social humana determinante en el proceso de cortejo.
Distintos comportamientos animales muestran la presencia de la práctica del beso en diversas especies animales, incluyendo aves y mamíferos, notablemente primates. Se sugiere que el beso como elemento cultural en la vida humana surge de un patrón en el comportamiento instintivo y la función biológica de los labios.
El “beso” en algunas especies animales se manifiesta con diversos comportamientos sociales inter especie que aseguran el orden en el grupo animal. Algunos comportamientos como la alimentación de la pareja en calidad de regalo nupcial, práctica animal en la que la pareja da comida u objetos a la pareja sexual como cortejo, involucran una práctica sexual relacionada con la conjunción de las cavidades bucales. Otros comportamientos similares incluyen la pre-masticación del alimento en algunas especies animales, en la que la cría es incapaz de consumir alimentos sólidos y depende de la labor materna de la destrucción del alimento y su traspaso bucal a la boca de la cría. En algunas especies animales, la conjunción de labios es utilizada como medio de comunicación e identificación, y como signo del orden social en un grupo de individuos.
El contacto labial involucra la acción nerviosa relacionada con la estimulación erógena en la que intervienen cinco nervios craneales, utilizados para la identificación y reconocimientos de los elementos ambientales. Los impulsos eléctricos producidos por la acción neuronal derivan en sensaciones originadas en los focos táctiles de la piel labial, la zona supralabial y la lengua, señales decodificadas en el cerebro. El contacto labial propicia la estimulación nerviosa y la respuesta cerebral a la liberación de oxitocina, dopamina y adrenalina en el torrente sanguíneo, provocando una gran cantidad efectos físicos. La liberación de oxitocina, hormona relacionada con el amor materno, las contracciones uterinas, el parto y la atracción sexual; en el torrente sanguíneo propicia distintas respuestas físicas como la sudoración nerviosa y las respuestas sexuales en la erección del pene y la erección del clítoris. La dopamina produce la sensación de bienestar. La adrenalina produce una serie de cambios físicos en los que está el cambio en la presión arterial, el nivel de glucosa y el ritmo cardíaco, además de la sensación de alerta y el tono rojizo en la zona cigomática.
Como beneficios a la salud se encuentra la liberación de epinefrina y norepinefrina en el torrente sanguíneo, lo que provoca una serie de cambios físicos en la acción cardiovascular, aumentando el ritmo del corazón y el bombeo de la sangre. Un beso puede quemar de dos a tres calorías por minuto. La endorfina liberada en un beso puede ser más potente a la acción de la morfina, ayudando a nivelar los niveles de estrés y dando una sensación de bienestar.
Otros beneficios del beso incluyen el aumento de los niveles de autoestima, la tonificación de los músculos faciales, la liberación del anestésico contenido en la saliva, menores niveles de colesterol en el sistema cardiovascular y el mejoramiento de las funciones metabólicas.
Como riesgos a la salud se consideran distintos padecimientos médicos ocasionados por la transmisión extra corporal de los patógenos contenidos en la saliva humana. Algunas enfermedades infecciosas representan riesgos a la salud cuando los virus están contenidos en la saliva. Algunas enfermedades posiblemente transmitidas por el contacto labial incluyen cualquier tipo de gripe, la mononucleosis infecciosa y el herpes simple. Las infecciones de transmisión sexual no representan un grado de contagio en el contacto labial, excepto cuando existe una lesión bucal que propicie el contacto de la piel sin protección contra los vasos sanguíneos de la piel expuesta.
Históricamente, el beso entre humanos ha representado un componente en el estudio de los patrones en las relaciones sexuales de la actualidad. La evidencia más antigua que describe a la práctica de la conjunción de labios como componente elemental en las relaciones extra-personales de carácter sexual, se remontan a la cultura India hacia 1500 a.C. Para el siglo III de nuestra era se promulgaba el Kama Sutra, libro sagrado que describía la divinidad natural del sexo y en el que se incluían referencias a la práctica del beso como práctica sexual.
Diversas civilizaciones del periodo clásico utilizaban el beso como práctica sexual o como convencionalismo social. En la cultura babilónica, concretamente en el relato creacionista Enuma elish, se menciona al beso como una práctica social relacionada con el saludo, la súplica y el arrepentimiento. En las culturas afroasiáticas se utilizaba el beso como símbolo de amor o afecto, tal como es enunciado en distintos pasajes bíblicos que relatan las historias de Jacob y Judas. En Grecia y Roma del periodo clásico se expande el significado del beso como una expresión de amor o afecto debido a la expansión de los imperios a lo largo de Europa y Asia. En algunos escritos de la época como La Odisea y los escritos de Ovidio se hace referencia al beso como símbolo de afecto, amor o admiración.
