V. El Dios Espíritu Santo: La Tercera Persona
de la Divinidad Trina es el Espíritu Santo, el que, según sus enemigos, es tan
solamente la “fuerza activa” de Dios, semejante a la fuerza eléctrica con la
que alumbramos nuestros hogares. Pero de nuevo encontramos en la Biblia pasajes
que comprueban que el Espíritu Santo es Dios, tanto como el Padre y el Hijo.
A. Llamado Dios.
“Pero Pedro dijo: “Ananías, ¿por qué te ha envalentonado Satanás a tratar con engaño al Espíritu Santo y a retener secretamente parte del precio del campo? Mientras permanecía contigo, ¿no permanecía tuyo?, y después que fue vendido, ¿no continuaba bajo tu control? ¿Por qué te propusiste un hecho de esta índole en tu corazón? No has tratado con engaño a los hombres, sino a Dios”[1].
B. Omnipresente.
“¿Adónde puedo irme de tu Espíritu, y adónde puedo huir de tu rostro? Si ascendiera al cielo, allí estarías; y si tendiera mi lecho en el Seol, ¡mira!, tú [estarías allí]. Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto, allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría. Y si yo dijera: “¡De seguro la oscuridad misma prestamente se apoderará de mí!”, entonces la noche sería luz en torno a mí. Aun la oscuridad misma no resultaría demasiado oscura para ti, sino que la noche misma brillaría tal como lo hace el día; lo mismo daría que la oscuridad fuera luz”[2].
C. Omnisciente.
“Pues es a nosotros a quienes Dios las ha revelado mediante su espíritu, porque el espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios. Porque, ¿quién entre los hombres conoce las cosas del hombre salvo el espíritu del hombre que está en él? Así, también, nadie ha llegado a conocer las cosas de Dios, salvo el espíritu de Dios”[3].
D. Creador.
“La tierra estaba invisible y sin terminar, la oscuridad estaba sobre la faz del abismo, y el Ruaj de Elohim se movía sobre la superficie de las aguas”[4]. La palabra “Ruaj” significa “Espíritu”.
E. Vivificador.
“Por eso, si el Espíritu del que levantó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que levantó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales mediante Su espíritu que reside en ustedes”[5]; “Pues, hasta Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por injustos, para conducirlos a ustedes a Dios, habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el Espíritu”[6].
F. Consolador.
“Mas el ayudante, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho”[7].
G. Eterno.
“¿Cuánto más la sangre del Cristo, que por un Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l] Dios vivo?”[8]
H. Salvador.
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es, y lo que ha nacido del espíritu, espíritu es”[9]; “Sin embargo, ustedes no están en armonía con la carne, sino con el espíritu, si es que el Espíritu de Dios verdaderamente mora en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, este no le pertenece”[10]; “él nos salvó, no debido a obras de justicia que nosotros hubiéramos ejecutado, sino según su misericordia, mediante el baño que nos trajo a la vida y mediante hacernos nuevos por Espíritu Santo. Este [Espíritu] él lo derramó ricamente sobre nosotros mediante Jesucristo nuestro Salvador, para que, después de ser declarados justos en virtud de la bondad inmerecida de ese, llegáramos a ser herederos según una esperanza de vida eterna”[11].
I. Ataques al Espíritu Santo.
1. Ataques a la Personalidad.
A pesar de las citas tomadas de una versión unitaria nos comprueban que los que creemos que el Espíritu Santo es Dios, ellos atacan la Personalidad de la Tercera Persona de la Deidad, dejando de lado citas tan importantes como 1 Pedro 3.11, que traducen de la siguiente manera:
“Siguieron investigando qué época en particular, o qué suerte de [época], indicaba respecto a Cristo el espíritu que había en ellos cuando este de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a estos”[12].
Pero podemos ver las diferentes traducciones y cómo su contenido dice algo totalmente diferente:
“Querían descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos”[13].
“El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les descubría de antemano los sufrimientos de Cristo y la gloria que iba a alcanzar, pero ellos se preguntaban quién sería y cuándo se realizaría eso”[14].
