Gálatas
I. Introducción.
Según algunos estudiosos, esta es la primera epístola escrita por Pablo, cuando se encontraba en Antioquía de Siria, y aunque no se sabe exactamente la fecha de la escritura, esta puede acercarse cerca del año 48 d.C.; pero el hecho de que hubiese dos regiones conocidas como Galacia, deja la duda de quiénes son los destinatarios. Había una “Galacia” política y otra geográfica. Esta última se describía al centro norte de Asia Menor, en donde estaban las ciudades de Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, y Derbe; mientras que la política se refería a la provincia romana. Así, si la epístola fue escrita a los cristianos en el Norte de Galacia, las iglesias se fundaron en el segundo viaje misionero y la epístola fue escrita en el tercer viaje misionero, aun antes de la epístola a Éfeso, desde Macedonia; pero tenemos el problema de que las diferentes editoriales se inclinan de acuerdo a sus propias opiniones, por ejemplo, La Biblia de Estudio Mundo Hispano incluye Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe, de acuerdo con la teoría de que la Galacia mencionada en el Nuevo Testamento es la del sur; pero en La Geografía Histórica del Mundo Bíblico el mapa de Galacia no contiene estas ciudades. Es más lógico concluir que Pablo escribió a las iglesias conocidas por el lector del Nuevo Testamento[1]. Pero si la carta fue escrita a los cristianos en el Sur de Galacia, se refiere a las iglesias que se fundaron en el primer viaje misionera y la carta se escribió después del fin de la jornada, probablemente desde Antioquia, cerca del año 49 d.C. una “prueba” a favor de esta fecha es el hecho de que Pablo no menciona la consulta que se hizo a los ancianos y Enviados en Jerusalén, para hacer la defensa contra el argumento de los judaizantes, lo que nos dice que la consulta no había tenido lugar aún. La autoría se desprende de la misma carta, en donde Pablo se identifica como tal; esto no ha sido cuestionado más que por algunos estudiosos del siglo XIX. Sabemos que Pablo y Bernabé establecieron muchas congregaciones en la provincia de Galacia, y es por ello que Pablo se dirige a “las asambleas de Galacia”[2]: Derbe, Listre, Licaonia[3]. Después de la partida de Pablo, al no estar todavía con suficiente madurez, las iglesias se encontraron expuestas a las falsas enseñanzas de los judaizantes[4], estos insistían en que los cristianos debían practicar la Ley y los ritos mosaicos para poder ser salvos; así como iban poniendo en duda la misión de Pablo, buscando desacreditarlo. Ellos le decían a los gentiles que Dios llamó a Abraham y le prometió que serían los judíos los que heredarían la tierra y bendecirían al mundo, por lo que todas las promesas del Antiguo Testamento pertenecían a los judíos, mientras que los gentiles serían desechados. Lógicamente esto haría que los gentiles pensaran que era necesario hacerse judío si querían disfrutar de estas bendiciones. Prueba de esto es que Jesús nunca salió de los límites de los judíos para predicar el Evangelio. Mientras tanto, Pablo, quien nunca conoció a Jesús personalmente, andaba por el mundo gentil diciendo que los gentiles eran recibidos por Dios sin necesidad de volverse judíos. Según ellos, Pablo era un Enviado pero de segunda categoría, porque no había sido contado con los doce, sino que era enviado por la Iglesia de Antioquía de Siria. Estas son las razones por las que el Enviado debe escribir para defenderse. La carta está centrada en la libertad cristiana y en la prueba de la salvación por medio de la fe, sin necesidad de las obras de la Ley. Podemos ver en esta epístola la realidad de Cristo crucificado. La primera vez que Pablo, en su visita misionera, les presentó a Cristo y ellos recibieron al Espíritu Santo, pero ahora, esta vez por escrito, lo vuelve a presentar como el único remedio para solucionar el problema del pecado que se presentaba en la Iglesia debido a las falsas enseñanzas que los judaizantes habían introducido. Esta epístola ha sido llamada “la Carta Constitucional de la Libertad Cristiana”, porque insiste en la justificación por medio de la fe, en contra de las falsas enseñanzas que buscaban implantar los legalistas judaizantes, por lo que Pablo debe presentar defensa ante esta falsedad, demostrando que la justificación por la fe y la santificación por el Espíritu Santo es superior a las obras de la Ley. Pablo debe explicar la naturaleza y el propósito de la Ley, la cual es considerada una “niñera” que nos lleva a Cristo. Además, Pablo utiliza los dos primeros capítulos para defender su ministerio, que no fue dado por los hombres, sino por la revelación directa de parte de Dios. Usa los dos capítulos siguientes para presentar la doctrina de la gracia y los últimos dos son utilizados para exponer la vida del cristiano guiado por el Espíritu Santo. Podemos ver a Cristo en esta epístola cuando Pablo nos presenta la enseñanza de que es a través de Su muerte que los creyentes morimos a la Ley, ya que Cristo tomó nuestro lugar muriendo para que nosotros podamos vivir, libertándonos de la esclavitud y de esta manera rompiendo las cadenas que nos ataban a la Ley, el pecado y el yo.