En el periodo de la Edad Media, el beso retoma diferentes significados que involucraban el respeto y la admiración. Se utilizaba como un símbolo de respeto o como un saludo hacia personas de clases social distinguida, utilizándose prácticas como el beso en la mano, el beso en los pies y el beso en la joyería portada, práctica utilizada antiguamente para dirigirse con respeto a los miembros de la realeza y la aristocracia. En el periodo de la Edad Media se utilizaban los besos como un compromiso legal en el que la persona analfabetizada marcaba una “X” y la besaba para marcar su compromiso ante un contrato, originando el significado de “X” como un beso. Con la dominación del catolicismo en Europa feudal, se anula la práctica del beso erótico.
En el periodo de la Revolución Industrial se globaliza la idea del beso como símbolo de cortesía y es cuando retoma su papel como un elemento en la estimulación sexual y como símbolo del amor entre dos personas.
El beso con significado sexual o romántico suele ocurrir entre personas que han desarrollado intensos lazos emocionales, normalmente involucrando el contacto de los labios de ambas persona en una intención erógena. En este ámbito el beso con la expresión de amor o afecto produce en el receptor sentimientos de aceptación y pertenencia social, derivando en la manifestación de sentimientos positivos como los sentimientos de felicidad. El beso es un componente erótico de la intimidad que estimula la respuesta sexual del organismo, produciendo por una serie de estímulos eléctricos en las terminaciones nerviosas de los labios y diferentes respuestas sexuales físicas que propiciarían la actividad sexual. Debido a su significado social y a sus efectos físicos, suele asociarse como elemento en la actividad pre-coito. El beso suele identificarse culturalmente como un ritual romántico para justificar los sentimientos de amor entre dos personas, consagrado como una prueba de amor desde el punto de vista social, magnificado por la visión artística.
Un beso puede ser utilizado como simbolismo de sentimientos amorosos que no deriven en la estimulación sexual, es decir, puede ser utilizado sin alguna intención sexual. El beso de carácter afectivo puede practicarse entre cualquier persona cercana; no importando su edad, ni su género. El beso de carácter afectivo suele utilizarse para reflejar distintos sentimientos como: La lealtad, la gratitud, la compasión o la empatía. Los besos de expresión de afecto suelen involucrar la empatía ante alegría intensa o tristeza, manifestando sentimientos de lealtad y apoyo hacia la otra persona.
Los besos de expresión afectivas suelen manifestarse como un respuesta hacia el amor, respeto o reconocimiento ante una identidad familiar emocionalmente cercana, siendo común los besos entre padres e hijos. Como un toque afectivo, puede utilizarse al beso en la mejilla o la frente como saludo a aquellas personas emocionalmente cercanas, haciendo énfasis en la lealtad y la gratitud en la relación afectuosa.
El beso es una práctica identificada como un convencionalismo social de distintas culturas, notablemente apreciado en la cultura occidental. El beso, además de expresar sentimientos de afecto o intenciones sexuales, también expresa sentimientos de lealtad, admiración o respeto. El beso también representa parte fundamental en el código social de etiqueta, las creencias populares, los convencionalismos sociales y las prácticas religiosas en las culturas de distintos países.
El beso tiene la función de expresar respeto, admiración o simple cortesía dentro de los códigos del comportamiento social convencional; de tal manera, en algunas culturas, es común besar a la persona a la que se le tiene profunda admiración o respeto. En su forma más común está el beso a la mano de la persona, dirigido a personas a las que se les tiene profunda admiración, con la intención de la galantería o la coquetería, como una respuesta a la cortesía tradicional o porque está dirigido a personas de clase alta, personas del género femenino o mandatarios.
El beso también suele representar la lealtad y la subordinación, identificado en las distintas expresiones sociales dirigidas a la aristocracia, la realeza y los miembros de la alta sociedad religiosa en algunas sociedades. En el caso de representar la subordinación suele ser un beso alejado que no atente contra la identidad del poder a la que el beso está dirigido, por lo que es frecuente el beso en la mano, el beso en la joyería y sus ropas o el beso en los pies.