“Antes de que Cristo viniera al mundo, su Espíritu les enseñaba a los profetas lo que él debería sufrir aquí en la tierra, y también les enseñaba todo lo hermoso que sucedería después. Y los profetas intentaban descubrir quién sería el Mesías y cuándo vendría al mundo”[15].
“Ellos trataban de descubrir el tiempo y las circunstancias señaladas por el Espíritu de Cristo, que estaba presente en ellos y anunciaba anticipadamente los sufrimientos reservados a Cristo y la gloria que les seguiría”[16].
“Escudriñando cuando y en qué punto de tiempo significaba el Rúax de Mashíax, que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habían de venir a Mashíax, y las glorias después de ellas”[17].
“Se preguntaban a qué persona y a qué tiempo se refería el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, cuando de antemano les mandaba anunciar los padecimientos a los que Cristo había de someterse y los hechos gloriosos que vendrían después”[18].
“…buscando a qué momento y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo que moraba en ellos, y testificaba de antemano los padecimientos reservados a Cristo y su posterior glorificación”[19].
“…procurando descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les predecía los sufrimientos destinados a Cristo y las glorias que les seguirían”[20].
“…procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían”[21].
“…escudriñando qué y cuál tiempo indicaba el Espíritu de Cristo, que en ellos moraba y de antemano testificaba los padecimientos de Cristo y las glorias que habían de seguirlos”[22].
“…procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían”[23].
“El Espíritu de Cristo estaba en esos profetas y les hablaba de lo que Cristo tendría que sufrir y de la gloria que recibiría después del sufrimiento. Los profetas intentaban saber cuándo llegarían esos sufrimientos y cómo sería el mundo en esa época”[24].
“…y ellos indagaron en qué tiempo el espíritu del Cristo, que habitaba en ellos, estaba indicando y dando testimonio de cuándo acontecerían los sufrimientos del Cristo y su gloria que le seguiría”[25].
“…escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”[26].
“…escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos”[27].
“…escudriñando en qué o cuál tiempo declaraba el en ellos Espíritu de Cristo, pretestificando los para Cristo padecimientos y las, después de ellos glorias”[28].
“…escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos; el cual antes anunciaba las aflicciones que habían de venir al Cristo, y la gloria después de ellas”[29].
“Ellos estaban tratando de averiguar el tiempo y las circunstancias a lo que se refería el Ruaj del Mashíaj estando en ellos, en cuanto a la predicción de los sufrimientos del Mashíaj, y las cosas gloriosas que le seguían”[30].
El pasaje habla del Espíritu Santo que habitaba en los profetas y es por medio de Él que ellos pudieron prever lo que ocurría con Cristo. No es meramente una intuición, sino una Persona actuando a través de los profetas. Y es que el Espíritu Santo tiene todas las características de una Persona, no como enseñan los Testigos que es solo una fuerza:
a. Habla: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”[31]; “Y oí una voz procedente del cielo decir: “Escribe: Felices son los muertos que mueren en unión con [el] Señor desde este tiempo en adelante. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus labores, porque las cosas que hicieron van junto con ellos”[32].
b. Enseña: “Mas el ayudante, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho”[33].
c. Revela: “Además, se le había revelado divinamente por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que hubiera visto al Cristo de Jehová”[34].
d. Testifica: “El Espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”[35].
e. Guía: “Sin embargo, cuando llegue aquel, el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen”[36].
f. Amonesta: “Y cuando ese llegue dará al mundo evidencia convincente respecto al pecado y respecto a la justicia y respecto al juicio”[37].
g. Intercede: “De igual manera el espíritu también acude con ayuda para nuestra debilidad; porque el [problema de] lo que debemos pedir en oración como necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados”[38].
h. Da dones: “Pero todas estas operaciones las ejecuta el uno y mismo Espíritu, distribuyendo a cada uno respectivamente así como dispone”[39].
i. Se ofende: “Por este motivo les digo: Toda suerte de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, no, ni en este sistema de cosas ni en el venidero”[40].
2. La palabra griega “pneuma”.
Los opositores de la Personalidad del Espíritu Santo afirman que la palabra “espíritu” proviene de la palabra griega pneuma quiere decir “viento”, por lo que aseguran que el Espíritu Santo es algo impersonal.
