El Pentateuco
I.
Historia primitiva y patriarcal.
A. Introducción.
El Pentateuco consta de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo Levítico, Números, y Deuteronomio. El término “Pentateuco” viene del vocablo griego pentâteuchos que significa “cinco volúmenes” (de un libro) siguiendo la designación judía, “los cinco quintos de la Ley”. Los judíos la llamaban “Toráh” (enseñanza) que frecuentemente se entiende en español como “Ley”[1]. Aunque cada libro es una unidad, juntos forman una Unidad y unión mayor.
Estos cinco libros forman teológicamente la columna vertebral del resto del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento[2]. Tienen una secuencia cronológica y teológica:
1. Génesis: Encontramos el trasfondo detrás de la fundación de la teocracia, la bendición prometida de la simiente en la tierra y de todas las naciones por medio de la simiente.
2. Éxodo: Aquí vemos la redención de la esclavitud de la simiente de Abraham y la organización de este pueblo para ser una nación con una Constitución.
a. La redención del pueblo.
1) Su esclavitud 1-10.
2) Su redención 11-18.
b. La formación de un pueblo con una Constitución.
1) Juicios morales 19-20.
2) Juicios sociales 21-24.
3) Juicios rituales 25-final.
3. Levítico: La cultura de Israel se establece con un manual de ordenanzas para ayudarlos con sus necesidades al acerarse a Dios que va a vivir entre Su pueblo en santidad[3].
4. Números: Adonay ordena la marcha de Israel, el orden militar, el censo de las tribus, el transporte del palacio sagrado, pero Israel distorsiona el orden de Dios. Con todo, la bendición prometida no puede frustrarse ni desde adentro ni desde afuera.
5. Deuteronomio: En este libro encontramos la reconstrucción de la nación bajo Adonay para entrar a la tierra con una renovación del pacto en forma legal/profética.
El Pentateuco también está construido a base del carácter narrativo doble de narraciones interrumpidas por pedazos de materias legales. Entendemos que esto corresponde al género del tratado en forma señor-vasallo que combina historia y leyes.
B. Sobre los Libros.
1. Autor: Los libros dan indicaciones de que Moisés es el autor: A él se le encargó escribir datos históricos[4], leyes[5] y un poema[6].
Moisés se menciona como el autor en el resto del Antiguo Testamento[7].
El Nuevo Testamento se refiere a Moisés como el autor del Pentateuco[8].
Se testifica de Moisés como autor de todo el Pentateuco de forma unánime en el Talmud y en los escritos de los llamados “Padres de la Iglesia”.
2. La Fecha: Los libros del Pentateuco fueron escritos aproximadamente entre 1400 - 1300 a.C. El primer uso del nombre “Pentateuco”, que se conoce, es de Orígenes[9].
3. Propósito: Exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo formó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido.
4. El Pentateuco Samaritano: Los samaritanos poseían el Pentateuco hebreo mencionado por Jerónimo, Eusebio y otros de los llamados “Padres de la Iglesia”. En 1616 Pietro Della Valle consiguió comprar una copia a los samaritanos de Damasco, que pasó en 1623 a la Biblioteca del Oratorio en París. A fines del siglo XVIII habían llegado a Europa otras quince copias más o menos completas, a las que posteriormente se añadirían otras. Morín, que publicó en 1632 el Pentateuco Samaritano, estimó que el texto samaritano era muy superior al de los masoretas, es decir, los rabinos judíos que fijaron el texto eligiendo un manuscrito de entre todos los demás de que disponían. Luego, copiaban el texto con un extraordinario cuidado. Según ciertos escribas, un error en una sola letra hacía que el manuscrito no pudiera ser utilizado. Anotaron después el texto con el fin de impedir toda añadidura u omisión, indicando en el margen la cantidad de letras, el número de ciertas expresiones, la letra central, la palabra y el versículo central en cada libro o colección de libros; cuando un vocablo les parecía incorrecto, lo dejaban dentro del texto y ponían en el margen las consonantes del vocablo corregido. Inventaron la puntuación vocal. Hasta el siglo V d.C., el texto hebreo de la Biblia tenía solo consonantes. La tradición era suficiente para asegurar una lectura normal. Pero, a medida que el pueblo judío se asimilaba en el seno de las naciones a las que había sido dispersado, se corría el riesgo de que se fuera perdiendo paulatinamente la pronunciación exacta de las palabras. Fue para fijar esta pronunciación que los masoretas inventaron los puntos de vocalización. Estos puntos o pequeños trazos, se situaron sobre o debajo de las consonantes, sin perturbar la integridad del texto consonantal tradicional.
