LA RELIGIÓN DE ISRAEL
I. El Pacto.
A. Definiciones:
Un pacto es un contrato o acuerdo entre dos partes que se comprometen a cumplir lo estipulado. En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea tyrb beriyth es traducida como “pacto”. En el Nuevo Testamento se utiliza la palabra griega “diatheke”; aunque también en algunas ocasiones se traduce: “alianza” o “testamento”.
1. “BERYTH”, es traducido como pacto en 271 veces, de sus 290 veces en el Antiguo Testamento, viene de la palabra “BARAH” que significa “cortar en pedazos”[1], haciendo referencia al hecho de que un pacto antiguamente consistía en cortar o dividir animales en dos partes, entre las cuales pasaban los contrayentes para establecer el pacto.
2. “DIATEKE”, la palabra griega deriva de “DIS” (dos), y “TITEMI” (poner, ubicar). Indica una relación de responsabilidad entre dos pares. Un pacto es una declaración por parte de Dios por la cual El establece una relación de responsabilidad entre:
a. Dios y un individuo (Pacto Adámico).
b. Dios y la humanidad (Pacto con Noé).
c. Dios y una nación (Pacto Mosaico).
d. Dios y una familia específica (Pacto Davídico).
3. En las Escrituras se contemplan dos clases:
a. Pactos Condicionales:
El pacto de un hombre con su igual, o de nación con nación, en la que los términos del pacto, o alianza, son mutuamente considerados y consentidos, o bien impuestos. A continuación, es ratificado mediante juramento, o por alguna prenda, ante testigos. Es a este tipo de pacto al que se alude en Gálatas 3.15: un pacto entre hombres, si está confirmado, no puede ser posteriormente manipulado mediante adiciones, ni abrogado. Cuando Abraham compró el campo del heteo Efrón en Macpela, pagó el dinero “a la vista de los hijos de Het” como testigos, y así quedó firmemente en su poder[2]. En el pacto llevado a cabo entre Jacob y Labán, hicieron ambos un montón de piedras como testimonio del pacto, y “comieron allí sobre aquel majano”[3]. Cuando los gabaonitas engañaron a Josué y a los príncipes de Israel, “Los hombres de Israel participaron de las provisiones de los gabaonitas, pero no consultaron al Señor... Y los jefes israelitas ratificaron el trato”[4]. Comer juntos era y sigue siendo considerado en Oriente como un pacto por el que los comensales se obligan mutuamente. El “pacto de sal” mencionado en 2 Crónicas 13.5 sigue estando en uso en Oriente; comer sal juntamente es el sello de un pacto.
b. Pactos Incondicionales.
Los pactos hechos por Dios son de un orden diferente. Los pactos que Él presenta son propuestos soberanamente a los hombres. Dios hizo un pacto con Noé por el que no volvería a destruir el mundo con un diluvio; como prenda de este pacto, Él puso su arco en las nubes[5]. Este pacto tenía la forma de promesa incondicional. Este mismo carácter tenía también el pacto de Dios con Abraham, primero con respecto a su posteridad natural[6], y después con respecto a su simiente, Cristo[7]. También le dio el “pacto de la circuncisión”[8], señal de la justicia de la fe[9].
Por otra parte, el pacto con los hijos de Israel en el Sinaí, era condicional. Dios afirmó a Israel que sería el Dios de ellos bajo la condición de que observaran Sus leyes[10]. Este pacto, del que el sábado iba a ser la señal[11], fue celebrado en Horeb[12] y renovado después con la generación siguiente en los campos de Moab[13]. En caso de que fueran desobedientes, recibirían maldición[14].
Hay también otro pacto que Dios hizo con los levitas[15], y especialmente con Finees, para darle a él y a sus descendientes un sacerdocio perpetuo[16].
B. Tipos de Pactos que encontramos en el Pentateuco.
1. El Pacto Edénico.
Fue el primer pacto que Dios hizo con el hombre[17], y fue un pacto condicional con Adán en el cual la vida y bendición o la muerte y la maldición dependían de la fidelidad de Adán. El pacto edénico incluía el dar a Adán la responsabilidad de ser el padre de la raza humana, sojuzgar la tierra, tener dominio sobre los animales, cuidar del huerto y no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Por haber fracasado Adán y Eva al comer de la fruta prohibida, fue impuesta la pena de muerte para la desobediencia. Adán y Eva murieron espiritualmente de inmediato y necesitaron nacer de nuevo para poder ser salvos. Más tarde también murieron físicamente. Su pecado hundió a toda la raza humana en un molde de pecado y muerte.