Pero lo que no toman en cuenta es que el idioma griego, al igual que todos los idiomas, tienen una gran cantidad de palabras que, aunque se escriben igual, sin embargo tienen significados diferentes. En el idioma castellano le llamamos palabras homógrafas, es decir, homo: igual y grafos: escritura. En el caso de la palabra “pneuma” pasa lo mismo. Se utiliza para referirse al viento como tal y se utiliza para describir al espíritu, ya de Dios, del hombre o a los ángeles. Sin embargo en todos los pasajes donde se utiliza, el mismo contexto nos dice cuando se refiere a uno y a otro respectivamente. Además de esto el mismo idioma griego hace una diferencia marcada cuando utiliza “pneuma” para referirse al Espíritu Santo, porque aunque la palabra “espíritu” es una palabra neutra en griego y debería llevar un pronombre neutro, sin embargo en Juan 16.7, 9, 13,15 se usa diez veces el pronombre masculino “equeinos”: aquél, para referirse al Espíritu Santo, lo cual es contra lo común. Todo esto indica, que el mismo Espíritu, tuvo el cuidado de inspirar a Juan, para que en vez de aplicar la ortografía correcta, lo dirigiera para que colocase a su lado un pronombre personal.
Otro argumento en contra es que, si la palabra espíritu diera la connotación de impersonalidad todas las veces que se utiliza en la Biblia, caeríamos en el error de pensar que Dios es un ser impersonal, puesto que el mismo Jesucristo dice que: “Dios es ESPÍRITU”, pneumatos, sin embargo ellos no dudan de Su personalidad. Caeríamos también en el error de pensar que los ángeles son entidades impersonales, porque de ellos se dice que son espíritus, pneumatos.
Para comprobar la autenticidad de lo que decimos podemos hacer un experimento. Cambiaremos la palabra “viento” por “espíritu” y “espíritu” por “viento” en los siguientes pasajes y podemos juzgar:
Mateo 7.25: “Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron espíritus y golpearon contra aquella casa; y no cayó porque no estaba fundada sobre la roca”
Mateo 8.26: “Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los espíritus y al mar; y se hizo grande bonanza”.
Juan 3.5-8: “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere del agua y del viento, no puede entrar el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, lo que es nacido del viento, viento es. El espíritu sopla de donde quiere y oyes su sonido; más ni sabes de donde viene, ni a donde va, así es todo aquél que es nacido del viento”.
Juan 4.23: “Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en viento en verdad....Dios es viento y los que adoran en viento y en verdad es necesario que le adoren”[41].
Este experimento lo pueden hacer cada vez que se encuentren con la palabra “espíritu” cámbiela por “viento” y viceversa se darán cuenta lo ilógico de la interpretación de los Testigos de Jehová y los Solo Jesús que en este caso creen igual.
3. No hay base bíblica.
Según los opositores, no es posible aceptar que el Espíritu Santo sea una Persona ya que en ninguna parte en la Biblia lo dice.
Es verdad que en la Biblia la palabra “persona” no se aplica al Espíritu Santo. Pero tampoco hay un pasaje que diga que Dios es una Persona. A pesar de esto, los unitarios creen que Dios es un ser con personalidad el cual tiene relaciones personales con sus criaturas. Cuando la Biblia habla del Espíritu Santo habla en los mismos términos que se habla del Dios Padre, se le adjudican los mismos atributos personales: Habla, piensa, ama, decide, de tal forma que es capaz de tener comunicación y comunión con el hombre, como ya lo vimos arriba.
4. La palabra “Espíritu”
Se apoyan los unitarios en el hecho de que la palabra Espíritu Santo está escrita con minúsculas en los manuscritos griegos, pero este argumento carece completamente de fundamento y no hace otra cosa que poner de manifiesto la gran ignorancia de estos grupos “seudo cristianos”. Los manuscritos griegos antiguos, se escribían con dos tipos de letras: Las unciales, o mayúsculas y las minúsculas. En los manuscritos escritos en mayúsculas, todas las palabras aparecen con este tipo de caligrafía y los manuscritos escritos con minúsculas todas las palabras aparecen en minúsculas. Así que la expresión “Espíritu Santo” según el tipo de manuscrito que aparezca, aparecerá con minúscula o con mayúscula. Además, esto no tiene nada que ver con la personalidad del Espíritu Santo.
