Nehemías
Nehemías “נְחֶמְיָה”, “Nəemya”, “Reconfortado
por el Señor” es un libro del Tanaj, el Antiguo Testamento de la Biblia. En la Biblia se encuentra ubicado entre Esdras y Ester, aunque pareciera que en nuestras Biblias han sido invertidos en el
orden cronológico en el que sucedieron[1].
En otras palabras, de hecho Ester aconteció cuando Dios comenzó a moverse en
medio de la cautividad de Israel con el fin de hacer que la nación regresase a
su tierra. Eso fue poco después de la mitad de los setenta años, que había profetizado
Jeremías que duraría la cautividad. Dios hizo que Ester, una joven doncella
judía, ascendiese al trono de Persia como reina. Fue su esposo, el rey Asuero
de Persia, el Artajerjes que se menciona en los primeros capítulos de Nehemías.
Este rey pagano dio la orden de que Nehemías regresase a Jerusalén a construir
las murallas de la ciudad. Tal vez eso justifique el interesante paréntesis que
se produce en este libro en Nehemías 2.6, cuando Nehemías acudió al rey: “Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada
junto a él…”, y existe la posibilidad que esa reina fuese Ester, la joven judía, que había alcanzado ese
destacado lugar por la gracia de Dios. Ante esto, tenemos el inconveniente de
que en la Biblia dice claro que
Esdras llegó como trece años antes que Nehemías. Esdras regresó a Jerusalén en el sétimo año del rey
Artajerjes[2],
mientras que Nehemías regresó en el vigésimo año de ese rey[3],
si es que se refiere al mismo personaje.
Nehemías es un
personaje bíblico, considerado por algunos exégetas autor del libro que lleva su nombre.
Perteneció probablemente a la tribu de Judá, hijo de Hacalías, y su familia debe haber sido natural de Jerusalén. Vivió durante la dominación persa de Judea, y fue copero del rey Artajerjes I[4], de quien obtuvo permiso para gobernar el país hebreo a fin de
solucionar el grave estado del culto. Completó las obras del escriba Esdras antes de regresar a prestar servicio en la corte persa.
A. Autor y fecha.
La tradición atribuye la autoría del libro al propio Nehemías, gobernador de Judea, aunque esta teoría no puede comprobarse por medios técnicos. Es casi seguro que en su origen haya sido escrito por la misma mano que Esdras, aunque cambios de orden, adiciones y sustracciones han desordenado a ambos libros de tal modo que este aserto es también muy difícil de demostrar. Hay partes del libro escritas en primera persona como si las hubiese redactado el propio Nehemías[5], pero también hay capítulos enteros en que se lo menciona en tercera persona[6].
Se dice tradicionalmente, lo que significa sin evidencia alguna, que Nehemías escribió en primera persona, y que Esdras completó algunos fragmentos, los que hablan de aquel en tercera persona. Admitiendo esto, se sigue especulando que si los redactores fueron ambos, el “coordinador de redacción” fue el mismo Nehemías y se lo estima responsable del libro completo, salvo Nehemías 12.11 y 12.22-23, de autor y origen desconocido. Sí se sabe que el ordenamiento, revisión y corrección del texto ocurrieron en tiempos posteriores a la redacción del libro.
Como fuente importante del libro es una sección del relato de Esdras[7], que se ha incorporado dentro del relato de Nehemías ya sea porque la actividad de Esdras y Nehemías se superpusieron, o porque el autor ha arreglado su material temáticamente. La primera explicación, si bien es la más natural, plantea la difícultad de que aunque Esdras había sido mandado por el emperador persa en el 458 a.C., a proclamar la Ley a los judíos, no fue hasta la llegada de Nehemías en el 444 a.C., que la leyó públicamente al pueblo. La segunda explicación significaría que el autor consideraba la obra de Esdras y Nehemías como un todo integral; luego demostró en su relato que la comunidad que fue a establecerse dentro de los muros de la Jerusalén reedificada[8] estaba unida en su lealtad a la Ley de Moisés, se sentía penitente por su desóbediencia a dicha ley, y resuelta a mantener su fidelidad al más pequeño detalle de la misma.
Si en verdad el autor fue Nehemías, entonces el libro fue redactado entre 431 y 430 a.C., cuando el hombre real había regresado por segunda vez a Jerusalén después de su visita a Persia.