II. Bosquejo.
A. Defensa del Evangelio y la justificación por la fe.
1. Salutación (1.1-5)
2. Deserción de los Gálatas (1.6-10)
3. El apostolado de Pablo (1.11-24)
4. El ministerio de Pablo aprobado por la Iglesia en Jerusalén (2.1-10)
5. El evangelio de la Gracia no permite la hipocresía (2.11-21)
B. Explicación del Evangelio de la Gracia y la justificación por la fe.
1. El Espíritu es dado por la fe (3.1-5)
2. Abraham fue justificado por la fe (3.6-9)
3. La Justificación por la fe (3.10–4.11)
4. Las bendiciones por la fe (4.12-20)
5. La Ley y la Gracia se excluyen (4.21-31)
C. Aplicación del evangelio de la Gracia.
1. Parados en la libertad (5.1-12)
2. Sirviendo en la libertad (5.13-15)
3. Caminar en el Espíritu (5.16-26)
4. Restaurar a los que caen (6.1-5)
5. Perseverando en hacer el bien (6.6-10)
D. Conclusión.
1. Comentarios finales sobre los judaizantes (6.11-17)
2. Bendición final (6.18)
[1] Hechos 13.14; 14.1; 16.1-5.
[2] Gálatas 1.2.
[3] Hechos 14.8-23.
[4] La palabra judaizar aparece en 2.14, y se refiere al esfuerzo de imponer la ley de Moisés, especialmente la circuncisión, sobre los hermanos gentiles para que, aparte de ser cristianos, también llegaran a ser judíos. Es importante entender que los judaizantes aceptaban a Jesús de Nazaret como el Mesías, y también aceptaban la necesidad de obedecer al evangelio, pero decían que adicionalmente los gentiles tenían que ser circuncidados (5.2) y guardar la ley de Moisés (4.10). A través de los siglos los gentiles que querían participar en la religión del único Dios vivo, tenían que llegar a ser judíos, circuncidándose y guardando la Ley de Moisés. Los judaizantes decían que los cristianos gentiles tenían que hacer lo mismo. Lo que esto significa es que los gentiles tenían que seguir convirtiéndose en judíos si esperaban recibir las bendiciones de Dios. Partain, Wayne. Comentario a los Gálatas.
Según algunos estudiosos, esta es la primera epístola escrita por Pablo, cuando se encontraba en Antioquía de Siria, y aunque no se sabe exactamente la fecha de la escritura, esta puede acercarse cerca del año 48 d.C.; pero el hecho de que hubiese dos regiones conocidas como Galacia, deja la duda de quiénes son los destinatarios. Había una “Galacia” política y otra geográfica. Esta última se describía al centro norte de Asia Menor, en donde estaban las ciudades de Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, y Derbe; mientras que la política se refería a la provincia romana. Así, si la epístola fue escrita a los cristianos en el Norte de Galacia, las iglesias se fundaron en el segundo viaje misionero y la epístola fue escrita en el tercer viaje misionero, aun antes de la epístola a Éfeso, desde Macedonia; pero tenemos el problema de que las diferentes editoriales se inclinan de acuerdo a sus propias opiniones, por ejemplo, La Biblia de Estudio Mundo Hispano incluye Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe, de acuerdo con la teoría de que la Galacia mencionada en el Nuevo Testamento es la del sur; pero en La Geografía Histórica del Mundo Bíblico el mapa de Galacia no contiene estas ciudades. Es más lógico concluir que Pablo escribió a las iglesias conocidas por el lector del Nuevo Testamento[1]. Pero si la carta fue escrita a los cristianos en el Sur de Galacia, se refiere a las iglesias que se fundaron en el primer viaje misionera y la carta se escribió después del fin de la jornada, probablemente desde Antioquia, cerca del año 49 d.C. una “prueba” a favor de esta fecha es el hecho de que Pablo no menciona la consulta que se hizo a los ancianos y Enviados en Jerusalén, para hacer la defensa contra el argumento de los judaizantes, lo que nos dice que la consulta no había tenido lugar aún. La autoría se desprende de la misma carta, en donde Pablo se identifica como tal; esto no ha sido cuestionado más que por algunos estudiosos del siglo XIX. Sabemos que Pablo y Bernabé establecieron muchas congregaciones en la provincia de Galacia, y es por ello que Pablo se dirige a “las asambleas de Galacia”[2]: Derbe, Listre, Licaonia[3]. Después de la partida de Pablo, al no estar todavía con suficiente madurez, las iglesias se encontraron expuestas a las falsas enseñanzas de los judaizantes[4], estos insistían en que los cristianos debían practicar la Ley y los ritos mosaicos para poder ser salvos; así como iban poniendo en duda la misión de Pablo, buscando desacreditarlo. Ellos le decían a los gentiles que Dios llamó a