El beso también es utilizado como un saludo informal a personas emocionalmente cercanas o identidades familiares que cumple con la cortesía y expresa sentimientos de lealtad, afecto, amor o respeto. En tal caso, el beso como un saludo puede involucrar distintas intenciones que van más allá de una simple práctica de la cortesía tradicional. Los tipos de besos como saludo suelen ser:
1. Beso en la mejilla: Gesto social en el que se besa alguna mejilla de la persona del encuentro. Suele ser dirigido a personas del género femenino o alguna persona emocionalmente cercana de cualquier género, expresando respeto y afecto. En el caso de estar dirigido a una persona poco cercana o recientemente identificada, solo expresa cortesía. Esta práctica es común en diversos países de América Latina y Europa.
2. Beso en ambas mejillas: Gesto social en el que se besan o frotan ambas mejillas de la persona en el encuentro. Suele utilizarse entre personas de cualquier género emocionalmente cercanas, aunque también es utilizado como un saludo hacia personas recientemente identificadas. Puede expresar distintos sentimientos, pero normalmente expresa cortesía. Esta práctica es común en Brasil, España, Francia y Portugal.
3. Beso en la mano: Gesto social en el que se besa la mano de una persona para reflejar cortesía o galantería. Puede estar dirigido a diferentes representantes de la clase alta, personas del género femenino, miembros de la realeza, mandatarios, miembros de la sociedad eclesiástica, etc. Suele reflejar cortesía, galantería, coquetería, subordinación, lealtad, admiración o respeto.
El beso suele ser utilizado como elemento en distintas prácticas religiosas, el cual normalmente va dirigido a la expresión de respeto a una persona o a un objeto representante de la religión. Suele expresar respeto, admiración, adoración, subordinación, lealtad o una consagración simbólica. Algunas prácticas religiosas incluyen:
1. En la religión musulmana, se besa la Piedra Negra en una serie de eventos y migraciones religiosas conocidos como Hajj.
2. En el Hinduismo, suele besarse el piso de los centros religiosos.
3. En diversas religiones abrahámicas, suele besarse algún objeto simbólico de la religión.
4. En la liturgia Cristiana se da el beso de paz, remplazado en la actualidad por un simple saludo de manos. En otros aspectos de las creencias religiosas del Cristianismo se identifica el beso de traición entre Jesucristo y Judas Iscariote en los Evangelios de Mateo y Marcos.
5. Los fieles suelen besar la mano, el anillo o los pies de cualquier autoridad eclesiástica de la Iglesia Católica; notablemente aplicado en encuentros con obispos, cardenales y líderes del Papado.
6. En diversas creencias populares un beso puede simbolizar un ritual para atraer buena suerte o recibir los dones que concede el objeto besado[8].
Normalmente Pablo hacía uso de amanuenses para escribir sus epístolas, pero era su costumbre poner el saludo final con su propia mano.
Llama la atención que al final de la epístola Pablo ponga una maldición, aunque esta es dirigida a quienes no aman al Señor, lo cual se manifiesta con la desobediencia a Sus mandatos, lo cual es probable que tuviese aquí el significado de causar en los corintios temor de seguir en los pecados exhortados en la epístola.
Hay luego un grito de triunfo en la epístola: ¡El Señor nuestro viene!
Termina Pablo con dos bendiciones: La gracia del Señor y el amor de Cristo con los corintios. Después de tanta reprimenda es posible que los corintios necesitaran un final como este.
[1] 2 Corintios 1.17.
[2] 2 Corintios 1.23.
[3] Hechos 20.1-3.
[4] Hechos 19.
[5] Diccionario Nelson. Diccionario Bíblico. Fortunato.
[6] 1 Clemente 65.
[7] Diccionario Certeza. Acaico.
[8] Wikipedia. Beso.
16.5-24 Los planes de Pablo habían tenido que variar, no porque él tuviese falta de palabra, como lo acusaron algunos en Corinto[1], sino más bien porque quería que ellos hicieran las correcciones necesarias que les había planteado en esta epístola[2]. Así que decidió primero ir a Macedonia, y esto se los dice desde Éfeso, antes de salir hacia Macedonia.
Pablo iba a visitarlos por un buen tiempo, y pasaría el invierno con ellos, después de haber viajado el verano por Macedonia recogiendo la ofrenda para los hermanos en Jerusalén, y el otoño en Grecia. En el tiempo del invierno no había tránsito marítimo, así que era mejor quedarse con los amigos en estos meses.