B. Cronología y temas tratados.
Concretamente, Esdras y Nehemías relatan los hechos sucedidos en un siglo entero, desde 538 a.C. con el decreto de Ciro el Grande, hasta el fin de la actividad de Nehemías, unos 31 años. Aunque la parte que corresponde a Nehemías trata especialmente de la reconstrucción de Jerusalén. En 445 a.C., Nehemías llega a la ciudad y se ocupa de reconstruir las murallas. Su mandato como gobernador dura hasta el año 433 a.C. Más o menos alrededor de 424 a.C., se desarrolla la segunda misión de Nehemías.
C. Argumento.
El libro de Nehemías consta de cuatro partes, a saber:
1. La narración de la reconstrucción de las murallas de Jerusalén y el hecho de que Nehemías había encontrado a aquellos que habían regresado de Babilonia.
2. Una descripción de las prácticas religiosas entre los judíos durante este periodo.
3. Un censo del crecimiento demográfico de Jerusalén, un recuento de la población adulta masculina, un registro de los nombres de los jefes de familia y las listas de sacerdotes y levitas.
4. La dedicación del muro de Jerusalén, el arreglo del templo y las reformas llevadas a cabo por Nehemías.
Este libro concluye la parte de narración histórica estricta del Antiguo Testamento, si es que no se considera al libro de Ester en esta sección. El profeta Malaquías fue posiblemente contemporáneo de Nehemías.
D. Valor histórico.
El libro de Nehemías se desarrolla en el importante período de la historia de Israel que siguió al regreso a Palestina en 538 a.C., tras setenta años de cautividad en Babilonia y Persia. Al principio había todo el entusiasmo del regreso y la posibilidad de restaurar parte del pasado y comenzar de nuevo. Pero el trabajo había sido arduo y lento, y las condiciones de vida no eran las mejores. Los enemigos a veces se aprovechaban de los aprietos que sobrevenían. Estas fueron las desesperadas circunstancias que movieron a Nehemías a regresar a Jerusalén para animar a sus compatriotas.
E. Objetivos del libro.
Como empleado del Templo de Jerusalén, el autor de Nehemías intenta demostrar que la única forma lógica de gobierno para Israel es la teocracia. Nehemías pretende perfeccionar y profundizar en la historia deuteronómica subrayando los designios y actividades de Dios en los sucesos que narra. Así, convierte a David en la figura más importante de toda la Biblia, porque lo considera el perfeccionador de las leyes del legislador Moisés. Deja el autor sin efecto las distinciones raciales y religiosas entre Israel y las tribus del norte, a las que llama en conjunto con un único nombre, “Israel”, para simbolizar con ello la unidad davídica y mesiánica, y remarca la homogeneidad lingüística, histórica y cultural que cohesiona al pueblo de Dios. Los aspectos señalados son especialmente visibles en Nehemías 11.4 y 12.44.
F. Aspectos religiosos.
Nehemías es un libro mesiánico, y por lo tanto sigue a los reformadores religiosos judíos que entendían que Dios propone un nuevo paso hacia el Mesías. Ninguno de los protagonistas conseguirá restaurar a la Casa real de David, pero se hace evidente que van en la dirección correcta. La autonomía política judía se ha perdido, porque los personajes son fervientes judíos pero también funcionarios leales a sus jefes persas. Aquellos que han sido liberados por Ciro de Babilonia donde estaban cautivos, se aglutinan ahora alrededor del Templo y adoptan una actitud aislacionista y legalista. Existe el peligro de caer en el esoterismo, pero los profetas mantendrán el orden y la esperanza. Se observa en Nehemías un radical ascenso intelectual del pueblo hebreo: mientras los perezosos y mediocres se quejan de la difícil situación, la nobleza judía se acercará a Dios, se abrirán muchas sinagogas, escuelas de escribas que siguen las enseñanazas de los profetas Ezequiel y Esdras y el Sanedrín o consejo de ancianos establecerá una evolucionada reforma judicial.
G. Aporte a La Teología.
Nehemías es un ejemplo vivo de un líder valiente e ingenioso. A pesar de miles de dificultades, alentó al pueblo a ponerse a trabajar. Lo rápido que terminó la reconstrucción de los muros ha sido una inspiración para los creyentes a través de los siglos que han tenido que emprender tareas de titanes para la gloria de Dios.
Nehemías también nos enseña que la oración es de vital importancia para los seguidores de Dios. En momentos de gran dificultad, Nehemías oró en busca de dirección divina, como debemos hacerlo nosotros cada vez que estemos frente a una decisión importante o una encrucijada.
