b. Importancia de la resurrección de Cristo.
15.12-19 Pablo quiere que los corintios entiendan que sus pensamientos iban en contra de la sana doctrina. La prédica del Evangelio está fundamentada en la resurrección de Cristo y había entre ellos quienes negaban la resurrección de los muertos, lo que traía un enfrentamiento porque si se aceptaba una enseñanza había que rechazar la otra. Era una cuestión de lógica, o una enseñanza o la otra.
Los falsos maestros afirmaban que no había resurrección de muertos, aunque esto iba en contra de las Escrituras, entonces como conclusión lógica Cristo tampoco había resucitado, lo que iba en contra de lo que los Enviados estaban enseñando y lo que cientos de testigos afirmaban.
Si Cristo no había resucitado, la predicación de los Enviados era una burla a la Iglesia, y entonces la fe era cosa vana. Es algo ilógico que los miembros de la Iglesia afirmen que lo que dice el Evangelio no es cierto. Entonces, ¿por qué están ellos en la Iglesia? Los falsos maestros decían aceptar la resurrección de Cristo, pero no aceptaban la resurrección de nadie más. Entonces, ¿cómo podían explicar la historia de Lázaro?
Otro problema es que los Enviados serían hombres con un pecado muy grave, ya que ellos enseñaban que Dios había resucitado a Jesús, y si eso no había ocurrido ellos estaban inventando cosas de Dios, lo cual era algo muy serio. En la ley de los hombres, cuando alguien testifica algo que no es cierto puede recibir un fuerte castigo, ¿será diferente si testificamos que Dios ha hecho algo que no hizo?
Y viene una conclusión muy seria: Si no hay resurrección de muertos, tampoco Jesús resucitó, y si no resucitó, todo lo que hemos creído es mentira, y por lo tanto tampoco hay salvación de los pecados, lo que nos dice que aún estamos condenados. ¡No podemos separar la doctrina de la resurrección de la doctrina de la salvación!
Pero hay que ir más allá. Si todo esto es así, quiere decir que es como enseñan los russellistas y todos los que murieron confiando en Cristo realmente fueron destruidos y ya no hay esperanza para ellos ni para nosotros. Están equiparando a los creyentes con los incrédulos, lo que ni ellos mismos podrían aceptar.
Todo esto nos lleva a la más triste conclusión: Si es como los falsos maestros de Corinto estaban enseñando, Cristo nunca resucitó y los creyentes muertos ya no tienen esperanza, y esto nos convierte en las personas más engañadas del mundo, los más tontos y dignos de lástima, porque fuimos presa de la mentira más grande de toda la historia.
15.12-19 Pablo quiere que los corintios entiendan que sus pensamientos iban en contra de la sana doctrina. La prédica del Evangelio está fundamentada en la resurrección de Cristo y había entre ellos quienes negaban la resurrección de los muertos, lo que traía un enfrentamiento porque si se aceptaba una enseñanza había que rechazar la otra. Era una cuestión de lógica, o una enseñanza o la otra.
Los falsos maestros afirmaban que no había resurrección de muertos, aunque esto iba en contra de las Escrituras, entonces como conclusión lógica Cristo tampoco había resucitado, lo que iba en contra de lo que los Enviados estaban enseñando y lo que cientos de testigos afirmaban.
Si Cristo no había resucitado, la predicación de los Enviados era una burla a la Iglesia, y entonces la fe era cosa vana. Es algo ilógico que los miembros de la Iglesia afirmen que lo que dice el Evangelio no es cierto. Entonces, ¿por qué están ellos en la Iglesia? Los falsos maestros decían aceptar la resurrección de Cristo, pero no aceptaban la resurrección de nadie más. Entonces, ¿cómo podían explicar la historia de Lázaro?
Otro problema es que los Enviados serían hombres con un pecado muy grave, ya que ellos enseñaban que Dios había resucitado a Jesús, y si eso no había ocurrido ellos estaban inventando cosas de Dios, lo cual era algo muy serio. En la ley de los hombres, cuando alguien testifica algo que no es cierto puede recibir un fuerte castigo, ¿será diferente si testificamos que Dios ha hecho algo que no hizo?
Y viene una conclusión muy seria: Si no hay resurrección de muertos, tampoco Jesús resucitó, y si no resucitó, todo lo que hemos creído es mentira, y por lo tanto tampoco hay salvación de los pecados, lo que nos dice que aún estamos condenados. ¡No podemos separar la doctrina de la resurrección de la doctrina de la salvación!
Pero hay que ir más allá. Si todo esto es así, quiere decir que es como enseñan los russellistas y todos los que murieron confiando en Cristo realmente fueron destruidos y ya no hay esperanza para ellos ni para nosotros. Están equiparando a los creyentes con los incrédulos, lo que ni ellos mismos podrían aceptar.
Todo esto nos lleva a la más triste conclusión: Si es como los falsos maestros de Corinto estaban enseñando, Cristo nunca resucitó y los creyentes muertos ya no tienen esperanza, y esto nos convierte en las personas más engañadas del mundo, los más tontos y dignos de lástima, porque fuimos presa de la mentira más grande de toda la historia.