El pensamiento de Pablo era que después del invierno iba a partir hacia algún otro lado para seguir la Obra, con la ayuda de los hermanos de Corinto. Es increíble que en nuestro tiempo los miembros de las congregaciones piensan que el predicador puede estar trabajando en un puesto secular y estar usando su tiempo libre para la Obra, y no toman en cuenta que quienes se atreven a hacer algo semejante se envuelven en una cantidad de problemas porque cuando están trabajando su mente está en la Iglesia, y cuando están trabajando en la Obra en su tiempo libre, están descuidando a su familia y su propio descanso, por lo que no realizan bien su trabajo secular.
Pablo pasó tres meses en Corinto[3], y aunque su deseo era ir a Siria, tuvo que embarcarse rumbo a Macedonia, para viajar a Jerusalén, ya que los judíos estaban planeando dañarlo.
Pablo quiso pasar más tiempo con los corintios para corregir algunas cosas personalmente, y por ello pasó tres meses entre ellos. Aunque eran sus planes, él sabía que todo estaba en manos de Dios, y esperaba que se hicieran las cosas de acuerdo a Su voluntad y no a la propia. ¿Cuántas veces nos enojamos porque las cosas no salen conforme nosotros queríamos sin tomar en cuenta que la Voluntad de Dios es diferente?
Este pasaje nos confirma que Pablo escribió esta epístola desde Éfeso. El hecho de que mencione Pentecostés no indica precisamente que estaría esperando la celebración judía, ya que estaba en una ciudad gentil en donde, aunque no celebraban la fiesta de Pentecostés, la fecha tenía mucha importancia porque marcaba el inicio de la primavera, y era cuando iniciaba la navegación comercial.
¿Por qué quería quedarse más tiempo en Éfeso? Porque en ese momento había una efervescencia con el Evangelio, por lo que no era prudente que dejara la ciudad en ese momento. Pero había muchos que se le oponían[4], por lo que era mejor que un Enviado se mantuviera ahí para presentar defensa contra estos enemigos de Dios.
Timoteo había salido rumbo a Corinto, pero Pablo no sabía si iba a llegar antes de esta epístola o después. Timoteo era un joven predicador que sufría de inseguridad, pero eso lo trataremos al estudiar la epístola que Pablo le escribió a él, e iba a encontrarse con los miembros problemáticos, por lo que Pablo les pide que lo mantengan “sin temor”, ya que aunque era joven, era un buen trabajador en la Obra de Dios. Notemos que Pablo exhorta a los corintios a respetar a Timoteo, esto es algo que se ha perdido en la Iglesia, y considero que hay varios aspectos para que esto ocurra:
1. La popularización del púlpito. Especialmente en Latinoamérica, se ha tomado la idea de que todos los varones de la congregación deben predicar, lo que ha causado que muchos de estos “predicadores de púlpito” vean como que el trabajo del ministro puede ser ejecutado por cualquiera, ya que han llegado a considerar, y eso por el mal ejemplo de los predicadores, que lo único que hace el predicador es tomar unos cuantos minutos para hacer un bosquejo, y adornarlo con una que otra historia para entretener a la Iglesia el domingo.
2. La falta de santidad de parte de los predicadores. Muchos de los predicadores, en lugar de hacer ver a los miembros de la Iglesia que su vida está llena de santidad, bajan al nivel de los miembros, incluso de los menos espirituales, para que lo vean como uno más y así ganar “su amistad”. Es por eso que vemos a los predicadores conversando mucho sobre deportes con los hermanos, pero muy poco sobre la Palabra.
3. Falta de autoridad de los predicadores. La familiaridad de los miembros con el predicador, porque estos quieren ser muy populares, ha minado la autoridad de ellos, incluyendo lo tratado en el punto anterior.
Pablo esperaba que después de una corta estadía de Timoteo en Corinto, se reuniera de nuevo con él, por lo que pide a los hermanos que lo dejen ir en paz, es decir, sin meterlo en sus problemas.
No sabemos quiénes eran los hermanos que acompañaban a Timoteo, y dar nombres es nada más que tratar de adivinar. O bien puede referirse a los hermanos que estaban con Pablo esperando a Timoteo.
Es posible que los corintios pidieran a Pablo que les enviase a Apolos, ya que él había sido de los hermanos que habían ayudado al establecimiento de la Iglesia en esa ciudad, y era tan querido que algunos incluso habían formado un partido en su honor. Aunque esto se había dado, Pablo no se opuso a que lo invitaran a ir a buscar una solución a los problemas, por el contrario, le rogó que fuera, pero algo le hizo tomar la decisión de no ir por el momento, aunque en otra oportunidad iría.