5. Lo que enseña Zacarías 4.6.
Apelan a este pasaje que dice: “De consiguiente, respondió y me dijo: “Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, y dice: ‘“No por una fuerza militar, ni por poder, sino por mi espíritu”[42], pero esto no prueba nada ni a favor ni en contra de la personalidad del Espíritu Santo. Dios solo quiere animar a Zorobabel para la obra que Él le había encomendado y le anima a confiar en el poder del Espíritu de Dios y no en sus fuerzas ni en la de los hombres.
[1] Hechos 5.3-4. Ibid
[2] Salmo 139.7-12. Ibid
[3] 1 Corintios 2.10-11. Ibid
[4] Génesis 1.2. Traducción Kadosh Israelita Mesiánica.
[5] Romanos 8.11. VNM
[6] 1 Pedro 3.18. Ibid
[7] Juan 14.26. Ibid
[8] Hebreos 9.14. Ibid
[9] Juan 3.5-6. Ibid
[10] Romanos 8.9. Ibid
[11] Tito 3.5-7. Ibid
[12] VNM
[13] BAD
[14] BL95
[15] BLS
[16] BPD
[17] Brit Xadasha 1999
[18] CTS-IBS
[19] EUNSA
[20] JER
[21] LBLA
[22] NC
[23] NBLH
[24] PDT
[25] SyEspañol
[26] RV60
[27] RV95
[28] SEPTUAGINTA
[29] SEE
[30] TKIM-DE
[31] 1 Timoteo 4.1. RV60
[32] Revelación 14.13. VNM
[33] Juan 14.26. Ibid
[34] Lucas 2.26. Ibid
[35] Romanos 8.16. Ibid
[36] Juan 16.13. Ibid
[37] Juan 16.8. Ibid
[38] Romanos 8.26. Ibid
[39] 1 Corintios 12.11. Ibid
[40] Mateo 12.31-32. Ibid
[41] Las palabras en negrita son las que se cambiaron. Todas las citas son de la versión RV60.
[42] VNM
A. Llamado Dios.
“Pero Pedro dijo: “Ananías, ¿por qué te ha envalentonado Satanás a tratar con engaño al Espíritu Santo y a retener secretamente parte del precio del campo? Mientras permanecía contigo, ¿no permanecía tuyo?, y después que fue vendido, ¿no continuaba bajo tu control? ¿Por qué te propusiste un hecho de esta índole en tu corazón? No has tratado con engaño a los hombres, sino a Dios”[1].
B. Omnipresente.
“¿Adónde puedo irme de tu Espíritu, y adónde puedo huir de tu rostro? Si ascendiera al cielo, allí estarías; y si tendiera mi lecho en el Seol, ¡mira!, tú [estarías allí]. Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto, allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría. Y si yo dijera: “¡De seguro la oscuridad misma prestamente se apoderará de mí!”, entonces la noche sería luz en torno a mí. Aun la oscuridad misma no resultaría demasiado oscura para ti, sino que la noche misma brillaría tal como lo hace el día; lo mismo daría que la oscuridad fuera luz”[2].
C. Omnisciente.
“Pues es a nosotros a quienes Dios las ha revelado mediante su espíritu, porque el espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios. Porque, ¿quién entre los hombres conoce las cosas del hombre salvo el espíritu del hombre que está en él? Así, también, nadie ha llegado a conocer las cosas de Dios, salvo el espíritu de Dios”[3].
D. Creador.
“La tierra estaba invisible y sin terminar, la oscuridad estaba sobre la faz del abismo, y el Ruaj de Elohim se movía sobre la superficie de las aguas”[4]. La palabra “Ruaj” significa “Espíritu”.
E. Vivificador.
“Por eso, si el Espíritu del que levantó a Jesús de entre los muertos mora en ustedes, el que levantó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales mediante Su espíritu que reside en ustedes”[5]; “Pues, hasta Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por injustos, para conducirlos a ustedes a Dios, habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el Espíritu”[6].