Abraham y le prometió que serían los judíos los que heredarían la tierra y bendecirían al mundo, por lo que todas las promesas del Antiguo Testamento pertenecían a los judíos, mientras que los gentiles serían desechados. Lógicamente esto haría que los gentiles pensaran que era necesario hacerse judío si querían disfrutar de estas bendiciones. Prueba de esto es que Jesús nunca salió de los límites de los judíos para predicar el Evangelio. Mientras tanto, Pablo, quien nunca conoció a Jesús personalmente, andaba por el mundo gentil diciendo que los gentiles eran recibidos por Dios sin necesidad de volverse judíos. Según ellos, Pablo era un Enviado pero de segunda categoría, porque no había sido contado con los doce, sino que era enviado por la Iglesia de Antioquía de Siria. Estas son las razones por las que el Enviado debe escribir para defenderse. La carta está centrada en la libertad cristiana y en la prueba de la salvación por medio de la fe, sin necesidad de las obras de la Ley. Podemos ver en esta epístola la realidad de Cristo crucificado. La primera vez que Pablo, en su visita misionera, les presentó a Cristo y ellos recibieron al Espíritu Santo, pero ahora, esta vez por escrito, lo vuelve a presentar como el único remedio para solucionar el problema del pecado que se presentaba en la Iglesia debido a las falsas enseñanzas que los judaizantes habían introducido. Esta epístola ha sido llamada “la Carta Constitucional de la Libertad Cristiana”, porque insiste en la justificación por medio de la fe, en contra de las falsas enseñanzas que buscaban implantar los legalistas judaizantes, por lo que Pablo debe presentar defensa ante esta falsedad, demostrando que la justificación por la fe y la santificación por el Espíritu Santo es superior a las obras de la Ley. Pablo debe explicar la naturaleza y el propósito de la Ley, la cual es considerada una “niñera” que nos lleva a Cristo. Además, Pablo utiliza los dos primeros capítulos para defender su ministerio, que no fue dado por los hombres, sino por la revelación directa de parte de Dios. Usa los dos capítulos siguientes para presentar la doctrina de la gracia y los últimos dos son utilizados para exponer la vida del cristiano guiado por el Espíritu Santo. Podemos ver a Cristo en esta epístola cuando Pablo nos presenta la enseñanza de que es a través de Su muerte que los creyentes morimos a la Ley, ya que Cristo tomó nuestro lugar muriendo para que nosotros podamos vivir, libertándonos de la esclavitud y de esta manera rompiendo las cadenas que nos ataban a la Ley, el pecado y el yo.
II. Bosquejo.
A. Defensa del Evangelio y la justificación por la fe.
1. Salutación (1.1-5)
2. Deserción de los Gálatas (1.6-10)
3. El apostolado de Pablo (1.11-24)
4. El ministerio de Pablo aprobado por la Iglesia en Jerusalén (2.1-10)
5. El evangelio de la Gracia no permite la hipocresía (2.11-21)
B. Explicación del Evangelio de la Gracia y la justificación por la fe.
1. El Espíritu es dado por la fe (3.1-5)
2. Abraham fue justificado por la fe (3.6-9)
3. La Justificación por la fe (3.10–4.11)
4. Las bendiciones por la fe (4.12-20)
5. La Ley y la Gracia se excluyen (4.21-31)
C. Aplicación del evangelio de la Gracia.
1. Parados en la libertad (5.1-12)
2. Sirviendo en la libertad (5.13-15)
3. Caminar en el Espíritu (5.16-26)
4. Restaurar a los que caen (6.1-5)
5. Perseverando en hacer el bien (6.6-10)
D. Conclusión.
1. Comentarios finales sobre los judaizantes (6.11-17)
2. Bendición final (6.18)
[1] Hechos 13.14; 14.1; 16.1-5.
[2] Gálatas 1.2.
[3] Hechos 14.8-23.
[4] La palabra judaizar aparece en 2.14, y se refiere al esfuerzo de imponer la ley de Moisés, especialmente la circuncisión, sobre los hermanos gentiles para que, aparte de ser cristianos, también llegaran a ser judíos. Es importante entender que los judaizantes aceptaban a Jesús de Nazaret como el Mesías, y también aceptaban la necesidad de obedecer al evangelio, pero decían que adicionalmente los gentiles tenían que ser circuncidados (5.2) y guardar la ley de Moisés (4.10). A través de los siglos los gentiles que querían participar en la religión del único Dios vivo, tenían que llegar a ser judíos, circuncidándose y guardando la Ley de Moisés. Los judaizantes decían que los cristianos gentiles tenían que hacer lo mismo. Lo que esto significa es que los gentiles tenían que seguir convirtiéndose en judíos si esperaban recibir las bendiciones de Dios. Partain, Wayne. Comentario a los Gálatas.