CORINTIOS
I. Introducción.
La ciudad de Corinto era notoria por ser un centro de paganismo. En ella se adoraba a la diosa Afrodita, la diosa de la belleza y del amor, y a muchos otros ídolos. La adoración a Afrodita estaba acompañada de erotismo y de orgias del peor tipo. Según algunos historiadores, había unas mil sacerdotisas prostitutas en el templo de la diosa. Hay que tomar en cuenta que Corinto era un puerto principal, por lo que también siempre había una multitud de marineros de la peor calaña. Se decía “vive como un corintio” para designar a una persona de vida desenfrenada, inmoral, y sinvergüenza.
Fue durante su segundo viaje, cuando Pablo salió de Atenas[1] y llegó a Corinto[2]. Probablemente creía que si el mensaje de Cristo podía ser sembrado en esta ciudad pagana e inmoral, podía hacerse en cualquier otro lugar del mundo. Él, como era su costumbre, primero fue a visitar la sinagoga, pero cuando los judíos lo rechazaron, los dejó y se fue a ministrar a los gentiles, que aceptaron a Cristo en gran número.
Fue en Corinto donde Pablo conoció a Aquila y a Priscila, y se quedó en esa ciudad por 18 meses, fundando la Iglesia[3].
Cuando Pablo estaba en Éfeso entre los años 53-57 d.C., escuchó rumores de la mala situación y conducta de los cristianos en Corinto, por lo que mandó una epístola con Timoteo en la que les mandó que no se juntaran “con los fornicarios”[4]. Después llegaron otros con una carta de los corintios[5] con ciertas preguntas. Lo que ellos le dijeron a Pablo, lo que había oído de los de Cloé, y esta carta con las preguntas fueron la ocasión de la primera epístola a los Corintios, que tenía como propósito llamar la atención ante la mala conducta de los creyentes; aclarar algunos puntos y contestar las preguntas de ellos.
Hay que tomar en cuenta que en Corinto había tres grupos problemáticos:
A. Un gnosticismo rudimentario con énfasis en la sabiduría y el conocimiento, orgullosos en su libertinaje acerca del sexo y carne sacrificada a los ídolos.
B. Los ascéticos que pensaban que había que renunciar al matrimonio, etc.
C. Los judaizantes que querían guardar leyes respecto a la carne.
[1] Hechos 18.1.
[2] 1 Corintios 2.3.
[3] Hechos 18.1-11.
[4] 1 Corintios 5.9.
[5] 1 Corintios 16.17.
La ciudad de Corinto era notoria por ser un centro de paganismo. En ella se adoraba a la diosa Afrodita, la diosa de la belleza y del amor, y a muchos otros ídolos. La adoración a Afrodita estaba acompañada de erotismo y de orgias del peor tipo. Según algunos historiadores, había unas mil sacerdotisas prostitutas en el templo de la diosa. Hay que tomar en cuenta que Corinto era un puerto principal, por lo que también siempre había una multitud de marineros de la peor calaña. Se decía “vive como un corintio” para designar a una persona de vida desenfrenada, inmoral, y sinvergüenza.
Fue durante su segundo viaje, cuando Pablo salió de Atenas[1] y llegó a Corinto[2]. Probablemente creía que si el mensaje de Cristo podía ser sembrado en esta ciudad pagana e inmoral, podía hacerse en cualquier otro lugar del mundo. Él, como era su costumbre, primero fue a visitar la sinagoga, pero cuando los judíos lo rechazaron, los dejó y se fue a ministrar a los gentiles, que aceptaron a Cristo en gran número.
Fue en Corinto donde Pablo conoció a Aquila y a Priscila, y se quedó en esa ciudad por 18 meses, fundando la Iglesia[3].
Cuando Pablo estaba en Éfeso entre los años 53-57 d.C., escuchó rumores de la mala situación y conducta de los cristianos en Corinto, por lo que mandó una epístola con Timoteo en la que les mandó que no se juntaran “con los fornicarios”[4]. Después llegaron otros con una carta de los corintios[5] con ciertas preguntas. Lo que ellos le dijeron a Pablo, lo que había oído de los de Cloé, y esta carta con las preguntas fueron la ocasión de la primera epístola a los Corintios, que tenía como propósito llamar la atención ante la mala conducta de los creyentes; aclarar algunos puntos y contestar las preguntas de ellos.
Hay que tomar en cuenta que en Corinto había tres grupos problemáticos:
A. Un gnosticismo rudimentario con énfasis en la sabiduría y el conocimiento, orgullosos en su libertinaje acerca del sexo y carne sacrificada a los ídolos.
B. Los ascéticos que pensaban que había que renunciar al matrimonio, etc.
C. Los judaizantes que querían guardar leyes respecto a la carne.
[1] Hechos 18.1.
[2] 1 Corintios 2.3.
[3] Hechos 18.1-11.
[4] 1 Corintios 5.9.
[5] 1 Corintios 16.17.