F. Consolador.
“Mas el ayudante, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho”[7].
G. Eterno.
“¿Cuánto más la sangre del Cristo, que por un Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l] Dios vivo?”[8]
H. Salvador.
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es, y lo que ha nacido del espíritu, espíritu es”[9]; “Sin embargo, ustedes no están en armonía con la carne, sino con el espíritu, si es que el Espíritu de Dios verdaderamente mora en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, este no le pertenece”[10]; “él nos salvó, no debido a obras de justicia que nosotros hubiéramos ejecutado, sino según su misericordia, mediante el baño que nos trajo a la vida y mediante hacernos nuevos por Espíritu Santo. Este [Espíritu] él lo derramó ricamente sobre nosotros mediante Jesucristo nuestro Salvador, para que, después de ser declarados justos en virtud de la bondad inmerecida de ese, llegáramos a ser herederos según una esperanza de vida eterna”[11].
I. Ataques al Espíritu Santo.
1. Ataques a la Personalidad.
A pesar de las citas tomadas de una versión unitaria nos comprueban que los que creemos que el Espíritu Santo es Dios, ellos atacan la Personalidad de la Tercera Persona de la Deidad, dejando de lado citas tan importantes como 1 Pedro 3.11, que traducen de la siguiente manera:
“Siguieron investigando qué época en particular, o qué suerte de [época], indicaba respecto a Cristo el espíritu que había en ellos cuando este de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a estos”[12].
Pero podemos ver las diferentes traducciones y cómo su contenido dice algo totalmente diferente:
“Querían descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos”[13].
“El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les descubría de antemano los sufrimientos de Cristo y la gloria que iba a alcanzar, pero ellos se preguntaban quién sería y cuándo se realizaría eso”[14].
“Antes de que Cristo viniera al mundo, su Espíritu les enseñaba a los profetas lo que él debería sufrir aquí en la tierra, y también les enseñaba todo lo hermoso que sucedería después. Y los profetas intentaban descubrir quién sería el Mesías y cuándo vendría al mundo”[15].
“Ellos trataban de descubrir el tiempo y las circunstancias señaladas por el Espíritu de Cristo, que estaba presente en ellos y anunciaba anticipadamente los sufrimientos reservados a Cristo y la gloria que les seguiría”[16].
“Escudriñando cuando y en qué punto de tiempo significaba el Rúax de Mashíax, que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habían de venir a Mashíax, y las glorias después de ellas”[17].
“Se preguntaban a qué persona y a qué tiempo se refería el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, cuando de antemano les mandaba anunciar los padecimientos a los que Cristo había de someterse y los hechos gloriosos que vendrían después”[18].
“…buscando a qué momento y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo que moraba en ellos, y testificaba de antemano los padecimientos reservados a Cristo y su posterior glorificación”[19].
“…procurando descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les predecía los sufrimientos destinados a Cristo y las glorias que les seguirían”[20].
“…procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían”[21].
“…escudriñando qué y cuál tiempo indicaba el Espíritu de Cristo, que en ellos moraba y de antemano testificaba los padecimientos de Cristo y las glorias que habían de seguirlos”[22].
“…procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían”[23].
“El Espíritu de Cristo estaba en esos profetas y les hablaba de lo que Cristo tendría que sufrir y de la gloria que recibiría después del sufrimiento. Los profetas intentaban saber cuándo llegarían esos sufrimientos y cómo sería el mundo en esa época”[24].
“…y ellos indagaron en qué tiempo el espíritu del Cristo, que habitaba en ellos, estaba indicando y dando testimonio de cuándo acontecerían los sufrimientos del Cristo y su gloria que le seguiría”[25].
“…escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”[26].
“…escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos”[27].
“…escudriñando en qué o cuál tiempo declaraba el en ellos Espíritu de Cristo, pretestificando los para Cristo padecimientos y las, después de ellos glorias”[28].
“…escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos; el cual antes anunciaba las aflicciones que habían de venir al Cristo, y la gloria después de ellas”[29].