2. El Pacto Adámico.
Fue hecho con el hombre después de la caída[18]. Este es un pacto incondicional en el que Dios declara al hombre lo que será su porción en la vida por causa de su pecado. El pacto provee importantes rasgos, los cuales condicionan la vida humana desde este punto en adelante. Incluido en este pacto está la maldición de la serpiente[19]; se da la promesa del Redentor[20], la cual es luego cumplida en Cristo; se detalla el juicio a la mujer, sujeta al dolor y la pena en la maternidad, y en cuanto a su sumisión al hombre[21]. El hombre debería, en lo sucesivo, de ganar el pan con el sudor de su frente[22]; la vida del hombre sería dolorosa y con la muerte por final[23].
3. El Pacto con Noé.
Fue hecho con Noé y sus hijos[24]. Este pacto introdujo un nuevo principio de gobierno humano como un medio de frenar el pecado. Las provisiones del pacto incluían el establecimiento del principio del gobierno humano, en el que se instituyó la pena capital para aquellos que tomaran la vida de otro hombre. Fue reafirmado el orden normal de la Naturaleza[25], y al hombre le fue permitido comer carne fresca de animales[26] en lugar de vivir solamente de vegetales.
El pacto con Noé incluía la profecía concerniente a los descendientes de sus tres hijos[27] y designaba a Sem como el único de quien vendría la línea divina que seguiría hasta que el Mesías viniera. El dominio de las naciones gentiles en la historia del mundo está implicado en la profecía concerniente a Jafet.
4. El Pacto Abrahámico[28].
Es una de las grandes revelaciones de Dios concernientes a la historia futura, y en el fueron dadas profundas promesas a lo largo de tres líneas.
Lo primero de todo, es que fueron dadas promesas a Abraham de que él tendría gran descendencia[29], que tendría mucha bendición personal[30], que su nombre sería grande[31] y que él personalmente sería una bendición[32].
a. A través de Abraham fue hecha la promesa de que emergería una gran nación[33]. En el propósito de Dios esto tiene referencia primeramente a Israel y a los descendientes de Jacob, quienes formaron las doce tribus de Israel. A esta nación le fue dada la promesa de la tierra[34].
b. Una tercera área principal del pacto fue la promesa de que por medio de Abraham vendría bendición al mundo entero[35]. Esto tendría su cumplimiento en que Israel sería el canal especial de la revelación divina de Dios, la fuente de los profetas quienes revelarían a Dios y proveerían de la Escritura a los escritores humanos. En forma suprema, la bendición a las naciones sería provista a través de Jesucristo, quien sería un descendiente de Abraham.
c. Estipulaciones del pacto Abrahámico:
1) Abraham sería una gran nación.
2) El nombre de Abraham sería grande.
3) Bendición para aquéllos que bendijeran a los descendientes de Abraham.
4) Maldiciones para los que maldijeran a los descendientes de Abraham.
5) La tierra de Moriah prometida a los descendientes de Abraham.
6) Todas las familias de la tierra serían benditas en Abraham.
7) Abraham sería el padre de muchas naciones.
8) Pacto eterno con Isaac y sus descendientes.
9) Los descendientes del pacto se adueñarían de las puertas de sus enemigos.
Estas estipulaciones del pacto serían el fundamento de la futura relación de Dios con la humanidad. Después de la caída del hombre, Dios predijo la venida de la “semilla” de una mujer que le aplastaría la cabeza a la serpiente. Esta persona vendría a través de la descendencia de Abraham y redimiría a toda la humanidad de sus pecados.
A través de este pacto, Dios estableció con Abraham que serían benditas todas las naciones de la tierra. El pacto le fue dado a Abraham porque él creyó a Dios, y Dios lo tomó en cuenta y le aceptó como justo[36]. Abraham pasaría a ser el padre de todos los que creyeran en Dios por fe. El hecho de que éste fuera un pacto eterno significaba que su cumplimiento era incondicional.