Finalmente, inventaron también un peculiar sistema de acentos, destinados a conservar, en la lectura del texto, los matices de tono y sentimiento, así como el ritmo apropiado para la lectura de la Biblia hebrea.
Durante casi dos siglos hubo controversias acerca de este tema. En 1815, Gesenius, un célebre hebraísta, una vez hubo examinado minuciosamente el texto samaritano, declaró que en realidad era muy inferior al texto masorético, y de un valor crítico mediocre. La mayor parte de los rollos samaritanos, conteniendo el Pentateuco completo o ciertas partes de él, no es considerada anterior al siglo X de la era cristiana; uno o dos de ellos, que se conservan en Nablus, la antigua Siquem, son considerados más antiguos. Los diversos rollos samaritanos están escritos en caracteres análogos a los de las monedas de la época de los macabeos, que los judíos empleaban antes de la introducción del hebreo cuadrado, aunque presenta diferencias. El texto samaritano difiere frecuentemente del texto hebreo de los masoretas. En Deuteronomio 27.4, Moisés ordena al pueblo que levante, cuando haya atravesado el Jordán, grandes piedras sobre el monte Ebal, y encalarlas, para escribir sobre ellas la Ley. Con el fin de aumentar la veneración por su montaña sagrada, los samaritanos reemplazaron en su texto el término Ebal por el de Gerizim; hay otras variantes de menor importancia. La mayor parte de ellas provienen de errores accidentales de escribas, aunque hay algunas que tienen que ser atribuidas a alteraciones deliberadas. Hay alrededor de 2000 pasajes en los que el texto samaritano concuerda con la LXX y no con las lecturas hebreas, lo que indica que los traductores de la LXX trabajaron con un texto hebreo muy análogo al de los samaritanos.
La fecha en que los samaritanos entraron en posesión, y las circunstancias en que lo hicieron, se transforman en un asunto muy interesante y de mucho peso en la cuestión de la antigüedad del Pentateuco. Según una tradición antigua aún muy acreditada, lo copiaron de un escrito sagrado que se poseía con anterioridad al cisma del año 931 a.C., bajo Roboam. Según otra tradición, el Pentateuco les habría venido con el sacerdote encargado de instruir a los colonos traídos de Asiria para repoblar Samaria después de la deportación de los israelitas, hacia el año 722 a.C.[10] También se piensa que el Pentateuco Samaritano hubiera podido ser llevado allí por un sacerdote renegado en la época de la construcción del Templo de Gerizim[11]. Pero incluso aceptando una fecha tan tardía como la de Sanbalat y Manasés, esto es, la época de Nehemías[12], hay importantes consecuencias con respecto a la antigüedad del Pentateuco: Este hecho no solo certificaría que el Pentateuco ya existía íntegro entonces, sino también que no era ni podía ser una compilación de aquellos tiempos. Manasés, que era de la línea del sumo sacerdote, quedó excluido de esta función debido a que rehusó separarse de su esposa pagana tal y como la Ley lo demandaba. En lugar de protestar contra la Ley como no genuina, pasó a mantener su yugo sobre sus partidarios samaritanos. Esta conducta solo puede ser explicada por la firme convicción de Manasés de la genuinidad del Pentateuco. Fuera como fuera, el Pentateuco existía entonces, y fue preservado en una línea de copia independiente por los samaritanos.
No se debe confundir el Pentateuco Samaritano con una versión del Pentateuco al dialecto samaritano de los inicios de la era cristiana. Los samaritanos poseen asimismo una versión árabe del Pentateuco fechada en los siglos XI o XII d.C., y otros escritos bíblicos.
[1] Mateo 5.17; Lucas 16.17; Hechos 7.53; 1 Corintios 9.8.
[2] Deuteronomio 26.5-10; Josué 24.2-13; Hechos 13.17-41.
[3] Levítico 26.11-12.
[4] Éxodo 17.14; Números 33.1-2.
[5] Éxodo 24.4, 7; 34.27-35.
[6] Deuteronomio 31.9, 22.
[7] Josué 1.7-8; 8.32, 34; 22.5; 1 Reyes 2.3; 2 Reyes 14.6; 21.8; Esdras 6.18; Daniel 9.11-13; Malaquías 4.4.
[8] Mateo 19.18; Marcos 12.26; Lucas 2.22; 16.29; 24.27; Juan 5.46-47; 7.19; Hechos 13.39; Romanos 10.5.
[9] 254 d.C.
[10] 2 Reyes 17.28.