“Ellos estaban tratando de averiguar el tiempo y las circunstancias a lo que se refería el Ruaj del Mashíaj estando en ellos, en cuanto a la predicción de los sufrimientos del Mashíaj, y las cosas gloriosas que le seguían”[30].
El pasaje habla del Espíritu Santo que habitaba en los profetas y es por medio de Él que ellos pudieron prever lo que ocurría con Cristo. No es meramente una intuición, sino una Persona actuando a través de los profetas. Y es que el Espíritu Santo tiene todas las características de una Persona, no como enseñan los Testigos que es solo una fuerza:
a. Habla: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”[31]; “Y oí una voz procedente del cielo decir: “Escribe: Felices son los muertos que mueren en unión con [el] Señor desde este tiempo en adelante. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus labores, porque las cosas que hicieron van junto con ellos”[32].
b. Enseña: “Mas el ayudante, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho”[33].
c. Revela: “Además, se le había revelado divinamente por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que hubiera visto al Cristo de Jehová”[34].
d. Testifica: “El Espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”[35].
e. Guía: “Sin embargo, cuando llegue aquel, el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen”[36].
f. Amonesta: “Y cuando ese llegue dará al mundo evidencia convincente respecto al pecado y respecto a la justicia y respecto al juicio”[37].
g. Intercede: “De igual manera el espíritu también acude con ayuda para nuestra debilidad; porque el [problema de] lo que debemos pedir en oración como necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados”[38].
h. Da dones: “Pero todas estas operaciones las ejecuta el uno y mismo Espíritu, distribuyendo a cada uno respectivamente así como dispone”[39].
i. Se ofende: “Por este motivo les digo: Toda suerte de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, no, ni en este sistema de cosas ni en el venidero”[40].
2. La palabra griega “pneuma”.
Los opositores de la Personalidad del Espíritu Santo afirman que la palabra “espíritu” proviene de la palabra griega pneuma quiere decir “viento”, por lo que aseguran que el Espíritu Santo es algo impersonal.
Pero lo que no toman en cuenta es que el idioma griego, al igual que todos los idiomas, tienen una gran cantidad de palabras que, aunque se escriben igual, sin embargo tienen significados diferentes. En el idioma castellano le llamamos palabras homógrafas, es decir, homo: igual y grafos: escritura. En el caso de la palabra “pneuma” pasa lo mismo. Se utiliza para referirse al viento como tal y se utiliza para describir al espíritu, ya de Dios, del hombre o a los ángeles. Sin embargo en todos los pasajes donde se utiliza, el mismo contexto nos dice cuando se refiere a uno y a otro respectivamente. Además de esto el mismo idioma griego hace una diferencia marcada cuando utiliza “pneuma” para referirse al Espíritu Santo, porque aunque la palabra “espíritu” es una palabra neutra en griego y debería llevar un pronombre neutro, sin embargo en Juan 16.7, 9, 13,15 se usa diez veces el pronombre masculino “equeinos”: aquél, para referirse al Espíritu Santo, lo cual es contra lo común. Todo esto indica, que el mismo Espíritu, tuvo el cuidado de inspirar a Juan, para que en vez de aplicar la ortografía correcta, lo dirigiera para que colocase a su lado un pronombre personal.
Otro argumento en contra es que, si la palabra espíritu diera la connotación de impersonalidad todas las veces que se utiliza en la Biblia, caeríamos en el error de pensar que Dios es un ser impersonal, puesto que el mismo Jesucristo dice que: “Dios es ESPÍRITU”, pneumatos, sin embargo ellos no dudan de Su personalidad. Caeríamos también en el error de pensar que los ángeles son entidades impersonales, porque de ellos se dice que son espíritus, pneumatos.
Para comprobar la autenticidad de lo que decimos podemos hacer un experimento. Cambiaremos la palabra “viento” por “espíritu” y “espíritu” por “viento” en los siguientes pasajes y podemos juzgar:
Mateo 7.25: “Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron espíritus y golpearon contra aquella casa; y no cayó porque no estaba fundada sobre la roca”
Mateo 8.26: “Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los espíritus y al mar; y se hizo grande bonanza”.