Pablo entrega las últimas cinco exhortaciones de esta epístola:
1. “Estén permaneciendo despiertos”. Esto no tiene nada que ver con pasar la noche en el edificio de la congregación en un culto especial al que llaman “vigilia”, sino a estar atentos a todas las cosas para poder vivir de acuerdo con la Voluntad del Señor.
2. “Estén firmes en la fe”. Ya vimos que no es solamente ir a las reuniones de la Iglesia lo que importa, sino a vivir de acuerdo a las enseñanzas bíblicas.
3. “Pórtense como hombres”. El creyente debe vivir con valor, dejando de lado las cosas de niño. Muchos quieren que la Iglesia se rija de acuerdo al mundo, y prefieren que en ella se mantengan muchos, aunque no haya en ellos calidad, sino solo cantidad.
4. “Háganse poderosos”. Hacerse poderoso no tiene nada que ver con el hacerse mandón o prepotente, sino poderoso en el Espíritu, en el conocimiento de la Palabra, en la fe.
Aunque tenemos el capítulo 13 de esta epístola como un himno al amor, Pablo no puede dejar de recordar a la Iglesia que nuestro deber es hacer todo con amor para que las cosas que emprendamos queden bien hechas.
Esta súplica de Pablo es muy interesante, ya que en nuestros días son muchos los miembros de la Iglesia que actúan como si cada cual fuese independiente. Ya en 1.16 habíamos visto la información que hay sobre Estéfanas.
Tanto Estéfanas como su familia se habían dedicado al servicio de la Iglesia, es posible que prestaran su casa para las reuniones, y el hecho de que se hubiese trasladado a Éfeso, donde estaba Pablo, para cumplir una tarea de la Iglesia, nos indica que, o trabajaba a tiempo completo con ella, o había sacado de su tiempo para cumplir con este encargo.
Y viene la parte difícil para muchos en esta súplica del Enviado: “Que también ustedes se sujeten a los tales y a todo el que obra juntamente con ellos y a los que están trabajando afanosamente”, es decir, trátenlos con respeto, hagan lo que ellos les aconsejan, imítenlos. Pero no se malinterprete, algunos exigen a los demás que se sujeten a ellos, pero el ejemplo que dan es deplorable. Estéfanas y los suyos habían demostrado ser siervos útiles en la Iglesia, por eso los demás debían respetarlos. Nótese que ellos no solo trabajaban los domingos, sino que lo hacían afanosamente, arduamente, constantemente.
Fortunato era miembro de la Iglesia de Corinto; posiblemente un ex esclavo, a juzgar por la acepción latina de su nombre, que significa “afortunado, próspero”. Viajó, junto con Estéfanas y Acaico, desde Corinto a Éfeso para visitar a Pablo, fundador de su congregación, y pedirle consejo y como consecuencia el Enviado escribió 1 Corintios[5]. Clemente menciona a un Fortunato en su epístola unos cuarenta años después, pero no es seguro que sea el mismo[6].
El nombre Acaico significa “perteneciente a Acaya”, lo que no nos dice mucho de este personaje. Este nombre sugiere un esclavo o ex esclavo de Acaya, o posiblemente alguien en el servicio de los Mummio: Era el título de L. Mummio, creador de la Acaya romana y destructor de Corinto, que era retenido por su familia en la época de Pablo[7].
Pablo estaba feliz con la llegada de estos tres hermanos porque fueron quienes le llevaron información acerca de la Iglesia en Corinto, así como las dudas que ellos tenían. Además, Pablo quería que la Iglesia en Corinto les reconociera su esfuerzo de ir a visitarle en Éfeso.
Como Éfeso era la ciudad principal de Asia, Pablo podía enviar los saludos de todas las congregaciones de la región. Hay que hacer una anotación aquí, aunque también la haremos cuando estudiemos la epístola a los romanos, sobre un pasaje muy semejante en Romanos 16.16, que se ha usado para saludar a los incrédulos y buscar atraerlos a la Iglesia. Pablo envía los saludos de las congregaciones a otras congregaciones, no a los incrédulos, ya que no hay comunión entre la Iglesia y el mundo. También, al utilizar este pasaje, convierten a la Iglesia de Cristo en otro grupo denominacional más.
Pero había más saludos. Estaba el de aquellos hermanos judíos que Pablo había conocido en Corinto y que fueron con él a Éfeso, para luego viajar a Roma y volver a Éfeso: Aquila y Prisca. Ellos acostumbraban a tener las reuniones de la Iglesia en su casa.