Todos los demás pactos posteriores se basan en el Pacto Abrahámico:
5. El Pacto Mosaico.
Fue dado a través de Moisés para los hijos de Israel mientras que estaban viajando desde Egipto hacia la tierra prometida[37]. En Éxodo, y ampliado en muchas otras porciones de las Escrituras, Dios le dio a Moisés la ley que era para gobernar su relación con el pueblo de Israel. Los aproximadamente seiscientos mandamientos específicos están clasificados en tres divisiones principales:
a. Los mandamientos, conteniendo la voluntad expresada de Dios[38].
b. Los juicios, relacionados a la vida social y cívica de Israel[39].
c. Las ordenanzas[40].
La ley mosaica era un pacto condicional e incorporaba el principio de que si Israel era obediente, Dios les bendeciría, pero si Israel era desobediente, Dios les maldeciría y les disciplinaría. Esto es destacado especialmente en Deuteronomio 28. Aunque ya se había anticipado que Israel fracasaría, Dios prometió que Él no abandonaría a su pueblo[41]. El pacto mosaico también fue temporal y terminaría en la cruz de Cristo.
6. El Pacto Palestino[42].
Era un pacto incondicional en conexión con la posesión final de la tierra por parte de Israel. Este pacto se ilustra como un pacto básicamente incondicional y seguro en su cumplimiento; sin embargo, tiene elementos condicionales para cualquier generación en particular.
La promesa dada a Abraham en Génesis 12.7, y reafirmada luego a través del Antiguo Testamento, sería que la simiente de Abraham poseería la tierra. No obstante, a causa de la desobediencia y el fracaso, Jacob y sus descendientes vivieron el Egipto cientos de años antes del Éxodo. Así, manteniendo el propósito de Dios, ellos volvieron y poseyeron, por lo menos, una porción de la tierra. Más tarde, a causa de la desobediencia y la negligencia a la ley de Dios, ellos fueron sometidos a los cautiverios asirio y babilónico. Otra vez en la gracia de Dios, les fue permitido volver después de setenta años del cautiverio babilónico y reposeer la tierra hasta que Jerusalén fue destruida en el 70 d.C.
a. Este pacto es importante por tres aspectos principales:
1) Se reafirma claramente el derecho de Israel sobre la tierra a pesar de su infidelidad.
2) Introducción de un pacto condicional de bendiciones y maldiciones que no anularía el pacto de la promesa dada a Abraham[43].
3) Confirmación y ampliación del pacto Abrahámico original. La promesa original fue dada para que se cumpliera a pesar de la desobediencia[44].
b. Estipulaciones del Pacto Palestino.
1) La nación sería llevada al destierro por su infidelidad[45].
2) Habría un arrepentimiento futuro por parte de Israel[46].
3) El Mesías de Israel volvería[47].
4) Israel sería devuelto a la tierra[48].
5) Toda la nación de Israel se convertiría[49].
6) Los enemigos de Israel serían juzgados[50].
7) Entonces, la nación recibiría su bendición completa[51].
Las estipulaciones del pacto se cumplen en un Israel literal y no en uno espiritual. Por tanto, para que el pacto se cumpliera, Israel tenía que tomar el control de la tierra prometida algún día.
Los aspectos condicionales de este pacto son resultado de la obediencia, ya que Israel es bendecido cuando obedece y es maldito cuando desobedece. La promesa de las bendiciones y las maldiciones se ha cumplido en la historia de Israel dos veces. Por primera vez en el año 722 a.C., y entre 605 a.C. y 587 a.C., cuando fueron esparcidos por causa de los asirios y los babilonios; más tarde se volvieron a unir en la tierra después del reinado de Ciro el persa. La segunda vez tuvo lugar en el periodo romano, entre los años 70 y 135 d.C., cuando volvieron a ser esparcidos. Con la venida de Cristo, todos los descendientes de Jacob que no le han aceptado como el Mesías prometido, sufrirán las consecuencias de no cumplir con la parte que les correspondía en el pacto condicional.