[11] Josefo. Antigüedades 11.7-8
[12] Nehemías 13.28
A. Introducción.
El Pentateuco consta de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo Levítico, Números, y Deuteronomio. El término “Pentateuco” viene del vocablo griego pentâteuchos que significa “cinco volúmenes” (de un libro) siguiendo la designación judía, “los cinco quintos de la Ley”. Los judíos la llamaban “Toráh” (enseñanza) que frecuentemente se entiende en español como “Ley”[1]. Aunque cada libro es una unidad, juntos forman una Unidad y unión mayor.
Estos cinco libros forman teológicamente la columna vertebral del resto del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento[2]. Tienen una secuencia cronológica y teológica:
1. Génesis: Encontramos el trasfondo detrás de la fundación de la teocracia, la bendición prometida de la simiente en la tierra y de todas las naciones por medio de la simiente.
2. Éxodo: Aquí vemos la redención de la esclavitud de la simiente de Abraham y la organización de este pueblo para ser una nación con una Constitución.
a. La redención del pueblo.
1) Su esclavitud 1-10.
2) Su redención 11-18.
b. La formación de un pueblo con una Constitución.
1) Juicios morales 19-20.
2) Juicios sociales 21-24.
3) Juicios rituales 25-final.
3. Levítico: La cultura de Israel se establece con un manual de ordenanzas para ayudarlos con sus necesidades al acerarse a Dios que va a vivir entre Su pueblo en santidad[3].
4. Números: Adonay ordena la marcha de Israel, el orden militar, el censo de las tribus, el transporte del palacio sagrado, pero Israel distorsiona el orden de Dios. Con todo, la bendición prometida no puede frustrarse ni desde adentro ni desde afuera.
5. Deuteronomio: En este libro encontramos la reconstrucción de la nación bajo Adonay para entrar a la tierra con una renovación del pacto en forma legal/profética.
El Pentateuco también está construido a base del carácter narrativo doble de narraciones interrumpidas por pedazos de materias legales. Entendemos que esto corresponde al género del tratado en forma señor-vasallo que combina historia y leyes.
B. Sobre los Libros.
1. Autor: Los libros dan indicaciones de que Moisés es el autor: A él se le encargó escribir datos históricos[4], leyes[5] y un poema[6].
Moisés se menciona como el autor en el resto del Antiguo Testamento[7].
El Nuevo Testamento se refiere a Moisés como el autor del Pentateuco[8].
Se testifica de Moisés como autor de todo el Pentateuco de forma unánime en el Talmud y en los escritos de los llamados “Padres de la Iglesia”.
2. La Fecha: Los libros del Pentateuco fueron escritos aproximadamente entre 1400 - 1300 a.C. El primer uso del nombre “Pentateuco”, que se conoce, es de Orígenes[9].
3. Propósito: Exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo formó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido.
4. El Pentateuco Samaritano: Los samaritanos poseían el Pentateuco hebreo mencionado por Jerónimo, Eusebio y otros de los llamados “Padres de la Iglesia”. En 1616 Pietro Della Valle consiguió comprar una copia a los samaritanos de Damasco, que pasó en 1623 a la Biblioteca del Oratorio en París. A fines del siglo XVIII habían llegado a Europa otras quince copias más o menos completas, a las que posteriormente se añadirían otras. Morín, que publicó en 1632 el Pentateuco Samaritano, estimó que el texto samaritano era muy superior al de los masoretas, es decir, los rabinos judíos que fijaron el texto eligiendo un manuscrito de entre todos los demás de que disponían. Luego, copiaban el texto con un extraordinario cuidado. Según ciertos escribas, un error en una sola letra hacía que el manuscrito no pudiera ser utilizado. Anotaron después el texto con el fin de impedir toda añadidura u omisión, indicando en el margen la cantidad de letras, el número de ciertas expresiones, la letra central, la palabra y el versículo central en cada libro o colección de libros; cuando un vocablo les parecía incorrecto, lo dejaban dentro del texto y ponían en el margen las consonantes del vocablo corregido. Inventaron la puntuación vocal. Hasta el siglo V d.C., el texto hebreo de la Biblia tenía solo consonantes. La tradición era suficiente para asegurar una lectura normal. Pero, a medida que el pueblo judío se asimilaba en el seno de las naciones a las que había sido dispersado, se corría el riesgo de que se fuera perdiendo paulatinamente la pronunciación exacta de las palabras. Fue para fijar esta pronunciación que los masoretas inventaron los puntos de vocalización. Estos puntos o pequeños trazos, se situaron sobre o debajo de las consonantes, sin perturbar la integridad del texto consonantal tradicional.