Esos “todos los hermanos” bien pueden ser los de la compañía de Pablo o todos los hermanos en general de la Iglesia en Éfeso, quienes tenían el conocimiento de la visita de los tres hermanos de Corinto y de la epístola que estaba escribiendo.
El beso ha sido siempre una muestra de cariño que tenemos por otro. El beso es el acto de presionar los labios contra la superficie de un objeto, generalmente los labios de otra persona como una expresión social de afecto, saludo, respeto o amor. Los labios son un foco sensitivo en la estructura de diversos organismos animales, los cuales funcionan primordialmente como auxiliares en la identificación del entorno, como herramientas de succión o como auxiliares en la emisión de sonidos. El beso tiene una función social humana determinante en el proceso de cortejo.
Distintos comportamientos animales muestran la presencia de la práctica del beso en diversas especies animales, incluyendo aves y mamíferos, notablemente primates. Se sugiere que el beso como elemento cultural en la vida humana surge de un patrón en el comportamiento instintivo y la función biológica de los labios.
El “beso” en algunas especies animales se manifiesta con diversos comportamientos sociales inter especie que aseguran el orden en el grupo animal. Algunos comportamientos como la alimentación de la pareja en calidad de regalo nupcial, práctica animal en la que la pareja da comida u objetos a la pareja sexual como cortejo, involucran una práctica sexual relacionada con la conjunción de las cavidades bucales. Otros comportamientos similares incluyen la pre-masticación del alimento en algunas especies animales, en la que la cría es incapaz de consumir alimentos sólidos y depende de la labor materna de la destrucción del alimento y su traspaso bucal a la boca de la cría. En algunas especies animales, la conjunción de labios es utilizada como medio de comunicación e identificación, y como signo del orden social en un grupo de individuos.
El contacto labial involucra la acción nerviosa relacionada con la estimulación erógena en la que intervienen cinco nervios craneales, utilizados para la identificación y reconocimientos de los elementos ambientales. Los impulsos eléctricos producidos por la acción neuronal derivan en sensaciones originadas en los focos táctiles de la piel labial, la zona supralabial y la lengua, señales decodificadas en el cerebro. El contacto labial propicia la estimulación nerviosa y la respuesta cerebral a la liberación de oxitocina, dopamina y adrenalina en el torrente sanguíneo, provocando una gran cantidad efectos físicos. La liberación de oxitocina, hormona relacionada con el amor materno, las contracciones uterinas, el parto y la atracción sexual; en el torrente sanguíneo propicia distintas respuestas físicas como la sudoración nerviosa y las respuestas sexuales en la erección del pene y la erección del clítoris. La dopamina produce la sensación de bienestar. La adrenalina produce una serie de cambios físicos en los que está el cambio en la presión arterial, el nivel de glucosa y el ritmo cardíaco, además de la sensación de alerta y el tono rojizo en la zona cigomática.
Como beneficios a la salud se encuentra la liberación de epinefrina y norepinefrina en el torrente sanguíneo, lo que provoca una serie de cambios físicos en la acción cardiovascular, aumentando el ritmo del corazón y el bombeo de la sangre. Un beso puede quemar de dos a tres calorías por minuto. La endorfina liberada en un beso puede ser más potente a la acción de la morfina, ayudando a nivelar los niveles de estrés y dando una sensación de bienestar.
Otros beneficios del beso incluyen el aumento de los niveles de autoestima, la tonificación de los músculos faciales, la liberación del anestésico contenido en la saliva, menores niveles de colesterol en el sistema cardiovascular y el mejoramiento de las funciones metabólicas.
Como riesgos a la salud se consideran distintos padecimientos médicos ocasionados por la transmisión extra corporal de los patógenos contenidos en la saliva humana. Algunas enfermedades infecciosas representan riesgos a la salud cuando los virus están contenidos en la saliva. Algunas enfermedades posiblemente transmitidas por el contacto labial incluyen cualquier tipo de gripe, la mononucleosis infecciosa y el herpes simple. Las infecciones de transmisión sexual no representan un grado de contagio en el contacto labial, excepto cuando existe una lesión bucal que propicie el contacto de la piel sin protección contra los vasos sanguíneos de la piel expuesta.