[1] Génesis 15.7, 10
[2] Génesis 23.16
[3] Génesis 31.46. La Toráh
[4] Josué 9.14-15. BAD
[5] Génesis 9.8-17
[6] Génesis 15.4-6
[7] Génesis 22.15-18
[8] Génesis 17.10-14; Hechos 7.8
[9] Romanos 4.11
[10] Deuteronomio 14.13, 23
[11] Éxodo 31.16
[12] Deuteronomio 5.2; 29.1
[13] Deuteronomio 29.1
[14] Deuteronomio 27; 28
[15] Malaquías 2.4, 8
[16] Números 25.12-13
[17] Génesis 1.26-31; 2.16-17
[18] Génesis 3.16-19
[19] Génesis 3.14; Romanos 16.20; 2 Corintios 11.3,14; Revelación 12.9
[20] Génesis 3.15
[21] Génesis 1.26-27; 1 Corintios 11.7-9; Efesios 5.22-25; 1 Timoteo 2.11-14
[22] Génesis 2.15; 3.17-19
[23] Génesis 3.19, Efesios 2.5
[24] Génesis 9.1-18
[25] Génesis 8.22; 9.2
[26] Génesis 9.3-4
[27] Génesis 9.5-27
[28] Génesis 12.1-4; 13.14-17; 15.1-7; 17.1-8
[29] Génesis 17.16
[30] Génesis 13.14-15, 17; 15.6, 18; 24.34-35; Juan 8.56
[31] Génesis 12.2
[32] Génesis 12.2
[33] Génesis 12.2
[34] Génesis 12.7; 13.15; 15.18-21; 17.7-8
[35] Génesis 12.3
[36] Romanos 4
[37] Éxodo 20.1-31.18
[38] Éxodo 20.1-26
[39] Éxodo 21.1-24.11
[40] Éxodo 24.12-31.18
[41] Jeremías 30.11
[42] Deuteronomio 30.1-10
[43] Gálatas 3.17
[44] Deuteronomio 27-29
[45] Deuteronomio 28.63-68; 30.1-3
[46] Deuteronomio 28.63-68; 30.1-3
[47] Deuteronomio 30.3-6
[48] Deuteronomio 30.5
[49] Deuteronomio 30.4-8; Romanos 11.26-27
[50] Deuteronomio 30.7
[51] Deuteronomio 30.9
A. Definiciones:
Un pacto es un contrato o acuerdo entre dos partes que se comprometen a cumplir lo estipulado. En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea tyrb beriyth es traducida como “pacto”. En el Nuevo Testamento se utiliza la palabra griega “diatheke”; aunque también en algunas ocasiones se traduce: “alianza” o “testamento”.
1. “BERYTH”, es traducido como pacto en 271 veces, de sus 290 veces en el Antiguo Testamento, viene de la palabra “BARAH” que significa “cortar en pedazos”[1], haciendo referencia al hecho de que un pacto antiguamente consistía en cortar o dividir animales en dos partes, entre las cuales pasaban los contrayentes para establecer el pacto.
2. “DIATEKE”, la palabra griega deriva de “DIS” (dos), y “TITEMI” (poner, ubicar). Indica una relación de responsabilidad entre dos pares. Un pacto es una declaración por parte de Dios por la cual El establece una relación de responsabilidad entre:
a. Dios y un individuo (Pacto Adámico).
b. Dios y la humanidad (Pacto con Noé).
c. Dios y una nación (Pacto Mosaico).
d. Dios y una familia específica (Pacto Davídico).
3. En las Escrituras se contemplan dos clases:
a. Pactos Condicionales:
El pacto de un hombre con su igual, o de nación con nación, en la que los términos del pacto, o alianza, son mutuamente considerados y consentidos, o bien impuestos. A continuación, es ratificado mediante juramento, o por alguna prenda, ante testigos. Es a este tipo de pacto al que se alude en Gálatas 3.15: un pacto entre hombres, si está confirmado, no puede ser posteriormente manipulado mediante adiciones, ni abrogado. Cuando Abraham compró el campo del heteo Efrón en Macpela, pagó el dinero “a la vista de los hijos de Het” como testigos, y así quedó firmemente en su poder[2]. En el pacto llevado a cabo entre Jacob y Labán, hicieron ambos un montón de piedras como testimonio del pacto, y “comieron allí sobre aquel majano”[3]. Cuando los gabaonitas engañaron a Josué y a los príncipes de Israel, “Los hombres de Israel participaron de las provisiones de los gabaonitas, pero no consultaron al Señor... Y los jefes israelitas ratificaron el trato”[4]. Comer juntos era y sigue siendo considerado en Oriente como un pacto por el que los comensales se obligan mutuamente. El “pacto de sal” mencionado en 2 Crónicas 13.5 sigue estando en uso en Oriente; comer sal juntamente es el sello de un pacto.
b. Pactos Incondicionales.