[1] La verdad es que en las Escrituras no es tan importante la cronología, sino la enseñanza de cada uno de los libros. En estos tres libros encontramos la historia de la salida de la cautividad, para regresar a Dios. El libro de Esdras empieza con la contrucción del templo. La restauración de la casa de Dios es siempre la primera cosa para regresar a Dios. Luego viene la construcción de las murallas, como veremos en el libro de Nehemías, lo cual cubre la necesidad de seguridad y de fortaleza. Finalmente, el libro de Ester viene a ser la revelación del propósito de todo ello en la vida de la persona. Esa es una panorámica de estos tres libros.
[2] Esdras 7.8.
[3] Nehemías 2.1.
[4] Ni Artajerjes ni Asuero son los nombres de este rey, por lo que resulta muy confuso. Estos son en realidad títulos. Artajerjes quiere decir “el gran rey” y Asuero significa “el padre venerable”.
[5] Nehemías 1-7; 12.27-47; 13.
[6] Nehemías 8-10.
[7] Nehemías 8-9.
[8] Nehemías 11.1-2.
A. Autor y fecha.
La tradición atribuye la autoría del libro al propio Nehemías, gobernador de Judea, aunque esta teoría no puede comprobarse por medios técnicos. Es casi seguro que en su origen haya sido escrito por la misma mano que Esdras, aunque cambios de orden, adiciones y sustracciones han desordenado a ambos libros de tal modo que este aserto es también muy difícil de demostrar. Hay partes del libro escritas en primera persona como si las hubiese redactado el propio Nehemías[5], pero también hay capítulos enteros en que se lo menciona en tercera persona[6].
Se dice tradicionalmente, lo que significa sin evidencia alguna, que Nehemías escribió en primera persona, y que Esdras completó algunos fragmentos, los que hablan de aquel en tercera persona. Admitiendo esto, se sigue especulando que si los redactores fueron ambos, el “coordinador de redacción” fue el mismo Nehemías y se lo estima responsable del libro completo, salvo Nehemías 12.11 y 12.22-23, de autor y origen desconocido. Sí se sabe que el ordenamiento, revisión y corrección del texto ocurrieron en tiempos posteriores a la redacción del libro.
Como fuente importante del libro es una sección del relato de Esdras[7], que se ha incorporado dentro del relato de Nehemías ya sea porque la actividad de Esdras y Nehemías se superpusieron, o porque el autor ha arreglado su material temáticamente. La primera explicación, si bien es la más natural, plantea la difícultad de que aunque Esdras había sido mandado por el emperador persa en el 458 a.C., a proclamar la Ley a los judíos, no fue hasta la llegada de Nehemías en el 444 a.C., que la leyó públicamente al pueblo. La segunda explicación significaría que el autor consideraba la obra de Esdras y Nehemías como un todo integral; luego demostró en su relato que la comunidad que fue a establecerse dentro de los muros de la Jerusalén reedificada[8] estaba unida en su lealtad a la Ley de Moisés, se sentía penitente por su desóbediencia a dicha ley, y resuelta a mantener su fidelidad al más pequeño detalle de la misma.
Si en verdad el autor fue Nehemías, entonces el libro fue redactado entre 431 y 430 a.C., cuando el hombre real había regresado por segunda vez a Jerusalén después de su visita a Persia.
B. Cronología y temas tratados.
Concretamente, Esdras y Nehemías relatan los hechos sucedidos en un siglo entero, desde 538 a.C. con el decreto de Ciro el Grande, hasta el fin de la actividad de Nehemías, unos 31 años. Aunque la parte que corresponde a Nehemías trata especialmente de la reconstrucción de Jerusalén. En 445 a.C., Nehemías llega a la ciudad y se ocupa de reconstruir las murallas. Su mandato como gobernador dura hasta el año 433 a.C. Más o menos alrededor de 424 a.C., se desarrolla la segunda misión de Nehemías.
C. Argumento.
El libro de Nehemías consta de cuatro partes, a saber:
1. La narración de la reconstrucción de las murallas de Jerusalén y el hecho de que Nehemías había encontrado a aquellos que habían regresado de Babilonia.
2. Una descripción de las prácticas religiosas entre los judíos durante este periodo.
3. Un censo del crecimiento demográfico de Jerusalén, un recuento de la población adulta masculina, un registro de los nombres de los jefes de familia y las listas de sacerdotes y levitas.