Juan 3.5-8: “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere del agua y del viento, no puede entrar el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, lo que es nacido del viento, viento es. El espíritu sopla de donde quiere y oyes su sonido; más ni sabes de donde viene, ni a donde va, así es todo aquél que es nacido del viento”.
Juan 4.23: “Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en viento en verdad....Dios es viento y los que adoran en viento y en verdad es necesario que le adoren”[41].
Este experimento lo pueden hacer cada vez que se encuentren con la palabra “espíritu” cámbiela por “viento” y viceversa se darán cuenta lo ilógico de la interpretación de los Testigos de Jehová y los Solo Jesús que en este caso creen igual.
3. No hay base bíblica.
Según los opositores, no es posible aceptar que el Espíritu Santo sea una Persona ya que en ninguna parte en la Biblia lo dice.
Es verdad que en la Biblia la palabra “persona” no se aplica al Espíritu Santo. Pero tampoco hay un pasaje que diga que Dios es una Persona. A pesar de esto, los unitarios creen que Dios es un ser con personalidad el cual tiene relaciones personales con sus criaturas. Cuando la Biblia habla del Espíritu Santo habla en los mismos términos que se habla del Dios Padre, se le adjudican los mismos atributos personales: Habla, piensa, ama, decide, de tal forma que es capaz de tener comunicación y comunión con el hombre, como ya lo vimos arriba.
4. La palabra “Espíritu”
Se apoyan los unitarios en el hecho de que la palabra Espíritu Santo está escrita con minúsculas en los manuscritos griegos, pero este argumento carece completamente de fundamento y no hace otra cosa que poner de manifiesto la gran ignorancia de estos grupos “seudo cristianos”. Los manuscritos griegos antiguos, se escribían con dos tipos de letras: Las unciales, o mayúsculas y las minúsculas. En los manuscritos escritos en mayúsculas, todas las palabras aparecen con este tipo de caligrafía y los manuscritos escritos con minúsculas todas las palabras aparecen en minúsculas. Así que la expresión “Espíritu Santo” según el tipo de manuscrito que aparezca, aparecerá con minúscula o con mayúscula. Además, esto no tiene nada que ver con la personalidad del Espíritu Santo.
5. Lo que enseña Zacarías 4.6.
Apelan a este pasaje que dice: “De consiguiente, respondió y me dijo: “Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, y dice: ‘“No por una fuerza militar, ni por poder, sino por mi espíritu”[42], pero esto no prueba nada ni a favor ni en contra de la personalidad del Espíritu Santo. Dios solo quiere animar a Zorobabel para la obra que Él le había encomendado y le anima a confiar en el poder del Espíritu de Dios y no en sus fuerzas ni en la de los hombres.
[1] Hechos 5.3-4. Ibid
[2] Salmo 139.7-12. Ibid
[3] 1 Corintios 2.10-11. Ibid
[4] Génesis 1.2. Traducción Kadosh Israelita Mesiánica.
[5] Romanos 8.11. VNM
[6] 1 Pedro 3.18. Ibid
[7] Juan 14.26. Ibid
[8] Hebreos 9.14. Ibid
[9] Juan 3.5-6. Ibid
[10] Romanos 8.9. Ibid
[11] Tito 3.5-7. Ibid
[12] VNM
[13] BAD
[14] BL95
[15] BLS
[16] BPD
[17] Brit Xadasha 1999
[18] CTS-IBS
[19] EUNSA
[20] JER
[21] LBLA
[22] NC
[23] NBLH
[24] PDT
[25] SyEspañol
[26] RV60
[27] RV95
[28] SEPTUAGINTA
[29] SEE
[30] TKIM-DE
[31] 1 Timoteo 4.1. RV60
[32] Revelación 14.13. VNM
[33] Juan 14.26. Ibid
[34] Lucas 2.26. Ibid
[35] Romanos 8.16. Ibid
[36] Juan 16.13. Ibid
[37] Juan 16.8. Ibid
[38] Romanos 8.26. Ibid
[39] 1 Corintios 12.11. Ibid
[40] Mateo 12.31-32. Ibid
[41] Las palabras en negrita son las que se cambiaron. Todas las citas son de la versión RV60.
[42] VNM