Los pactos hechos por Dios son de un orden diferente. Los pactos que Él presenta son propuestos soberanamente a los hombres. Dios hizo un pacto con Noé por el que no volvería a destruir el mundo con un diluvio; como prenda de este pacto, Él puso su arco en las nubes[5]. Este pacto tenía la forma de promesa incondicional. Este mismo carácter tenía también el pacto de Dios con Abraham, primero con respecto a su posteridad natural[6], y después con respecto a su simiente, Cristo[7]. También le dio el “pacto de la circuncisión”[8], señal de la justicia de la fe[9].
Por otra parte, el pacto con los hijos de Israel en el Sinaí, era condicional. Dios afirmó a Israel que sería el Dios de ellos bajo la condición de que observaran Sus leyes[10]. Este pacto, del que el sábado iba a ser la señal[11], fue celebrado en Horeb[12] y renovado después con la generación siguiente en los campos de Moab[13]. En caso de que fueran desobedientes, recibirían maldición[14].
Hay también otro pacto que Dios hizo con los levitas[15], y especialmente con Finees, para darle a él y a sus descendientes un sacerdocio perpetuo[16].
B. Tipos de Pactos que encontramos en el Pentateuco.
1. El Pacto Edénico.
Fue el primer pacto que Dios hizo con el hombre[17], y fue un pacto condicional con Adán en el cual la vida y bendición o la muerte y la maldición dependían de la fidelidad de Adán. El pacto edénico incluía el dar a Adán la responsabilidad de ser el padre de la raza humana, sojuzgar la tierra, tener dominio sobre los animales, cuidar del huerto y no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Por haber fracasado Adán y Eva al comer de la fruta prohibida, fue impuesta la pena de muerte para la desobediencia. Adán y Eva murieron espiritualmente de inmediato y necesitaron nacer de nuevo para poder ser salvos. Más tarde también murieron físicamente. Su pecado hundió a toda la raza humana en un molde de pecado y muerte.
2. El Pacto Adámico.
Fue hecho con el hombre después de la caída[18]. Este es un pacto incondicional en el que Dios declara al hombre lo que será su porción en la vida por causa de su pecado. El pacto provee importantes rasgos, los cuales condicionan la vida humana desde este punto en adelante. Incluido en este pacto está la maldición de la serpiente[19]; se da la promesa del Redentor[20], la cual es luego cumplida en Cristo; se detalla el juicio a la mujer, sujeta al dolor y la pena en la maternidad, y en cuanto a su sumisión al hombre[21]. El hombre debería, en lo sucesivo, de ganar el pan con el sudor de su frente[22]; la vida del hombre sería dolorosa y con la muerte por final[23].
3. El Pacto con Noé.
Fue hecho con Noé y sus hijos[24]. Este pacto introdujo un nuevo principio de gobierno humano como un medio de frenar el pecado. Las provisiones del pacto incluían el establecimiento del principio del gobierno humano, en el que se instituyó la pena capital para aquellos que tomaran la vida de otro hombre. Fue reafirmado el orden normal de la Naturaleza[25], y al hombre le fue permitido comer carne fresca de animales[26] en lugar de vivir solamente de vegetales.
El pacto con Noé incluía la profecía concerniente a los descendientes de sus tres hijos[27] y designaba a Sem como el único de quien vendría la línea divina que seguiría hasta que el Mesías viniera. El dominio de las naciones gentiles en la historia del mundo está implicado en la profecía concerniente a Jafet.
4. El Pacto Abrahámico[28].
Es una de las grandes revelaciones de Dios concernientes a la historia futura, y en el fueron dadas profundas promesas a lo largo de tres líneas.