Finalmente, inventaron también un peculiar sistema de acentos, destinados a conservar, en la lectura del texto, los matices de tono y sentimiento, así como el ritmo apropiado para la lectura de la Biblia hebrea.
Durante casi dos siglos hubo controversias acerca de este tema. En 1815, Gesenius, un célebre hebraísta, una vez hubo examinado minuciosamente el texto samaritano, declaró que en realidad era muy inferior al texto masorético, y de un valor crítico mediocre. La mayor parte de los rollos samaritanos, conteniendo el Pentateuco completo o ciertas partes de él, no es considerada anterior al siglo X de la era cristiana; uno o dos de ellos, que se conservan en Nablus, la antigua Siquem, son considerados más antiguos. Los diversos rollos samaritanos están escritos en caracteres análogos a los de las monedas de la época de los macabeos, que los judíos empleaban antes de la introducción del hebreo cuadrado, aunque presenta diferencias. El texto samaritano difiere frecuentemente del texto hebreo de los masoretas. En Deuteronomio 27.4, Moisés ordena al pueblo que levante, cuando haya atravesado el Jordán, grandes piedras sobre el monte Ebal, y encalarlas, para escribir sobre ellas la Ley. Con el fin de aumentar la veneración por su montaña sagrada, los samaritanos reemplazaron en su texto el término Ebal por el de Gerizim; hay otras variantes de menor importancia. La mayor parte de ellas provienen de errores accidentales de escribas, aunque hay algunas que tienen que ser atribuidas a alteraciones deliberadas. Hay alrededor de 2000 pasajes en los que el texto samaritano concuerda con la LXX y no con las lecturas hebreas, lo que indica que los traductores de la LXX trabajaron con un texto hebreo muy análogo al de los samaritanos.
La fecha en que los samaritanos entraron en posesión, y las circunstancias en que lo hicieron, se transforman en un asunto muy interesante y de mucho peso en la cuestión de la antigüedad del Pentateuco. Según una tradición antigua aún muy acreditada, lo copiaron de un escrito sagrado que se poseía con anterioridad al cisma del año 931 a.C., bajo Roboam. Según otra tradición, el Pentateuco les habría venido con el sacerdote encargado de instruir a los colonos traídos de Asiria para repoblar Samaria después de la deportación de los israelitas, hacia el año 722 a.C.[10] También se piensa que el Pentateuco Samaritano hubiera podido ser llevado allí por un sacerdote renegado en la época de la construcción del Templo de Gerizim[11]. Pero incluso aceptando una fecha tan tardía como la de Sanbalat y Manasés, esto es, la época de Nehemías[12], hay importantes consecuencias con respecto a la antigüedad del Pentateuco: Este hecho no solo certificaría que el Pentateuco ya existía íntegro entonces, sino también que no era ni podía ser una compilación de aquellos tiempos. Manasés, que era de la línea del sumo sacerdote, quedó excluido de esta función debido a que rehusó separarse de su esposa pagana tal y como la Ley lo demandaba. En lugar de protestar contra la Ley como no genuina, pasó a mantener su yugo sobre sus partidarios samaritanos. Esta conducta solo puede ser explicada por la firme convicción de Manasés de la genuinidad del Pentateuco. Fuera como fuera, el Pentateuco existía entonces, y fue preservado en una línea de copia independiente por los samaritanos.
No se debe confundir el Pentateuco Samaritano con una versión del Pentateuco al dialecto samaritano de los inicios de la era cristiana. Los samaritanos poseen asimismo una versión árabe del Pentateuco fechada en los siglos XI o XII d.C., y otros escritos bíblicos.
[1] Mateo 5.17; Lucas 16.17; Hechos 7.53; 1 Corintios 9.8.
[2] Deuteronomio 26.5-10; Josué 24.2-13; Hechos 13.17-41.
[3] Levítico 26.11-12.
[4] Éxodo 17.14; Números 33.1-2.
[5] Éxodo 24.4, 7; 34.27-35.
[6] Deuteronomio 31.9, 22.
[7] Josué 1.7-8; 8.32, 34; 22.5; 1 Reyes 2.3; 2 Reyes 14.6; 21.8; Esdras 6.18; Daniel 9.11-13; Malaquías 4.4.
[8] Mateo 19.18; Marcos 12.26; Lucas 2.22; 16.29; 24.27; Juan 5.46-47; 7.19; Hechos 13.39; Romanos 10.5.
[9] 254 d.C.
[10] 2 Reyes 17.28.
[11] Josefo. Antigüedades 11.7-8
[12] Nehemías 13.28