4. La dedicación del muro de Jerusalén, el arreglo del templo y las reformas llevadas a cabo por Nehemías.
Este libro concluye la parte de narración histórica estricta del Antiguo Testamento, si es que no se considera al libro de Ester en esta sección. El profeta Malaquías fue posiblemente contemporáneo de Nehemías.
D. Valor histórico.
El libro de Nehemías se desarrolla en el importante período de la historia de Israel que siguió al regreso a Palestina en 538 a.C., tras setenta años de cautividad en Babilonia y Persia. Al principio había todo el entusiasmo del regreso y la posibilidad de restaurar parte del pasado y comenzar de nuevo. Pero el trabajo había sido arduo y lento, y las condiciones de vida no eran las mejores. Los enemigos a veces se aprovechaban de los aprietos que sobrevenían. Estas fueron las desesperadas circunstancias que movieron a Nehemías a regresar a Jerusalén para animar a sus compatriotas.
E. Objetivos del libro.
Como empleado del Templo de Jerusalén, el autor de Nehemías intenta demostrar que la única forma lógica de gobierno para Israel es la teocracia. Nehemías pretende perfeccionar y profundizar en la historia deuteronómica subrayando los designios y actividades de Dios en los sucesos que narra. Así, convierte a David en la figura más importante de toda la Biblia, porque lo considera el perfeccionador de las leyes del legislador Moisés. Deja el autor sin efecto las distinciones raciales y religiosas entre Israel y las tribus del norte, a las que llama en conjunto con un único nombre, “Israel”, para simbolizar con ello la unidad davídica y mesiánica, y remarca la homogeneidad lingüística, histórica y cultural que cohesiona al pueblo de Dios. Los aspectos señalados son especialmente visibles en Nehemías 11.4 y 12.44.
F. Aspectos religiosos.
Nehemías es un libro mesiánico, y por lo tanto sigue a los reformadores religiosos judíos que entendían que Dios propone un nuevo paso hacia el Mesías. Ninguno de los protagonistas conseguirá restaurar a la Casa real de David, pero se hace evidente que van en la dirección correcta. La autonomía política judía se ha perdido, porque los personajes son fervientes judíos pero también funcionarios leales a sus jefes persas. Aquellos que han sido liberados por Ciro de Babilonia donde estaban cautivos, se aglutinan ahora alrededor del Templo y adoptan una actitud aislacionista y legalista. Existe el peligro de caer en el esoterismo, pero los profetas mantendrán el orden y la esperanza. Se observa en Nehemías un radical ascenso intelectual del pueblo hebreo: mientras los perezosos y mediocres se quejan de la difícil situación, la nobleza judía se acercará a Dios, se abrirán muchas sinagogas, escuelas de escribas que siguen las enseñanazas de los profetas Ezequiel y Esdras y el Sanedrín o consejo de ancianos establecerá una evolucionada reforma judicial.
G. Aporte a La Teología.
Nehemías es un ejemplo vivo de un líder valiente e ingenioso. A pesar de miles de dificultades, alentó al pueblo a ponerse a trabajar. Lo rápido que terminó la reconstrucción de los muros ha sido una inspiración para los creyentes a través de los siglos que han tenido que emprender tareas de titanes para la gloria de Dios.
Nehemías también nos enseña que la oración es de vital importancia para los seguidores de Dios. En momentos de gran dificultad, Nehemías oró en busca de dirección divina, como debemos hacerlo nosotros cada vez que estemos frente a una decisión importante o una encrucijada.
[1] La verdad es que en las Escrituras no es tan importante la cronología, sino la enseñanza de cada uno de los libros. En estos tres libros encontramos la historia de la salida de la cautividad, para regresar a Dios. El libro de Esdras empieza con la contrucción del templo. La restauración de la casa de Dios es siempre la primera cosa para regresar a Dios. Luego viene la construcción de las murallas, como veremos en el libro de Nehemías, lo cual cubre la necesidad de seguridad y de fortaleza. Finalmente, el libro de Ester viene a ser la revelación del propósito de todo ello en la vida de la persona. Esa es una panorámica de estos tres libros.
[2] Esdras 7.8.
[3] Nehemías 2.1.
[4] Ni Artajerjes ni Asuero son los nombres de este rey, por lo que resulta muy confuso. Estos son en realidad títulos. Artajerjes quiere decir “el gran rey” y Asuero significa “el padre venerable”.
[5] Nehemías 1-7; 12.27-47; 13.
[6] Nehemías 8-10.
[7] Nehemías 8-9.
[8] Nehemías 11.1-2.