Lo primero de todo, es que fueron dadas promesas a Abraham de que él tendría gran descendencia[29], que tendría mucha bendición personal[30], que su nombre sería grande[31] y que él personalmente sería una bendición[32].
a. A través de Abraham fue hecha la promesa de que emergería una gran nación[33]. En el propósito de Dios esto tiene referencia primeramente a Israel y a los descendientes de Jacob, quienes formaron las doce tribus de Israel. A esta nación le fue dada la promesa de la tierra[34].
b. Una tercera área principal del pacto fue la promesa de que por medio de Abraham vendría bendición al mundo entero[35]. Esto tendría su cumplimiento en que Israel sería el canal especial de la revelación divina de Dios, la fuente de los profetas quienes revelarían a Dios y proveerían de la Escritura a los escritores humanos. En forma suprema, la bendición a las naciones sería provista a través de Jesucristo, quien sería un descendiente de Abraham.
c. Estipulaciones del pacto Abrahámico:
1) Abraham sería una gran nación.
2) El nombre de Abraham sería grande.
3) Bendición para aquéllos que bendijeran a los descendientes de Abraham.
4) Maldiciones para los que maldijeran a los descendientes de Abraham.
5) La tierra de Moriah prometida a los descendientes de Abraham.
6) Todas las familias de la tierra serían benditas en Abraham.
7) Abraham sería el padre de muchas naciones.
8) Pacto eterno con Isaac y sus descendientes.
9) Los descendientes del pacto se adueñarían de las puertas de sus enemigos.
Estas estipulaciones del pacto serían el fundamento de la futura relación de Dios con la humanidad. Después de la caída del hombre, Dios predijo la venida de la “semilla” de una mujer que le aplastaría la cabeza a la serpiente. Esta persona vendría a través de la descendencia de Abraham y redimiría a toda la humanidad de sus pecados.
A través de este pacto, Dios estableció con Abraham que serían benditas todas las naciones de la tierra. El pacto le fue dado a Abraham porque él creyó a Dios, y Dios lo tomó en cuenta y le aceptó como justo[36]. Abraham pasaría a ser el padre de todos los que creyeran en Dios por fe. El hecho de que éste fuera un pacto eterno significaba que su cumplimiento era incondicional.
Todos los demás pactos posteriores se basan en el Pacto Abrahámico:
5. El Pacto Mosaico.
Fue dado a través de Moisés para los hijos de Israel mientras que estaban viajando desde Egipto hacia la tierra prometida[37]. En Éxodo, y ampliado en muchas otras porciones de las Escrituras, Dios le dio a Moisés la ley que era para gobernar su relación con el pueblo de Israel. Los aproximadamente seiscientos mandamientos específicos están clasificados en tres divisiones principales:
a. Los mandamientos, conteniendo la voluntad expresada de Dios[38].
b. Los juicios, relacionados a la vida social y cívica de Israel[39].
c. Las ordenanzas[40].
La ley mosaica era un pacto condicional e incorporaba el principio de que si Israel era obediente, Dios les bendeciría, pero si Israel era desobediente, Dios les maldeciría y les disciplinaría. Esto es destacado especialmente en Deuteronomio 28. Aunque ya se había anticipado que Israel fracasaría, Dios prometió que Él no abandonaría a su pueblo[41]. El pacto mosaico también fue temporal y terminaría en la cruz de Cristo.
6. El Pacto Palestino[42].
Era un pacto incondicional en conexión con la posesión final de la tierra por parte de Israel. Este pacto se ilustra como un pacto básicamente incondicional y seguro en su cumplimiento; sin embargo, tiene elementos condicionales para cualquier generación en particular.
La promesa dada a Abraham en Génesis 12.7, y reafirmada luego a través del Antiguo Testamento, sería que la simiente de Abraham poseería la tierra. No obstante, a causa de la desobediencia y el fracaso, Jacob y sus descendientes vivieron el Egipto cientos de años antes del Éxodo. Así, manteniendo el propósito de Dios, ellos volvieron y poseyeron, por lo menos, una porción de la tierra. Más tarde, a causa de la desobediencia y la negligencia a la ley de Dios, ellos fueron sometidos a los cautiverios asirio y babilónico. Otra vez en la gracia de Dios, les fue permitido volver después de setenta años del cautiverio babilónico y reposeer la tierra hasta que Jerusalén fue destruida en el 70 d.C.
a. Este pacto es importante por tres aspectos principales:
1) Se reafirma claramente el derecho de Israel sobre la tierra a pesar de su infidelidad.
