Deuteronomio
VI. Fin del
Peregrinaje.
En la rivera del Jordán, Moisés dirigió tres discursos a Israel, presentó un desafío a Josué, pronunció una bendición sobre cada una de las tribus, compuso un cántico y partió con el Señor.
A. Sus tres sermones.
1. Primer sermón[1].
En este, exalta al Señor y repasa las trágicas consecuencias del pecado en Cades-Barnea, recordando su propio pecado e invita a Israel para que anime a Josué.
2. Segundo sermón[2].
Repite los diez mandamientos, advierte sobre la inmoralidad, el hacer pactos y las prácticas paganas. También le describe a esta nueva generación la tierra de Canaán y les cuenta de su experiencia con Dios en el monte. Otra cosa que no deja de lado es la obligación del pueblo en mantener la Obra.
3. Tercer sermón[3].
Ordena que se lean las bendiciones y maldiciones cuando entren en la tierra prometida y les instruye sobre lo que deben hacer en Canaán si quieren recibir la bendición de Dios.
B. El desafío[4].
El desafío para Josué es fuerte. El nuevo líder debería ser muy valiente para poder cumplir todo lo que Dios quería que hiciera el pueblo en Canaán.
C. El cántico[5].
Es en este tiempo en que Moisés termina el Pentateuco y compone un canto de alabanza al Señor.
D. Las bendiciones[6] (33).
E. La partida[7].
Este último capítulo no pudo haber sido escrito por Moisés, quizá lo hizo Josué, pero en él leemos: “Tenía Moisés 120 años cuando murió; y no se había apagado su ojo ni se había perdido su vigor”[8], manifestando con esto cómo el Señor nunca desamparó a su siervo, el mayor profeta del Antiguo Testamento.
[1] Deuteronomio 1-4.
[2] Deuteronomio 5-26.
[3] Deuteronomio 27-30.
[4] Deuteronomio 31.
[5] Deuteronomio 31.19-22, 30; 32.1-47.
[6] Deuteronomio 33.
[7] Deuteronomio 34.
[8] Deuteronomio 34.7. La Toráh
En la rivera del Jordán, Moisés dirigió tres discursos a Israel, presentó un desafío a Josué, pronunció una bendición sobre cada una de las tribus, compuso un cántico y partió con el Señor.
A. Sus tres sermones.
1. Primer sermón[1].
En este, exalta al Señor y repasa las trágicas consecuencias del pecado en Cades-Barnea, recordando su propio pecado e invita a Israel para que anime a Josué.
2. Segundo sermón[2].
Repite los diez mandamientos, advierte sobre la inmoralidad, el hacer pactos y las prácticas paganas. También le describe a esta nueva generación la tierra de Canaán y les cuenta de su experiencia con Dios en el monte. Otra cosa que no deja de lado es la obligación del pueblo en mantener la Obra.
3. Tercer sermón[3].
Ordena que se lean las bendiciones y maldiciones cuando entren en la tierra prometida y les instruye sobre lo que deben hacer en Canaán si quieren recibir la bendición de Dios.
B. El desafío[4].
El desafío para Josué es fuerte. El nuevo líder debería ser muy valiente para poder cumplir todo lo que Dios quería que hiciera el pueblo en Canaán.
C. El cántico[5].
Es en este tiempo en que Moisés termina el Pentateuco y compone un canto de alabanza al Señor.
D. Las bendiciones[6] (33).
E. La partida[7].
Este último capítulo no pudo haber sido escrito por Moisés, quizá lo hizo Josué, pero en él leemos: “Tenía Moisés 120 años cuando murió; y no se había apagado su ojo ni se había perdido su vigor”[8], manifestando con esto cómo el Señor nunca desamparó a su siervo, el mayor profeta del Antiguo Testamento.
[1] Deuteronomio 1-4.
[2] Deuteronomio 5-26.
[3] Deuteronomio 27-30.
[4] Deuteronomio 31.
[5] Deuteronomio 31.19-22, 30; 32.1-47.
[6] Deuteronomio 33.
[7] Deuteronomio 34.
[8] Deuteronomio 34.7. La Toráh