Históricamente, el beso entre humanos ha representado un componente en el estudio de los patrones en las relaciones sexuales de la actualidad. La evidencia más antigua que describe a la práctica de la conjunción de labios como componente elemental en las relaciones extra-personales de carácter sexual, se remontan a la cultura India hacia 1500 a.C. Para el siglo III de nuestra era se promulgaba el Kama Sutra, libro sagrado que describía la divinidad natural del sexo y en el que se incluían referencias a la práctica del beso como práctica sexual.
Diversas civilizaciones del periodo clásico utilizaban el beso como práctica sexual o como convencionalismo social. En la cultura babilónica, concretamente en el relato creacionista Enuma elish, se menciona al beso como una práctica social relacionada con el saludo, la súplica y el arrepentimiento. En las culturas afroasiáticas se utilizaba el beso como símbolo de amor o afecto, tal como es enunciado en distintos pasajes bíblicos que relatan las historias de Jacob y Judas. En Grecia y Roma del periodo clásico se expande el significado del beso como una expresión de amor o afecto debido a la expansión de los imperios a lo largo de Europa y Asia. En algunos escritos de la época como La Odisea y los escritos de Ovidio se hace referencia al beso como símbolo de afecto, amor o admiración.
En el periodo de la Edad Media, el beso retoma diferentes significados que involucraban el respeto y la admiración. Se utilizaba como un símbolo de respeto o como un saludo hacia personas de clases social distinguida, utilizándose prácticas como el beso en la mano, el beso en los pies y el beso en la joyería portada, práctica utilizada antiguamente para dirigirse con respeto a los miembros de la realeza y la aristocracia. En el periodo de la Edad Media se utilizaban los besos como un compromiso legal en el que la persona analfabetizada marcaba una “X” y la besaba para marcar su compromiso ante un contrato, originando el significado de “X” como un beso. Con la dominación del catolicismo en Europa feudal, se anula la práctica del beso erótico.
En el periodo de la Revolución Industrial se globaliza la idea del beso como símbolo de cortesía y es cuando retoma su papel como un elemento en la estimulación sexual y como símbolo del amor entre dos personas.
El beso con significado sexual o romántico suele ocurrir entre personas que han desarrollado intensos lazos emocionales, normalmente involucrando el contacto de los labios de ambas persona en una intención erógena. En este ámbito el beso con la expresión de amor o afecto produce en el receptor sentimientos de aceptación y pertenencia social, derivando en la manifestación de sentimientos positivos como los sentimientos de felicidad. El beso es un componente erótico de la intimidad que estimula la respuesta sexual del organismo, produciendo por una serie de estímulos eléctricos en las terminaciones nerviosas de los labios y diferentes respuestas sexuales físicas que propiciarían la actividad sexual. Debido a su significado social y a sus efectos físicos, suele asociarse como elemento en la actividad pre-coito. El beso suele identificarse culturalmente como un ritual romántico para justificar los sentimientos de amor entre dos personas, consagrado como una prueba de amor desde el punto de vista social, magnificado por la visión artística.
Un beso puede ser utilizado como simbolismo de sentimientos amorosos que no deriven en la estimulación sexual, es decir, puede ser utilizado sin alguna intención sexual. El beso de carácter afectivo puede practicarse entre cualquier persona cercana; no importando su edad, ni su género. El beso de carácter afectivo suele utilizarse para reflejar distintos sentimientos como: La lealtad, la gratitud, la compasión o la empatía. Los besos de expresión de afecto suelen involucrar la empatía ante alegría intensa o tristeza, manifestando sentimientos de lealtad y apoyo hacia la otra persona.
Los besos de expresión afectivas suelen manifestarse como un respuesta hacia el amor, respeto o reconocimiento ante una identidad familiar emocionalmente cercana, siendo común los besos entre padres e hijos. Como un toque afectivo, puede utilizarse al beso en la mejilla o la frente como saludo a aquellas personas emocionalmente cercanas, haciendo énfasis en la lealtad y la gratitud en la relación afectuosa.
El beso es una práctica identificada como un convencionalismo social de distintas culturas, notablemente apreciado en la cultura occidental. El beso, además de expresar sentimientos de afecto o intenciones sexuales, también expresa sentimientos de lealtad, admiración o respeto. El beso también representa parte fundamental en el código social de etiqueta, las creencias populares, los convencionalismos sociales y las prácticas religiosas en las culturas de distintos países.