2) Introducción de un pacto condicional de bendiciones y maldiciones que no anularía el pacto de la promesa dada a Abraham[43].
3) Confirmación y ampliación del pacto Abrahámico original. La promesa original fue dada para que se cumpliera a pesar de la desobediencia[44].
b. Estipulaciones del Pacto Palestino.
1) La nación sería llevada al destierro por su infidelidad[45].
2) Habría un arrepentimiento futuro por parte de Israel[46].
3) El Mesías de Israel volvería[47].
4) Israel sería devuelto a la tierra[48].
5) Toda la nación de Israel se convertiría[49].
6) Los enemigos de Israel serían juzgados[50].
7) Entonces, la nación recibiría su bendición completa[51].
Las estipulaciones del pacto se cumplen en un Israel literal y no en uno espiritual. Por tanto, para que el pacto se cumpliera, Israel tenía que tomar el control de la tierra prometida algún día.
Los aspectos condicionales de este pacto son resultado de la obediencia, ya que Israel es bendecido cuando obedece y es maldito cuando desobedece. La promesa de las bendiciones y las maldiciones se ha cumplido en la historia de Israel dos veces. Por primera vez en el año 722 a.C., y entre 605 a.C. y 587 a.C., cuando fueron esparcidos por causa de los asirios y los babilonios; más tarde se volvieron a unir en la tierra después del reinado de Ciro el persa. La segunda vez tuvo lugar en el periodo romano, entre los años 70 y 135 d.C., cuando volvieron a ser esparcidos. Con la venida de Cristo, todos los descendientes de Jacob que no le han aceptado como el Mesías prometido, sufrirán las consecuencias de no cumplir con la parte que les correspondía en el pacto condicional.
[1] Génesis 15.7, 10
[2] Génesis 23.16
[3] Génesis 31.46. La Toráh
[4] Josué 9.14-15. BAD
[5] Génesis 9.8-17
[6] Génesis 15.4-6
[7] Génesis 22.15-18
[8] Génesis 17.10-14; Hechos 7.8
[9] Romanos 4.11
[10] Deuteronomio 14.13, 23
[11] Éxodo 31.16
[12] Deuteronomio 5.2; 29.1
[13] Deuteronomio 29.1
[14] Deuteronomio 27; 28
[15] Malaquías 2.4, 8
[16] Números 25.12-13
[17] Génesis 1.26-31; 2.16-17
[18] Génesis 3.16-19
[19] Génesis 3.14; Romanos 16.20; 2 Corintios 11.3,14; Revelación 12.9
[20] Génesis 3.15
[21] Génesis 1.26-27; 1 Corintios 11.7-9; Efesios 5.22-25; 1 Timoteo 2.11-14
[22] Génesis 2.15; 3.17-19
[23] Génesis 3.19, Efesios 2.5
[24] Génesis 9.1-18
[25] Génesis 8.22; 9.2
[26] Génesis 9.3-4
[27] Génesis 9.5-27
[28] Génesis 12.1-4; 13.14-17; 15.1-7; 17.1-8
[29] Génesis 17.16
[30] Génesis 13.14-15, 17; 15.6, 18; 24.34-35; Juan 8.56
[31] Génesis 12.2
[32] Génesis 12.2
[33] Génesis 12.2
[34] Génesis 12.7; 13.15; 15.18-21; 17.7-8
[35] Génesis 12.3
[36] Romanos 4
[37] Éxodo 20.1-31.18
[38] Éxodo 20.1-26
[39] Éxodo 21.1-24.11
[40] Éxodo 24.12-31.18
[41] Jeremías 30.11
[42] Deuteronomio 30.1-10
[43] Gálatas 3.17
[44] Deuteronomio 27-29
[45] Deuteronomio 28.63-68; 30.1-3
[46] Deuteronomio 28.63-68; 30.1-3
[47] Deuteronomio 30.3-6
[48] Deuteronomio 30.5
[49] Deuteronomio 30.4-8; Romanos 11.26-27
[50] Deuteronomio 30.7
[51] Deuteronomio 30.9