El Difícil Arte de Predicar
Este es uno de los cursos que he preparado que más cariño le tengo, no solo por su temática, sino porque este está saturado de mis vivencias particulares; precisamente comencé a darle forma estando en el Instituto Bíblico, y aquí están retratadas algunas de las anécdotas de algunos de mis compañeros, a quienes recuerdo con mucho cariño, y que estaban dando sus primeros pasos en el difícil arte de predicar.
¿Y por qué es necesario un curso más de homilética? Porque desdichadamente son muchos los que ocupan los púlpitos y no conocen lo más esencial del arte de predicar; no comprenden que no es solo hablar, sino que el predicador debe saber llegar hasta tocar el alma del oyente, introducirse de tal forma que sus palabras provoquen al espectador a poner en acción el mensaje. El predicador debe saber que no está al frente de la congregación para entretenerles, sino que sus palabras deben infundir aliento, motivar a los desalentados, pero sobre todo mostrar al perdido el camino para que se encuentre con el Señor y alma pueda ser salva.
Le invito, no solo a que lea este material, sino a que ponga en práctica los consejos que en él encontrará y que lleve a muchas almas a los pies del Salvador.
¡Dios le bendiga!
¿Y por qué es necesario un curso más de homilética? Porque desdichadamente son muchos los que ocupan los púlpitos y no conocen lo más esencial del arte de predicar; no comprenden que no es solo hablar, sino que el predicador debe saber llegar hasta tocar el alma del oyente, introducirse de tal forma que sus palabras provoquen al espectador a poner en acción el mensaje. El predicador debe saber que no está al frente de la congregación para entretenerles, sino que sus palabras deben infundir aliento, motivar a los desalentados, pero sobre todo mostrar al perdido el camino para que se encuentre con el Señor y alma pueda ser salva.
Le invito, no solo a que lea este material, sino a que ponga en práctica los consejos que en él encontrará y que lleve a muchas almas a los pies del Salvador.
¡Dios le bendiga!