Capítulo 1
A. Saludo.
1.1-2 Pablo, se presenta ante los corintios para que no haya ninguna duda. La palabra griega usada aquí es apóstolos, que significa “delegado”; específicamente embajador del Evangelio; oficialmente comisionado de Cristo[1].
Debido a la situación que se vivía en Corinto, Pablo tuvo la necesidad de defender su ministerio ya que entre las acusaciones que se le hacían estaba el que no poseía cartas de recomendación de los otros Enviados que estaban en Jerusalén, y aunque esto era verdad, no las necesitaba porque no fueron ellos quienes le dieron el ministerio, sino Dios.
Timoteo era conocido en Corinto debido a que fue de los primeros colaboradores de Pablo cuando se instaló la Obra en esa ciudad[2].
Acaya era la provincia del Imperio romano cuya extensión abarcaba la península del Peloponeso y otras zonas de la Grecia meridional, limitando por el norte con las provincias de Epiro y Macedona. La región fue anexionada a la República romana en 146 a.C., después de una campaña en la cual la ciudad de Corinto fue arrasada por el general Cneo Lucio Mummio. En el año 31 a.C., fue separada de Macedonia, y tras las reformas de Diocleciano, pasó a formar parte de la Diócesis de Macedonia.
En el original griego dice: “La bondad inmerecida de Dios”, en la cual va incluida la paz de Dios.
[1] Strong. G652.
[2] Hechos 18.5.
1.1-2 Pablo, se presenta ante los corintios para que no haya ninguna duda. La palabra griega usada aquí es apóstolos, que significa “delegado”; específicamente embajador del Evangelio; oficialmente comisionado de Cristo[1].
Debido a la situación que se vivía en Corinto, Pablo tuvo la necesidad de defender su ministerio ya que entre las acusaciones que se le hacían estaba el que no poseía cartas de recomendación de los otros Enviados que estaban en Jerusalén, y aunque esto era verdad, no las necesitaba porque no fueron ellos quienes le dieron el ministerio, sino Dios.
Timoteo era conocido en Corinto debido a que fue de los primeros colaboradores de Pablo cuando se instaló la Obra en esa ciudad[2].
Acaya era la provincia del Imperio romano cuya extensión abarcaba la península del Peloponeso y otras zonas de la Grecia meridional, limitando por el norte con las provincias de Epiro y Macedona. La región fue anexionada a la República romana en 146 a.C., después de una campaña en la cual la ciudad de Corinto fue arrasada por el general Cneo Lucio Mummio. En el año 31 a.C., fue separada de Macedonia, y tras las reformas de Diocleciano, pasó a formar parte de la Diócesis de Macedonia.
En el original griego dice: “La bondad inmerecida de Dios”, en la cual va incluida la paz de Dios.
[1] Strong. G652.
[2] Hechos 18.5.