El beso tiene la función de expresar respeto, admiración o simple cortesía dentro de los códigos del comportamiento social convencional; de tal manera, en algunas culturas, es común besar a la persona a la que se le tiene profunda admiración o respeto. En su forma más común está el beso a la mano de la persona, dirigido a personas a las que se les tiene profunda admiración, con la intención de la galantería o la coquetería, como una respuesta a la cortesía tradicional o porque está dirigido a personas de clase alta, personas del género femenino o mandatarios.
El beso también suele representar la lealtad y la subordinación, identificado en las distintas expresiones sociales dirigidas a la aristocracia, la realeza y los miembros de la alta sociedad religiosa en algunas sociedades. En el caso de representar la subordinación suele ser un beso alejado que no atente contra la identidad del poder a la que el beso está dirigido, por lo que es frecuente el beso en la mano, el beso en la joyería y sus ropas o el beso en los pies.
El beso también es utilizado como un saludo informal a personas emocionalmente cercanas o identidades familiares que cumple con la cortesía y expresa sentimientos de lealtad, afecto, amor o respeto. En tal caso, el beso como un saludo puede involucrar distintas intenciones que van más allá de una simple práctica de la cortesía tradicional. Los tipos de besos como saludo suelen ser:
1. Beso en la mejilla: Gesto social en el que se besa alguna mejilla de la persona del encuentro. Suele ser dirigido a personas del género femenino o alguna persona emocionalmente cercana de cualquier género, expresando respeto y afecto. En el caso de estar dirigido a una persona poco cercana o recientemente identificada, solo expresa cortesía. Esta práctica es común en diversos países de América Latina y Europa.
2. Beso en ambas mejillas: Gesto social en el que se besan o frotan ambas mejillas de la persona en el encuentro. Suele utilizarse entre personas de cualquier género emocionalmente cercanas, aunque también es utilizado como un saludo hacia personas recientemente identificadas. Puede expresar distintos sentimientos, pero normalmente expresa cortesía. Esta práctica es común en Brasil, España, Francia y Portugal.
3. Beso en la mano: Gesto social en el que se besa la mano de una persona para reflejar cortesía o galantería. Puede estar dirigido a diferentes representantes de la clase alta, personas del género femenino, miembros de la realeza, mandatarios, miembros de la sociedad eclesiástica, etc. Suele reflejar cortesía, galantería, coquetería, subordinación, lealtad, admiración o respeto.
El beso suele ser utilizado como elemento en distintas prácticas religiosas, el cual normalmente va dirigido a la expresión de respeto a una persona o a un objeto representante de la religión. Suele expresar respeto, admiración, adoración, subordinación, lealtad o una consagración simbólica. Algunas prácticas religiosas incluyen:
1. En la religión musulmana, se besa la Piedra Negra en una serie de eventos y migraciones religiosas conocidos como Hajj.
2. En el Hinduismo, suele besarse el piso de los centros religiosos.
3. En diversas religiones abrahámicas, suele besarse algún objeto simbólico de la religión.
4. En la liturgia Cristiana se da el beso de paz, remplazado en la actualidad por un simple saludo de manos. En otros aspectos de las creencias religiosas del Cristianismo se identifica el beso de traición entre Jesucristo y Judas Iscariote en los Evangelios de Mateo y Marcos.
5. Los fieles suelen besar la mano, el anillo o los pies de cualquier autoridad eclesiástica de la Iglesia Católica; notablemente aplicado en encuentros con obispos, cardenales y líderes del Papado.
6. En diversas creencias populares un beso puede simbolizar un ritual para atraer buena suerte o recibir los dones que concede el objeto besado[8].
Normalmente Pablo hacía uso de amanuenses para escribir sus epístolas, pero era su costumbre poner el saludo final con su propia mano.
Llama la atención que al final de la epístola Pablo ponga una maldición, aunque esta es dirigida a quienes no aman al Señor, lo cual se manifiesta con la desobediencia a Sus mandatos, lo cual es probable que tuviese aquí el significado de causar en los corintios temor de seguir en los pecados exhortados en la epístola.
Hay luego un grito de triunfo en la epístola: ¡El Señor nuestro viene!
Termina Pablo con dos bendiciones: La gracia del Señor y el amor de Cristo con los corintios. Después de tanta reprimenda es posible que los corintios necesitaran un final como este.
[1] 2 Corintios 1.17.
[2] 2 Corintios 1.23.
[3] Hechos 20.1-3.
[4] Hechos 19.
[5] Diccionario Nelson. Diccionario Bíblico. Fortunato.
[6] 1 Clemente 65.
[7] Diccionario Certeza. Acaico.
[8] Wikipedia. Beso.